La transición hacia un modelo de arbitraje digital en las Grandes Ligas, ha dejado de ser una utopía desde hace ya algunos meses, a pesar de que todavía parece estar lejos de una posible puesta a punto a nivel competitivo. Sin duda alguna, este modelo, el cual no es ni mucho menos exclusivo de nuestro deporte, requiere siempre de una implementación compleja. Reubicar el factor humano, para dar paso a la tecnología a la hora de arbitrar, suele ser siempre una lluvia de críticas y comentarios por parte de los aficionados más puristas, por lo tanto, debemos entender que estamos ante una propuesta altamente polémica. Por supuesto, desde Gestión Pitcheos, trataremos de analizar los pros y contras de este tema, desglosando la situación que lo envuelve, en aquellos 3 puntos que consideramos más relevantes para comprender la aplicación del Arbitraje Electrónico.
1. Tecnología
¿Qué tecnología se aplicaría para llevar a cabo este sistema de arbitraje electrónico?
Cuando hablamos de arbitraje electrónico, hablamos esencialmente de la implementación del cuadro de home en formato digital. Este nuevo modelo digitalizado, abstendría a los umpires de tener que decidir si un pitcheo ha sido bola o strike, al menos en términos de localización del lanzamiento.
Para poder establecer este sistema, las herramientas que se desean implementar son dos:
- Radar Doppler: Este radar se trata de un mecanismo a través del cual se miden los componentes de velocidad de blanco. Sin embargo, para los que somos unos auténticos negados en este tipo de terminología, lo más sencillo es entender que este tipo de radares se utilizan en ámbitos muy diversos como en el control de tráfico aéreo, los sondeos de satélites y los radares policiales de velocidad, entre otros.
- Sistema informático TrackMan: Dicho sistema estará conectado al Doppler, para poder así informar a los árbitros de la localización concreta de la bola en cada pitcheo. A través de unos auriculares, los umpires conocerán si el lanzamiento ha sido strike o no. Sin embargo, parece ser que la última palabra siempre la tendrían los árbitros.
2. Proceso de experimentación
Como en cualquier caso de transición hacia un modelo arbitraje electrónico, la fase inicial llevará un tiempo para poder ser implementado de forma definitiva. Actualmente, la MLB tiene un pacto con la Liga del Atlántico, un competición independiente de béisbol de los Estados Unidos, la cual dio inicio a su temporada a finales de Abril.
Inicialmente, dicho campeonato debería de haber albergado esta implementación tecnológica desde su primer juego, sin embargo, Major League Baseball anunció que su puesta a punto sería progresiva, según avanzara la competición.
Sin duda alguna, esta estrategia nos parece muy interesante para ambas competiciones:
- En primer lugar, la MLB verá testado su producto en un contexto competitivo, sin capacidad de que dañe su imagen directamente si algo sale mal.
- Por otro lado, la Liga del Atlántico, una competición con muchos menos recursos económicos, podrá implementar una tecnología que se erige como esencial para los próximos años. Actualmente, y más si hablamos del deporte norteamericano, es difícil encontrar competiciones profesionales sin este tipo de mecanismos que hagan del deporte un juego más abierto y transparente.
3. Decisiones polémicas
Lejos de considerar que este ajuste impulsará a la MLB hacia una competición mucho más justa, estamos seguros de que precisamente, este control electrónico sobre la localización del pitcheo, no evitará las decisiones polémicas en el juego.
Y no es que se trate de nada raro, dado que al final, los casos más dudosos de arbitraje sobre la zona de strike, vienen derivados de los movimientos de check swing, que a menudo pueden generar controversia. Este nuevo radar que pretenden incorporarse, no medirá nada al respecto del movimiento del bateador, por lo que nunca sabremos si un jugador ha pasado el bate o no, a la hora de hacer un check swing.
Sin ir más lejos, el propio Joe Maddon, técnico de los Cubs de Chicago, se pronunció al respecto:
“Todo el mundo está preocupado por la zona de strike electrónica. En mi caso, lo que deseo es una método electrónico para medir el check swing. Eso sería más interesante, lo preferiría. Permitamos que los árbitros sigan midiendo la zona de strike, pero busquemos una manera para controlar los check swings“.
Sea como sea, tecnología y béisbol siguen avanzando de la mano, como parece ser natural, sin embargo, no todo vale a la hora de implementar nuevos métodos. Una vez llegados a este punto, creo que debemos preguntarnos si es estrictamente necesario seguir reduciendo las decisiones humanas en el juego, para medir factores que no harán más justo este deporte.