Como ya hiciera el año pasado, voy a analizar división por división las dinámicas de los equipos para comprender un poquito más el estado en el que se encuentran respecto al año pasado. Aunque aún faltan algunos nombres interesantes que pueden cambiar el barniz de cada uno de ellos. Para ello, voy a categorizar a los equipos en 6 categorías que son:
Pushing for championship: aquí incluiré aquellos equipos que ya optaban a ganar el título en 2023 y que su apuesta en esta postemporada ha sido la de redoblar esfuerzos.
Improving but not enough: en esta categoría analizaré los equipos que han dado un claro salto competitivo pero que no creo que les llegue para más allá que un puesto en playoffs.
Change of strategy: los equipos que han virado su rumbo para poder cambiar algunas cosas que no han funcionado serán los protagonistas en este apartado.
Same status as last year: nuevo año y mismas aspiraciones. Pocos cambios significativos en las franquicias que ocupan esta categoría.
Clear step back: jarro de agua fría para los aficionados de estos equipos que verán reducidas sus aspiraciones de forma evidente en 2024.
Saving money: mientras algunos intentan ganar, otros equipos lo único que buscan es minimizar su payroll para ganar más dinero. El desarrollo de jóvenes y la reconstrucción es la excusa para reducir año sí, año también los emolumentos de sus jugadores.
Hoy sigo con la división Central, auténtico patito feo de la liga Americana y donde apenas se ven candidatos más allá de acceder a playoffs vía título divisional, más que por méritos propios. Allá vamos.
Improving but not enough: si, a día de hoy, veo a un equipo mejorado respecto al año pasado en esta división, estos son los Kansas City Royals. Es más, diría que, si todos los astros se alinean, que no es poco pedir, hasta podría verles aspirando a ganar su división, aunque más por demérito rival que por méritos propios. Y es que es difícil sacar peros a su offseason. Su lineup ofensivo ha recibido refuerzos en Hunter Renfroe, que aportará bastante poder al lineup, y un Adam Frazier que deberá hacer tanto de utility, como para empujar a Massey a dar lo mejor de sí en segunda base. Además, Vinnie Pasquantino vuelve tras perderse gran parte de 2023 y se une a Salvy, Melendez y su jugador franquicia, Bobby Witt, Jr en el núcleo del lineup. Precisamente éste último es el protagonista de la postemporada Royal, al haber firmado un contrato bastante lucrativo que asegura a los Royals disponer en el largo plazo de un jugador que pinta a estelar. Si unes que la rotación tiene la mejor pinta de los últimos tiempos, liderada por un Cole Ragans obtenido de los Rangers en el traspaso de Aroldis Chapman, y los fichajes de dos veteranos como Seth Lugo, cuyo paso del bullpen a la rotación en 2023 fue bastante exitoso, y Michael Wacha, renacido en 2023, más los refuerzos en el bullpen como Nick Anderson, Will Smith o el último en llegar, John Schreiber, hace que las perspectivas, lejos de ser muy halagüeñas, sean, por lo menos, esperanzadoras. Los Royals han mejorado. Eso es evidente. ¿Pero será suficiente para poder aspirar a llegar a Octubre? Está difícil pero el reto está más cerca.
Same status as last year: los Cleveland Guardians llevan ya mucho tiempo intentando buscar el milagro de ser el tuerto en el reino de los ciegos. Y es que así sólo se explica que ganaran hace apenas un año su división, buscando economizar recursos y haciendo planteles con una escasez de talento ofensivo alarmante. Y eso que siguen sacando abridores como churros. Si hace cuatro años Shane Bieber era el Cy Young de la liga americana, o hace dos Triston McKenzie llegaba con fuerza a la liga, el año pasado, tanto Gavin Williams como Tanner Bibee o Logan Allen ponían buenos números, insuficientes para compensar la alarmante escasez de ataque del equipo (124 HRs en 2023, por los 151 de los Nationals, segundo peor equipo de la liga). ¿Qué han hecho los Guardians para solucionarlo? Fichar a Austin Hedges, uno de los mejores catchers de la liga…en defensa, y a un renegado de los Yankees, Estevan Florial. ¿Se puede esperar lo mismo en Cleveland? Yo apostaría a que sí. Ni siquiera se han atrevido a hacer el movimiento que todos anticipaban, traspasar a Shane Bieber en su último año de control. Y es que los Guardians es una de las franquicias que deriva sin rumbo fijo por la liga.
