La serie llegaba a una de las catedrales del deporte mundial. Como no podía ser de otra forma, Fenway Park vistió sus mejores galas para tan magna y decisiva ocasión. La serie llegaba empatada a uno. Por lo tanto, como en otras muchas ocasiones, este tercer partido iba a ser clave.
Por parte de los Red Sox el abridor elegido por Álex Cora fue el héroe del Wild Card Game, Nathan Eovaldi. Eovaldi cuenta con una gran experiencia en postemporada en la que ha tenido grandes actuaciones.
El lineup ha sido el esperado. El único cambio con respecto al partido anterior ha estado en la receptoría. Kevin Plawecki empezó el partido en detrimento de Christian Vázquez.
Los Rays, por su parte, han elegido a Drew Rasmussen para empezar el partido en el montículo. El equipo de Tampa escogió ser agresivos en el manejo del pitcheo.
El lineup de los Rays ha sufrido varios cambios con respecto al partido anterior para adaptarse lo mejor posible al perfil de abridor de los Red Sox. Esto viene siendo tónica habitual en toda la temporada.
En la primera entrada los Rays aprovecharon para golpear primero en el partido. Un home run de dos carreras de Austin Meadows ponía por delante al equipo de Tampa Bay (0-2 para los Rays). Los Red Sox no tardaron en responder. En la parte baja de la primera entrada Kyle Schwarber conectó un home run solitario por encima del Green Monster para acortar distancias (1-2 para los Rays).
La segunda entrada fue bastante plácida para los lanzadores de ambos equipos. Eovaldi acumulaba ya seis strikeouts y la defensa de los Rays hacía su trabajo sin estridencias.
La parte alta de la tercera entrada fue resuelta sin problemas por los Red Sox a pesar del error grosero de Schwarber. La parte baja de la entrada significó el fin de la actuación de Rasmussen merced a los tres sencillos conectados por Arroyo, Schwarber y Hernández. Con ello los Red Sox empataban el partido (2-2) y tenían dos hombres en base. Josh Fleming entraba al montículo. Sin embargo, no pudo evitar que los Red Sox se adelantaran por medio de un sencillo de Rafael Devers (3-2 para los Red Sox). Los daños para los Rays no fueron a mayores. No obstante, tuvieron que realizar otro cambio de relevista para finalizar la entrada (Andrew Kittredge).
La cuarta entrada fue tranquila y no hubo cambios en el marcador.
Eovaldi resolvió sin problemas la parte alta de la quinta entrada. Los Rays volvieron a realizar un nuevo cambio de relevista. Pete Fairbanks no pudo evitar que los Red Sox ampliaran su ventaja gracias a un home run por encima del Green Monster por parte de Kiké Hernández (4-2 para los Red Sox). Hernández conectaba su séptimo hit consecutivo, estableciendo así un nuevo récord para los Red Sox en postemporada.
La sexta entrada supuso el fin de una buena actuación de Eovaldi. Josh Taylor y Ryan Brasier resolvieron la entrada sin cambios en el tanteo. En la parte baja de la entrada los Rays dieron entrada a J.P. Feyereisen en el montículo. La entrada terminó sin cambios en el marcador.
La séptima entrada se resolvió sin cambios en el marcador. Sin embargo, el baile de relevistas y pinch hitters había empezado.
En la parte alta de la octava entrada Wander Franco acortaba distancias gracias a un home run solitario por encima del Green Monster (4-3 para los Red Sox). Austin Meadows conectó luego un doble. Finalmente Randy Arozarena conectó otro doble para empatar el partido (4-4). La parte baja de la entrada se resolvió sin complicaciones para los Red Sox.
La novena entrada no significó cambio alguno en el marcador.
El encuentro llegaba a las entradas extras. Éste es el terreno para la épica y los grandes momentos. Cualquiera podía ser el héroe del partido. En este sentido el béisbol es el deporte más democrático de todos. En esta serie estas entradas extras tenían pinta de ser decisivas para el devenir de la serie.
Poca cosa sucedió en las entradas 10, 11 y 12. Los lanzadores sacaron adelante sus entradas sin conceder carreras. Especial mención la labor de Nick Pivetta. A estas alturas del encuentro muchos teníamos claro que iba a ser una acción puntual la que decidiera el encuentro.
En la entrada 13 los Rays estuvieron a punto de adelantarse en el marcador. Finalmente no lo hicieron fruto de un afortunado ground-rule double de Kiermaier después de que su batazo rebotara en Renfroe y se fuera a la grada. En la parte baja de la entrada Christian Vázquez se puso la capa de héroe y conectó un home run de dos carreras por encima de Green Monster que dejó en el terreno a los Rays.
Los Red Sox ahora se han puesto por delante en la serie. Hoy tienen la oportunidad de rematar la serie en casa. Cuentan con la ventaja de que los Rays pueden pagar el haber sido muy agresivos en el manejo del pitcheo de relevo durante esta serie y toda la temporada. Además los Red Sox tienen la moral por las nubes y el público a su favor. Los Rays, en cambio, tienen una papeleta complicada. Tienen que ser agresivos en el siguiente partido puesto que puede ser el último. Y lo tienen que hacer con un cuerpo de lanzadores bastante quemado. Finalmente otro tema a tener en cuenta es que los Rays apenas han tenido complicaciones durante la temporada y carecen de la tensión competitiva que tienen unos Red Sox que llevan jugando partidos a vida o muerte desde mediados de Septiembre.