El tablero del coloso de Cerro Patacón, el Estadio Rod Carew en Ciudad de Panamá, marcaba las 8:33 p.m. hora local, cuando el arbitro principal daba el grito de “play ball”, para dar inicio al juego entre los Cardenales de Lara de Venezuela y los Charros de Jalisco de México, mismo que ponía fin a la quinta jornada de la Serie del Caribe Panamá 2019.
Ante un lleno de feria (como llamamos en Panamá), ambos equipos salieron al terreno lo que provocó la algarabía de sus aficionados, unos ocho o nueve mil aproximadamente y que en un noventa por ciento eran de la tierra de Simón Bolivar.
Y es que la colonia de Venezuela en tierras panameñas es bastante grande, y el Rod Carew fue el punto de encuentro ideal para los hermanos Venezolanos quienes cantaron a todo pulmón su Himno Nacional, además desplegaron dos inmensas banderas con la palabra “Libertad” escrita en la parte superior y gritaban también al unísono la misma palabra.
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Pero lo nuestro es el béisbol y vamos a ello:
Los venezolanos abrieron el encuentro con imparable de Amarista, lo que auguraba para sus fanáticos un buen arranque, sin embargo, la defensa y el pitcheo de México no permitieron que eso pasara.
Por su parte México hizo saltar al enmascarado “Blue Demon” y a los poco más de 300 fanáticos de las tierras norteñas que fueron a apoyarlos, anotando 2 carreras en el cierre de la primera producto de una base por bolas, dos hits consecutivos y un fly de sacrificio.
Con el partido 2 a 0 a favor de los Charros, ambos pitchers abridores se apretaron el cinturón y mantuvieron el juego en calma en los episodios 2 y 3, hasta que en la baja del cuarto México anotaría otra impulsada por Valdéz y llegaría en las piernas de Agustín Murillo quien había conectado un doblete por la raya de la tercera base y que al venezolano Rivero solo le dio tiempo de anotar la placa.
Pero la reacción de los de Lara no se haría esperar y en la parte alta de la quinta se revelaron contra el abridor Mexicano Marco Tovar a quien luego de dos out le anotaron 2 carreras producto de 3 imparables consecutivos provocaron la salida de Tovar, sin embargo, el nuevo tirador mexicano José Oyervidez, obligó a Ravelo a dar un rodado a tercera base que se convirtió en error en tiro del tercera base Mexicano Murillo y que pudo poner fin a las aspiraciones de Venezuela sin daño alguno, este error hizo que México trajera a Alexandro Delgado quien hizo que Luis Giménez terminara el episodio con un rodado a primera.
Al consumir México su quinto turno y con el marcador 3-2 a favor, borrarían la sonrisa de los rostros de los casi ocho mil aficionados venezolanos que se dieron cita al encuentro, ya que anotarían dos carreras en las piernas de Mendoza con imparable de Valdéz que también pasaría por el home play con un “texas” de Ríos a la que el segunda base y los jardineros central y derecho solo llegaron para hacerle reverencia.
En la apertura del episodio seis Venezuela llenaría las bases y anotaría 2 carreras más por intermedio de Querecuto y De Aza, para mantenerse cerca en el marcador para lo que sería el último tercio de juego, pero los mariachis tenían otros planes, y en la baja de ese episodio con dos corredores en los senderos, Victor Mendoza, conectaría cuadrangular por el jardín derecho, que aún se desconoce su paradero, para así poner el marcador 8-4 y dejar su registro personal de la noche con 4 imparables en 4 viajes al plato y 4 remolcadas.
Venezuela no anotaría más y México quiso ya poner el último clavo en el cajón con una anotación más en el cierre de la octava para dejar el marcador 9-4 y darle paso a Sergio Romo para enfrentar en la novena a Castillo (K), Ravelo (4-3), Giménez (H9), Querecuto (K), para así sellar su tercera actuación en esta serie y preservar el triunfo de México, que los deja con marca de 2-2 y a la espera de que Cuba les haga el milagro para pasar a la final de la Serie del Caribe.