Same status as last year (2): ante la clara evidencia de que no hay ningún candidato al título en la división y que el único cambio de estrategia que veo es la reconstrucción de los White Sox, de la cual me invita a meterlos en el apartado siguiente, me toca repetir con un equipo que parece un calco del del año pasado. Y es que los Detroit Tigers siguen confiando en que su núcleo joven dé un paso al frente que les permita ganar la división, cosa que veo posible a día de hoy. En el apartado ofensivo, la apuesta por el prospecto Colt Keith se une a las de Spencer Torkelson y Riley Greene, al que se le espera sano para el opening Day, a pesar de su reciente cirugía Tommy John en su brazo malo. Y en defensa, Casey Mize debería volver de la misma cirugía, y unirse a los Tarik Skubal, Matt Manning o Reese Olson, que han dejado grandes sensaciones, sobre todo el primero, pero con poca constancia, por diversas cuestiones físicas. Para tutelar a semejante pléyade de jóvenes, este año los Tigers se han hecho con varios jugadores veteranos que deben ayudar a mantener el nivel. Mark Canha, siempre cumplidor, llega a los jardines, mientras que Jack Flaherty y Kenta Maeda buscarán suplir a su ace del año pasado, Eduardo Rodriguez, que ha marchado a los D’Backs. Además, Andrew Chafin, otro veterano que en Detroit es donde más ha brillado, ejercerá de setup o cerrador, si Alex Lange titubea. Los Tigers, que acabaron segundos en 2023 de su división a 9 partidos de los Twins, deberían luchar por lo mismo y, si los líderes titubean, cosa plausible, acechar al título divisional. Año I después de Miguel Cabrera.
Clear step back: absoluto fracaso. Esta es la descripción que se puede dar al proyecto de los Chicago White Sox de los últimos 4 años. 2 presencias en playoffs, un solo título divisional y ninguna eliminatoria ganada en playoffs es el desastroso saldo de una franquicia enclavada en una de las divisiones más flojas de la liga, siendo un proyecto realmente ambicioso. Y eso que la culpa se le echó 100% a Tony LaRussa, cuya labor fue bastante decepcionante, pero viendo la temporada de 2023, es difícil hacerlo. 61 victorias y 101 derrotas es el espantoso récord de 2023. Sin embargo, todo puede ir a peor. Con los Royals, colistas en 2023, en clara ascensión, y una plantilla totalmente reformada, hemos pasado de una rotación, por poner un ejemplo, de Cease-Lynn-Giolito-Clevinger, que empezaba 2023 en el sur de Chicago, a otra formada por Cease-Fedde-Kopech-Soroka-Flexen. Un bullpen con Liam Hendriks-Graveman-Bummer a otro donde los 3 últimos innings pueden ser lanzados por Tim Hill, Jesse Chavez o John Brebbia. Y en ataque, primero Abreu y luego Tim Anderson o Yasmani Grandal, claves en los últimos lineup de los White Sox, se han marchado, fichando a jugadores veteranos como Machete Maldonado o a jugadores muy devaluados, como Paul DeJong. Muchos que se han ido hablan de una cultura de club tóxica, lo que es francamente preocupante. PECOTA, aunque, para mí, lejos de ser una referencia en esto, les coloca colistas de una división cuyo nivel es asombrosamente bajo. Lo que habla de las expectativas en los Sox. Toca reconstrucción.
Saving money: ha habido mucha bulla entorno a la bancarrota de Bally Sports, pero si a alguien parece haberle afectado es a los Minnesota Twins, que ven como su payroll baja de alrededor de 160 millones a 117 de un plumazo. Un duro revés anímico para un equipo que venía de ganar su primer partido en playoffs en una pila de años, así como de romper su sequía de 2 años sin playoffs con el título divisional de 2023. Los Twins pierden a su ace, con permiso de Pablo Lopez, Sonny Gray, al veterano Kenta Maeda y al lesionado Tyler Mahle dejando una rotación con numerosos brazos, pero con muchas incógnitas. Su bullpen es, quizá, su área más fuerte, donde ha añadido a Justin Topa o Josh Staumont como refuerzos estrellas a añadir a los Jhoan Duran, Griffin Jax o Caleb Thielbar. En ataque, hay margen de mejora, ya que su jugador, a priori, estrella, Carlos Correa, tuvo un año muy por debajo de lo que cobra (33 millones). También se cuenta con el imposible de ver a Byron Buxton sano y ver crecer a su numeroso plantel de jóvenes. Algunos de ellos dejaron gratas sensaciones en 2023, siendo el ex número 1 del draft Royce Lewis la cúspide de ellos. Año de muchas incógnitas en Minneapolis. ¿Repetirán título? ¿O se sumergirán en la tremenda mediocridad que rige esta división? Ninguna de ellas me sorprendería.