Otro año de reconstrucción profunda en Baltimore. Año 2 ó 2 y medio en el cambio de paradigma de la organización. Después de vivir las dos peores temporadas desde la mudanza de St. Louis a Baltimore, los Baltimore Orioles 2020 están en camino de repetir otra temporada con más de 100 derrotas, cero aspiraciones y 1000 experimentos que permitan competir al equipo en los años venideros. Es decir, la misma narrativa del año pasado. Sin la expectativa que te proporciona el descubrimiento de la primera ocasión. La derrota se ha convertido en la norma y el tanking en nuestro procedimiento.
Dado que la temporada pasada el equipo se tuvo que conformar con la segunda peor marca del año, este curso el equipo directivo de Mike Elias está presto y dispuesto a volver a ser el peor conjunto de Las Mayores y volver a tener un #1 en el futuro draft de 2021. El trabajo ha sido concienzudo, desmejorando un lineup de por sí pobre. El objetivo es perder y perder. Perder para ganar en el futuro. Esperemos que no sea aporreando cubos de basura. Trust the process.
Perder, vender, perder y vender. Confiar en Elias y en Rutschman.
Volviendo al equipo, la venta de Villar hizo que el equipo perdiera a su segundo mejor jugador en ataque. Y a un pelotero capaz de jugar los 162 partidos. Con una, más que probable, marcha de Mancini en cualquier momento, el equipo se podría quedar sin referentes en mitad de temporada. Lo mismo ocurre en el pitcheo con Givens. Los jugadores en la propia MLB están sorprendidos que los Orioles no lo hayan vendido este verano. Por ofertas no sería, los planes desde arriba son otros; recuperar la mejor versión de ciertos jugadores para venderlos antes del 31 del próximo julio. Lo mismo que hablamos de Givens, podemos citar a varios jugadores en este aspecto: Cobb, Bleier, Castro, etc. En definitiva, cualquier jugador que pueda suponer un beneficio en forma de promesas o dinero internacional y que aligere una masa salarial ya de por sí pobre: tan solo 45 millones. De los que 30 están invertidos en Cobb y Chris Davis.
Para recuperar la versión de ciertos jugadores se empezará con una fuerte reconversión de los Orioles en un equipo moderno, avanzado y con analíticas de vanguardia. Del mismo modo que se hizo con los equipos de menores la temporada pasada, este año es el turno de la matriz. Entre tanto, una mirada estará fija en lo que hagan, precisamente, las promesas en los equipos de menores. En especial con el prospect #6 de la liga, Adley Rutschman, y todo aquel que pueda jugar en un medio/corto plazo en Baltimore. Sin ir más lejos, Ryan Mountcastle o Dean Kremer.
Altas Baltimore Orioles 2020
José Iglesias (INF) – Reds
Brandon Bailey (RHP) – Astros
Michael Rucker (RHP) – Cubs
Richard Ureña (INF) – Blue jays
Wade LeBlanc (LHP) – Mariners
Ramón Urías (INF) – Cardinalds
Bajas Baltimore Orioles 2020
Jonathan Villar (INF) – Marlins
Dylan Bundy (RHP) – Angels
Josh Lucas (RHP) – Nationals
Lineup Baltimore Orioles 2020
Uno de los peores lineup que han presentado los Orioles a lo largo de su dilatada historia. Siendo francos es el mejor resumen que se puede dar de este equipo. Con el traspaso de Villar, el equipo perdió a su segundo mejor jugador ofensivo y a un auténtico pelotero de calidad. La llegada de José Iglesias ayuda a mitigar el golpe y de paso mejorar la faceta defensiva de un equipo muy cojo en ese aspecto desde los traspasos de Machado y Schoop en julio de 2018. Río Ruíz contará ahora con suficiente espacio y tiempo para que se vea justificada su elección en el pasado Rule 5 Draft.
Junto a Hanser Alberto fueron los dos mejores defensores del conjunto el año pasado según Fangraphs. En el outfield contamos con Mancini que verá como el jardín cambia completamente este año. A su lado se encontrará una de las mayores promesas de los Orioles, Austin Hays ocupará -presumiblemente- el CF donde veremos si sigue con sus buenos números depositados al final de la temporada pasada. Santander y Stewart estarán rotándose en las esquinas a la espera de dar el salto definitivo este año. Sisco y Severino compaginarán el puesto de catcher haciendo acomodo hasta que llegue Rutschman. De Sisco debe esperarse un paso adelante en cuanto a su defensa y bateo de poder. Por último, solo podemos pedir que lo de Chris Davis no vaya a peor, otra vez…
Abridores Baltimore Orioles 2020
El concepto de rotación en el esquema de Hyde no existe, al menos canónicamente. Bajo el mantra <<todos los pitchers están disponibles para todos los roles>> Hyde maneja los lanzadores a conveniencia. A pesar de lo que diga Hyde, se entiende que habrá una rotación más o menos convencional en torno a dos jugadores: John Means y Alex Cobb. Means, la sorpresa de la temporada pasada, se sitúa como el máximo candidato a ser el abridor en el Opening Day. Después de ser segundo en la votación a mejor rookie del 2019 en la AL, Means será el ace de un equipo que ha viajado sin rumbo desde la lesión del traspasado Dylan Bundy. Y hablando de lesiones en lanzadores de Baltimore, se espera que Cobb sea capaz de dar el 100% después de un 2019 en blanco.
