En la Nacional Este, este año una de las divisiones más complicadas, los Bravos de Atlanta han sacado la cabeza para ponerse con cuatro victorias y media sobre el segundo, los Philadelphia Phillies. Es pronto aún para pronosticar escenarios, pero está siendo un gran mes de Junio para ellos. Un Junio para recordar, en el que, de momento, han ganado 14 de 19 partidos. Una racha que es la “culpable” de que los de Snitker estén primeros, cuando nos acercamos a la mitad de temporada regular. Los Bravos solo dejaron escapar la serie en Pittsburgh, el resto han sido favorables, incluyendo barrido en Miami y el de revancha en casa contra los Pirates.
Lo que están sufriendo ahora Mets y Phillies con las lesiones, ya lo pasaron los Braves al inicio de temporada. Fue una suerte de vacunación contra dicho mal, de la que han salido más fuertes. Con Arodys Vizcaino K.O. a las primeras de cambio y Mike Foltynewicz sin poder jugar, el pitcheo fue de circunstancias y el inicio se hizo duro, como bien describe la serie inaugural contra Philadelphia.
Los jóvenes al poder
Pero ahora, bien metidos en temporada, las lesiones arrecian para todos y las grandes plantillas se ponen a prueba. En Atlanta, los lanzadores novatos Max Fried y Mike Soroka están deslumbrando. Nos habían avisado de que la generación que estaba por venir era prometedora, pero no creo que muchos tuviéramos unas expectativas tan altas. Pasó lo mismo el año pasado con Folty y Sean Newcomb. Fried lleva siete victorias en catorce partidos y Soroka lleva… ¡ocho en doce, con una ERA de 2,12!
Eso por el lado de los lanzadores, pero es que al bate, el rookie Austin Riley está ya marcando nuevos récords de la franquicia. En su debut MLB, el 15 de mayo (es decir, acaba de llegar) ya la sacó del campo. Ha alcanzado la alucinante cifra de 10 homers en sus 26 primeros partidos. Se cuentan con los dedos de la mano los jugadores que han conseguido tal hazaña en la historia.
Los problemas de los rivales
Todo esto coincide con un momento duro para los de la ciudad del amor fraternal. Los Phillies han perdido los últimos cuatro, pasándolo mal contra los rivales directos. La baja de Andrew McCutchen para el resto de temporada hace daño, tanto o más que los problemas con la justicia de Odubel Herrera. Ese outfield que era la envidia de todos se ha desvanecido. Ni siquiera Bryce Harper está a la altura, quizá arrastrado por la marea de desgracias. Por delante, y hasta mediados de Julio, vienen series en exclusiva contra los rivales de división. Bueno, contra los rivales de división y Miami, que solo son rivales de si mismos.
Los Miami Marlins ganan un partido aquí y allá de vez en cuando, pero no tienen aspiraciones a nada. Se esperaba algo más de Starlin Castro y de la proyección de Brian Anderson, pero en lo que va de temporada ni siquiera ellos relucen. Ureña es baja de larga duración y Caleb Smith, que era el que mejor lo estaba haciendo desde la lomita, también está ahora en la lista de lesionados.
Los Mets y los Nats están por debajo del cincuenta por ciento. En Washington están disfrutando con sus lanzadores iniciales en el mismo grado que tirandose de los pelos con sus relevistas. Tienen una de las mejores rotaciones de la liga y si el bullpen espabila pueden mejorar mucho resultados. Traer a Patrick Corbin fue un gran acierto y Max Scherzer anteayer jugó con la nariz rota sin inmutarse. Es el WAR de la rotación más alto de la liga con mucha diferencia (6,8 frente al 4,6 de los Indians que son segundos en el ránking). Sin embargo y aunque Anthony Rendon es claramente el jugador de posición franquicia y está a gran nivel, los problemas defensivos son una losa visible, ni Trea Turner, ni Wilmer Difo (ahora de baja), están haciendo un buen papel defensivo. De todos modos, si consiguen salir airosos de la serie de este fin de semana contra Braves, luego encadenan solo rivales asequibles de aquí al All Star: Marlins, Tigers y Royals. Posiblemente se planten para entonces mucho más arriba de lo que están ahora.
Todo lo contrario para los Mets, que se enfrentaran a Phillies, Bravos, Cubs y Yankees. Ahí es nada. Y es que, como decíamos al principio, parece que han llegado las diez plagas bíblicas sobre ellos. Malos tiempos para la lírica de un Pete Alonso que está dejando a todos boquiabiertos en su primer año. 24 homeruns, a solo 3 de un todopoderoso Yelich.
Aprovechar el momento de los Bravos
El futuro se pone de cara para los Bravos. Si saben aprovecharlo, pueden abrir más brecha antes de que llegue el parón. Y es que no solo los jóvenes se están luciendo. Los pocos fichajes que se hicieron en invierno, están en un momento dulce. El hacedor de lluvia Josh Donaldson ha calentado y ahora es indispensable en unos Atlanta Braves que por otro lado están en el top tres de los equipos que más producen. Incluso el veterano B-Mac está con unos números ofensivos que no envidian nada su mejor época con los Bravos. Realmente Brian McCann está como en casa en el estado de Georgia. Y no hace falta hablar de Acuña, Freeman, Albies y compañía, que ya hace mucho que se ganaron los galones que lucen.