David Ortiz se retiró a finales de 2016. Todo sabíamos que su baja se iba a notar mucho, pero no esperábamos que tanto. El ataque de los Boston Red Sox fue de los peores de la liga en 2017. A la ausencia de Ortiz hubo que añadir un bajón inesperado en el rendimiento de algunos jugadores. Hanley fue un desastre, Bogaerts estuvo errático, a Pedroia le castigaron las lesiones y Betts fue humano.
A Boston le costó horrores anotar carreras. Los bates consiguieron tener buenos promedios de bateo y también consiguieron poner la bola en juego con cierta facilidad, pero no había poder. De hecho, el número de homers, el slugging y el isolated power de los Boston Red Sox estuvieron entre los cinco más bajos de la competición.
La solución parecía sencilla. Había que fichar a un gran bate. En esta ocasión Dombrowski se hizo un poco de rogar. Repitió hasta la saciedad que confiaba en que muchos de los jugadores mejorarían sus prestaciones en 2018 y que con eso bastaba. Pero Dombrowski vino a los Red Sox para hacer fichajes de relumbrón. Price en 2016, Sale en 2017 y… J.D. Martinez en 2018.
Martinez no solo era el mejor bateador disponible en el mercado, sino que es uno de los jugadores que más se ha beneficiado de eso que se llama fly-ball revolution. Esta consiste básicamente en modificar el swing para reducir el número de golpeos rodados y conseguir más bolas elevadas. De esta manera, en teoría, se consiguen más home runs.
Los Red Sox han visto en esto una posible solución a los problemas ofensivos del 2017. A la llegada de Martinez hay que añadir la de Tim Hyers como hitting coach. Hyers viene de trabajar en los Dodgers, donde se ha ganado la reputación de ser uno de los grandes gurús de la ya mencionada fly-ball revolution.
En el béisbol dos más dos no son siempre igual a cuatro, pero parece que Boston ha hecho lo posible por arreglar las carencias que tuvo la pasada campaña. Si a las mejoras en la ofensiva le añadimos una rotación consolidada y un bullpen correcto nos encontramos con un equipo que tiene muchas opciones de llevarse su división por tercera campaña consecutiva.
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Altas y bajas de los Boston Red Sox 2018
Altas: J.D. Martinez (OF, ARI), Mitch Moreland (1B, renovación), Eduardo Nuñez (INF, renovación)
Bajas: Rajai Davis (OF, CLE), Doug Fister (RHP, TEX), Addison Reed (RHP, MIN).
Equipo titular de los Boston Red Sox 2018
C: Christian Vázquez. Sabemos que no será el titular indiscutible y que se repartirá muchos partidos con Sandy León. Su defensa es de las mejores de la liga.
1B: Mitch Moreland. Un jugador cumplidor y poco acostumbrado a los fuegos artificiales. Buena defensa y algo de poder.
2B: Dustin Pedroia. Uno de los nombres más importantes de la liga en los últimos años. Está en el crepúsculo de su carrera y le tocará descansar con cierta frecuencia. Un modelo a seguir para los jóvenes.
SS: Xander Bogaerts. Tiene a todo el mundo un poco deshubicado por su irregularidad. En las dos últimas temporadas ha alternado tramos de All Star con otros de jugador muy justito.
3B: Rafael Devers. La próxima gran esperanza. Debutó la pasada campaña con solo 20 años y se hizo con un hueco en la novena titular. Nadie duda de su capacidad ofensiva, pero su defensa preocupa mucho.
LF: Andrew Benintendi. El jardín izquierdo de los Red Sox genera jugadores especialmente queridos por la afición. Benintendi pertenece a esa estirpe. Está por ver si “simplemente” se queda en un buen jugador o da el paso de convertirse en estrella.
CF: Jackie Bradley Jr. Su nombre ha sido pasto de rumores de traspaso durante toda la off-season, pero finalmente se queda. Una defensa basada en una gran colocación es su mayor virtud. Su velocidad y su poder ocasional le convierten en un bateador peligroso pero inconstante.
RF: Mookie Betts. 24 home runs, 26 bases robadas, 101 carreras anotadas, 107 impulsadas y .264 de promedio de bateo. Que se diga que Betts tuvo un mal 2017 con estos números demuestra que estamos ante un auténtico jugadorazo. Además, conviene recordar que su defensa está entre las mejores de las Mayores.
DH: J.D. Martinez. Y el culebrón del invierno acabó como se esperaba. Con Martinez los Red Sox cubren la carencia de poder que tuvieron en 2017.
Rotación de los Boston Red Sox 2018.
Cris Sale (LHP). El zurdo es uno de los mejores cinco abridores de la liga. En 2017 llegó a la cifra mágica de los 300 strikes outs y es hipnótico ver la velocidad con que trabaja. Su problema es que llega fundido a los finales de temporada. Deberán hacer algo para que esté más fresco en septiembre y octubre.