Sobre la base de que no hay una rotación fija, se intuye que Asher Wojciechowski, Brandon Bailey y Wade LeBlanc (si acaba entrando en roster) completarán la rotación con el único propósito de quemar el mayor número de entradas posibles. Este año será importante ver si con las mejoras que se han implementado en la faceta de lanzamiento con los nuevos programas de estadística avanzada y la mejora en defensa se acaba traduciendo en la ERA del equipo. Así mismo, será interesante la subida de ciertos talentos como Dean Kremer o Keegan Akin en Grandes Ligas.
Relevistas Baltimore Orioles 2020
Con un cuerpo muy cambiante, pocos serán los roles definidos en está campaña 2020. En 2019 los Orioles jugaron con cuatro closers y este año se espera mantener esa dinámica. Como posibles cerradores (y setups al mismo tiempo) veremos competencia entre Mychal Givens , Richard Bleier y Hunter Harvey. Castro y Fry seguirán alternándose el relevo medio. Todo indica que Michael Rucker – jugador escogido en el Rule 5 Draft- será el relevista largo a principio de temporada y que progresivamente irá entrando en una posible rotación. Poca mejora a un cuerpo de relevistas que fue el segundo peor de la MLB en ERA, solo por detrás de los Rockies.
General Manager
Mike Elias venía a Baltimore con la intención de implementar el sistema de reconstrucción y scouting que llevaron a los Astros a la victoria y a ser la franquicia que son hoy. Todo eso se ha quedado más diluido a raíz de lo acontecido. Sin embargo, sigue siendo el hombre con el plan. Plena confianza desde arriba.
Entrenador
Brandon Hyde es el encargado de manejar una plantilla sin identidad y que no aspira más que a perder y desarrollar talento. El año pasado ya tuvo pequeños problemas con los árbitros y con jugadores del roster, siempre defendiendo el modelo que se busca desde arriba. Su trabajo es ese. Seguirá hasta que se implante el modelo.
Puntos fuertes Baltimore Orioles 2020
-Camden Yards: El feudo de los Orioles es su mejor arma para conseguir bateo de poder. Aunque sea de manera artificial.
-Defensa en el diamante: Con la incorporación de José Iglesias, el infield de los Orioles ha dado un salto cualitativo en su defensa. Va a ser de ayuda para los pitchers, que el año pasado tuvieron el RA9 más bajo de la competición.
-Sin presión: Los jugadores de los Orioles saben dónde están y cuáles son las circunstancias de la franquicia. Un mal día no afecta, un buen día te puede conseguir un pasaporte a un contender. Con el nuevo sistema de analíticas, muchos jugadores podrán mejorar sus debilidades.
Puntos débiles Baltimore Orioles 2020
-Camden Yards: Irónicamente, también es una gran debilidad para los Orioles. Más en una división con Blue Jays, Yankees y Rays. Van a ser noches largas.
-Defensa en los jardines: De la misma manera que la defensa en las bases ha mejorado esta pretemporada, la de los jardines ha sido muy descuidada. Los únicos defensores con cierto nivel pueden ser Santander y Hays.
-Equipo sin identidad: Los Orioles son un equipo que es irreconocible. Una franquicia cuyos dos mejores jugadores (y más conocidos) son carne de traspaso. Los jugadores vienen y van. La imagen está pensada a largo plazo. No se si en ciertos departamentos están de acuerdo.
Conclusiones
Tal como la temporada pasada, este año todo lo que no sea una cifra cercana a las 100 derrotas y con un pick top 3 en el próximo draft, será considerada un “fracaso”. Un plus adicional al año podría ser la venta de Givens y/o Mancini antes del 31 de julio. Todo para reforzar a una granja que ha pasado de ser una de las peores de la MLB allá por 2018, a ser considerada dentro del top 10 a principios de este. El farm system seguirá siendo uno de los mayores atractivos de la temporada de los aficionados de los Orioles, así como las diversas noches temáticas y musicales que se suceden a lo largo de esta.
Evolución
Después de una accidentada temporada en 2015, los Baltimore Orioles volvieron a octubre en 2016 donde fueron eliminados por los Blue Jays con un HR de tres carreras de Encarnación. A partir de ese momento, el fin de ciclo y una serie de malas decisiones avocaron a Baltimore a la reconstrucción.