Imagínense que viajamos en el tiempo a la España del siglo 16 o 17 y escuchamos a la gente hablar, entenderíamos lo que dicen, aunque muchas de las expresiones y palabras no nos serian muy familiares; algo muy similar es lo que ocurriría si viajáramos a los Estados Unidos de principio del siglo 20 y nos situáramos, por ejemplo, en el mítico Ebbets Field, entenderíamos todo lo que ocurre en el campo, pero si que se jugaba diferente en esa época. Es así como definiría la dead ball era, el béisbol que todos conocemos y disfrutamos, pero jugado de una manera tan particular que nos dejaría boquiabiertos en mas de una ocasión.
Este periodo, la Dead Ball Era, que duró unos 20 años, de 1900 a 1919 aproximadamente, tuvo muchas particularidades, no sólo en las gradas donde la gente iba vestida como si fuera al teatro, sino en el terreno de juego y el equipamiento. Se anotaba una cantidad muy pequeña de carreras (en 1908 se anotaron 3.4 por partido, la suma mas baja en la historia de las grandes ligas) y prácticamente no se pegaban cuadrangulares.
La razón de todo esto no es algo aislado sino un conjunto de factores que ponían en gran desventaja a los bateadores, factores que de no tenerlos documentados al dia de hoy no serian creíbles. Para empezar, se utilizaba solamente una bola durante todo el juego, que para colmo era una pelota mucho mas blanda que la de ahora y esta terminaba literalmente muerta, de ahí lo de Dead Ball era (época de la pelota muerta).
Esta única bola que se utilizaba no solo era difícil de ver por las manchas acumuladas durante el juego, sino que los lanzadores se empeñaban en hacerlo todo mas difícil todavía mediante una especie de trucos de dudosa caballerosidad. Teñían la bola con jugo de tabaco, lanzaban la famosa Spitball o bola ensalivada donde el pitcher mojaba la pelota con saliva o vaselina para que esta se mueva de manera errática y contaban también con otro tipo de lanzamiento muy de moda en ese momento, la Emery Ball, donde se raspaba la bola para alterar aun más su trayectoria.
Si eso no les parece demasiado, súmenle que estos pobres tipos a veces tenían que batear en campos muchos mas grandes que los habituales hoy en día, tal era la dimensión de estos que hasta el mítico Ty Cobb (el mejor bateador de esta era y el que tiene el mejor promedio de bateo de por vida en la historia del béisbol) dijo que en el Braves Field de Boston nunca nadie iba a sacar la bola afuera. Al no existir prácticamente el home run (varias veces el líder en cuadrangulares no llego a batear siquiera 10) era mucho mas habitual que ahora el “triple”, de hecho, la mayor cantidad de triples en una temporada (36 por Chief Wilson) y la mayor cantidad de triples bateados por un jugador en su carrera (309 por Sam Crawford) se dieron en la Dead Ball Era y estos récords son considerados al día de hoy como irrompibles.
Como se podrán imaginar, si uno tiene en cuenta todo lo mencionado, es imposible que el béisbol se haya jugado como se juega hoy en día. El juego se basaba mucho más en la estrategia, se robaban cantidades de bases mucho mayores a la que estamos acostumbrados y se practicaba mucho mas el Hit and Run. El toque de Bola ahora prácticamente en desuso era el pan de cada día, Eddie Collins por ejemplo se marco otro de los famosos récords inalcanzables al tocar la bola nada mas ni nada menos que 512 veces. A varios de los managers de hoy en día le saldrían canas verdes de solo pensar en un béisbol así.
Aproximadamente en 1919 la Dead Ball Era vio su fin con un incremento notorio de las carreras anotadas por juego, este cambio puede achacarse a varios factores como por ejemplo el cambio de la bola, ya que se paso a usar una con núcleo de corcho en remplazo de la de núcleo de goma, y de paso esta se cambiaba cuando se manchaba demasiado y ya no se veía bien. También se empezó a controlar a los lanzadores y se prohibieron los lanzamientos mencionados anteriormente como poco caballerescos (algo muy gracioso es que a un grupo de lanzadores muy asiduos al spitball se les permitió seguir usándolo porque con el habían “construido su carrera”).
Hay otro motivo fundamental además de los mencionados como desencadenantes del fin de la era y tiene que ver con un individuo, Estamos hablando de Babe Ruth, para muchos el mejor jugador de todos los tiempos. Cuando cambió de posición (de lanzador a bateador) y luego de equipo (el famoso traspaso desde los Red Sox a los Yankees) cambió el béisbol, en 1920 bateo 54 homeruns, 35 mas que el segundo en el conteo de la temporada, algo totalmente impensado para la época.