Pongámonos en la piel del aficionado medio de la MLB, aquel que quiere saber cómo van el resto de equipos y que no tienen ni idea de lo que ocurre en Tampa Bay; abre la clasificación y ve que los Rays están en puestos de Wild Card y su número 1 de la rotación va a ser el abridor del All Star Game. Entonces va bien la cosa, ¿no?
Bueno, no del todo. Segundos en la temible AL East, empatados en record prácticamente con Blue Jays y Red Sox, y con unos Orioles asomando la cabeza para dar disgustos, los Rays están aguantando el tipo para pelear una de las plazas de Wild Card gracias al nuevo formato de play-offs instaurado este año. Este equipo, recordemos, vino de ganar la división en 2021 con un récord de la franquicia de 100 victorias. Por tanto las expectativas eran muy altas, sobre todo considerando el gran número de jugadores de seguían bajo control del equipo y aquellos novatos que ya se estaban asentando. Entonces, ¿qué ha pasado?
Cuando eres una de las franquicias con el presupuesto más bajo de la liga, debe encontrar la manera de ser competitivo sí o sí. En este caso, los Rays se han labrado el dudoso honor de exprimir al máximo sus recursos y las lesiones están asolando al equipo, que ya de por sí empezó la temporada con los grandes nombres en la lista de lesionados.
Tyler Glasnow, Yonny Chrinos, Brendan McKay, Luis Patiño y Shane Baz dejaban coja una rotación junto a los nombres de J.T. Chargois, Pete Fairbanks y Nick Anderson como los encargados de apagar fuegos desde el bullpen. El año empezaba con los primeros baches en el camino del lado del montículo, pero eso no sería todo, Andrew Kittredge (All Star en 2021) se despedía de la temporada, Tommy John mediante, junto con J.P Feyereisen (tras 24 IP y un ERA inmaculado de 0.00). Estupendo, pero al menos la ofensiva se ha visto respetada, ¿no?
Manuel Margot, Kevin Kiermaier, Mike Zunino, Brandon Lowe y Wander Franco van a pasar más tiempo en la lista de lesionados que sobre el terreno de juego. Más de la mitad de la alineación titular que inauguró la temporada.
¿Cómo explicamos entonces que los Rays tengan record positivo? Pues tal y como hemos mencionado antes, encontrando la manera de ser competitivos. En un movimiento singular en 2021, Drew Rasmussen fue evolucionando de relevista a abridor titular, movimiento que fue todo un éxito; y si funciona una vez por que no dos veces. Jeffrey Springs fue el seleccionado para realizar el mismo trayecto, con mejores resultados si cabe, registrando un ERA cercano a 2.00 en 11 aperturas.
Del lado del bate, los habituales nombres de Ji Man Choi y Yandy Diaz han sostenido al equipo de manera regular acompañados de la grata sorpresa de Harold Ramírez, quien su llegada al equipo paso desapercibida al inicio de temporada y se ha asentado como el DH habitual del equipo.
MVP del equipo
Shane McClanahan es el MVP con letras mayúsculas del equipo. Aquel novato que hizo historia al convertirse en el primer lanzador en debutar en las Grandes Ligas en postemporada ha dado un puñetazo en la mesa para convertirse en el lanzador más dominante de la Liga Americana.
Cada salida de Shane se ha convertido en un must, y un habitual de los highlights con sus lanzamientos endiablados. Cada cinco días, es habitual ver repetidos sus rectas de 100 MPH y sus bolas curvas que le llevan a registrar el mejor ERA de la Liga Americana (Inferior a 2.00) y los mejores registros respecto a strikeouts de toda la liga, números que proyectan acabar la temporada regular superando la barrera de los 300 ponches. Y todo ello desde el perfil izquierdo.
Estos números de videojuego y sus abusivos lanzamientos ensombrecen una cualidad que el equipo se ha visto beneficiada, y es que no sólo es un pitcher que lanza duro y poncha rivales, es un pitcher muy eficiente promediando 6+ IP por apertura, que en un equipo que recurre rápidamente al bullpen, es una gran noticia y da cierta flexibilidad al resto de la semana.
Cy Young
Podríamos seguir hablando largo y tendido del futuro CY Young de la Liga Americana y su abridor en el juego de las estrellas, pero es buen momento reconocer la labor que le fue encomendada a Jeffrey Springs.
Tras un mes de competición, se le requirió que dejara sus labores de relevista corto para que fuera desarrollando resistencia a la hora de afrontar más carga de trabajo. Así, Springs afrontó la difícil tarea de iniciar un partido cada cinco días, algo que tendríamos que remontarnos al año 2017 en su periplo por High-A con los Texas Rangers.
La clave de su éxito radica en un variado repertorio, con un gran control sobre los mismos, que le permiten trabajar todo la zona y atacar ambos perfiles de bateadores. Esto se ve reflejado en sus estadísticas, destacando las 11 aperturas realizadas (ERA de 2.53 y WHIP en torno a 1.00) con la sensación de pertenencia a la rotación del equipo.
Nuevamente la franquicia encuentra nuevas maneras de reforzar el picheo, con la salvedad de que no ha sido necesario trastornar a los más puristas del béisbol.
Decepción de la temporada
Cuando debes manejar de manera tan agresiva un bullpen y necesitas emplear multitud de lanzadores diferentes, Mike Zunino es el hombre detrás del plato. Pero que recordemos que los catchers también salen a batear.
El 2021 de Zunino fue su mejor temporada ofensiva, tras demostrar ese poder que años anteriores asoma de cuando en cuando, y que le hizo merecedor de su primer juego de las estrellas. Conectar 33 home runs en 109 partidos le hizo asentarse como ese bateador de poder que podía presentar una amenaza en la alineación y al que los Rays accedieron a renovarle un año más por 7 de millones de dólares, que cuando dispones de los presupuestos más bajos de la liga, es para mencionar.
Un OBP inferior a .200 y apenas 5 home runs demuestras que no siempre todas las apuestas salen bien. La producción ofensiva vuelve a sus valores habituales y nos demuestra que 2021, al ser año de contrato, fue año de espejismo.
Para colmo de males, si ya de por si no se vuelve a disponer de un bateo de poder, tampoco se podrá disponer de su guante detrás del plato. Una lesión de hombro con más complicaciones de las esperadas le mantendrán gran parte de la temporada en la lista de lesionados.
Expectativas ante el cierre del mercado
Cuando un equipo se ve en la contienda por jugar en octubre, lo habitual es que sea un equipo comprador de grandes nombres que le permitan ganar esos difíciles partidos. Ya vimos como en 2021 no se dudó en arriesgar para la adquisición de Nelson Cruz, a pesar de que los resultados no fueran los deseados.
Pero este año se presenta otra situación. Los Rays van a tener varios jugadores regresando se lesiones de larga duración y decisiones han de ser tomadas. Desde la rotación se va a poner difícil ser uno de los elegidos para abrir partidos cada cinco días y pueden surgir oportunidades de negocio más que interesantes, como pudiera ser Corey Kluber.
Por otra parte, Kevin Kiermaier está disputando sus últimos partidos para la franquicia, que no puede permitirse un bate por debajo de la media a razón de 12 millones por temporada. Algún equipo contendiente mostrara su interés para hacerse con uno de los mejores guantes de la competición.
Por lo general, la tendencia puede ser de vender piezas interesantes a cambio de un buen retorno, mientras se adquiere algún jugador de perfil bajo que refuerzan la idea de estos últimos años, no hay que hacer trades con los Rays.