David Price (LHP). Todo lo que le rodeó en 2017 fue excesivo: enfrentamientos con la prensa, choques con leyendas de los Red Sox, lesiones y actuaciones memorables saliendo desde el bullpen con un Fenway rendido a sus pies. Si consigue mantenerse sano puede formar un tándem de ensueño junto a Sale.
Rick Porcello (RHP). Como Sale y Price son “poca cosa” los Red Sox cuentan con Porcello como abridor número tres. El ganador del Cy Young en 2016 no estuvo brillante en 2017, pero demostró que es capaz de “comer innings”.
Drew Pomeranz (LHP). Si su carruaje sigue sin convertirse en calabaza la rotación de los Red Sox estará entre las mejores de la MLB. Su buen 2017 estuvo marcado por un comentario: ¿Cuándo se lesionará/dejará de jugar bien? Pues aguantó toda la temporada.
Eduardo Rodriguez (LHP). Las lesiones han sido el denominador común en la carrera de E-Rod desde que completara un muy buen 2015 como debutante. Su operación de rodilla durante la off season lo dejará fuera de la competición durante las primeras semanas, pero se espera que le ayude a encontrar una regularidad de la que no ha disfrutado últimamente.
Relevistas de los Boston Red Sox 2018
Craig Kimbrel (RHP). Estamos ante uno de los tres mejores relevistas de la liga.
Joe Kelly (RHP). Fracasó como abridor, pero parece que hay hueco de sobra para él en el bullpen. Solo Chapman supera la velocidad de su bola rápida.
Carson Smith (RHP). Su tercera temporada en Boston y apenas ha lanzado debido a las lesiones. El año pasado dejó buenas sensaciones y su aportación es vital para apuntalar un bullen que trasmite dudas.
Entrenador: Álex Cora.
En Boston están de celebración. John Farrell se ha ido. Han sido varios los jugadores que han comentado lo mal que ha gestionado el vestuario en los dos últimos años, por lo que su salida parecía necesaria. Su posición la ocupa un tío al que distintos equipos se han rifado durante la off season: Álex Cora.
Cora viene de ganar las Series Mundiales con los Astros como asistente de A.J. Hinch. Su mayor virtud, dicen, es su capacidad para congeniar con los jugadores y crear buen ambiente, algo que en Boston necesitan con urgencia. Otro de los puntos a favor de Cora es que conoce la casa. Jugó en Boston durante tres temporadas y sabe lo que es lidiar con la afición y la prensa de la ciudad. Pedroia, uno de los pesos pesados del vestuario, ha dicho que Cora siempre ha sido una referencia para él. Quizás estemos ante el inició de una historia de amor entre Cora y Boston.
Tres puntos fuertes de los Boston Red Sox 2018
-Una rotación con tres Cy Young’s (aunque Sale no se haya llevado aún el premio).
-Uno de los mejores outfields defensivos de la liga.
-La certeza de que varias de sus estrellas estarán mejor este año que en 2017.
Tres puntos débiles de los Boston Red Sox 2018
-El infield plantea muchas dudas. Moreland es un parche, Pedroia está mayor y la defensa de Devers no convence en absoluto.
-Más allá de Kimbrel el bullpen no parece muy solvente.
-Un vestuario difícil en el que no parece haber un líder.
Dato curioso de los Boston Red Sox. “Príncipes de Maine, reyes de Nueva Inglaterra”.
Durante los primeros años de la década de los sesenta los propietarios de los Red Sox se plantearon llevarse la franquicia de la ciudad. El equipo no ganaba su división desde 1946 y un Fenway decrépito apenas atraía espectadores. Se tocó fondo en 1965 y 1966, dos años en los que el equipo acumuló cerca de 200 derrotas.
Entonces llegó el ’67. Una temporada que ha pasado a la historia como El Sueño Imposible. Unos Red Sox con los que nadie contaba se plantaron en las Series Mundiales, donde fueron derrotados por los Cardinals. Yaztrzemski, Conigliaro, Smith, Lonborg… un roster mágico dirigido por Dick Williams. A pesar de no ganar aquellos jugadores lograron que toda Nueva Inglaterra abrazará el equipo como suyo. Aquel año casi dos millones de espectadores pasaron por Fenway y el concepto de la Red Sox Nation empezó a tomar forma.
Prospectos Boston Red Sox 2018.
Jay Groome (LHP). No es habitual encontrar un pitcher de 19 años que domina el lanzamiento curvo. Solo por eso Groome merece atención. En 2017 se le atragantó el cambio de categoría y no rindió como se esperaba, pero se sigue considerando que tiene calidad de sobra para llegar a la Mayores.
Michael Chavis (3B). Un buen bateador con potencial para pegar con poder pero que está siendo lastrado por las lesiones. A pesar de tener un gran brazo su fildeo no es del todo bueno. Quizás su lugar este en los jardines.
Sam Travis (1B). Ya sabe lo que es jugar en la MLB. Es un estudioso del juego y suple sus carencias físicas con instinto y trabajo duro. Todo el mundo habla maravillas de él, pero la renovación de Moreland prueba que los Red Sox no las tienen todas consigo.