Hoy hablamos de los Miami Marlins 2019.
Los aficionados probablemente no lo entiendan y el Marlins Park cada vez está más vacío. La propuesta del General Manager Derek Jeter en su segundo año, aparentemente no tiene mucho sentido. Supuestamente los Miami Marlins están inmersos en una profunda reconstrucción, para intentar sacarlos de la racha de nueve años consecutivos por debajo del 50 por ciento de victorias. Pero lo que se ve no parece corresponderse con eso.
La franquicia tiene un farm system valorado como el quinto peor, no tiene actualmente ningún prospect entre los 100 primeros a excepción de Sixto Sánchez, y los grandes jugadores que recientemente han vestido la camiseta de los Marlins, se han marchado sin dejar a cambio la promesa de un futuro mejor. No corren buenos tiempos en la joven franquicia de Florida.
Sin embargo, aunque esta temporada las expectativas están por los suelos, es posible que el tiempo nos quite la razón. Es posible que esos jugadores emergentes como Walker, Anderson, Brinson y O’Brien, exploten en mayor o menor medida para llevar más lejos al equipo. Está claro que la salubridad económica se ha restaurado y que hace falta más de un año para ver crecer lo que se ha destruido desde sus raíces.
Pero siendo objetivos y realistas, es mejor no esperar mucho de esta temporada, en la que no se ha traído a ningún jugador significante. Lo más reseñable es, probablemente, la llegada de algunos veteranos aún con pilas para dar destellos de clase, como Romo o Granderson. Aunque es evidente que están en otros momentos de su carrera, a años luz de lo que pudieron ser.
Entre juventud desconcertante y veteranía acuciante, se puede clasificar a todos los peloteros de los Marlins. No hay, este año, ninguna figura estelar en ninguna de las facetas del juego, y eso siempre se nota. Hay nueva vuelta de tuerca al logo y a los uniformes pero poco más. Es otro año, en el mejor de los casos, para crecer e intentar cambiar las cosas desde sus cimientos. Si es posible dando alguna alegría puntual a su desencantada afición.
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Altas y bajas de los Miami Marlins 2019
Altas: Sergio Romo (RHP), Neil Waker (2B), Curtis Granderson (LF), Jorge Afaro (C), Rosell Herrera (CF), Riley Ferrell (RHP)
Bajas: J.T. Realmuto (C), Justin Bour (1B), Christopher Bostick (2B), Cameron Maybin (OF), Braxton Lee (OF),
Kyle Barraclough (RHP), Javy Guerra (RHP), Nick Wittgren (RHP), Chris O’Grady (LHP)
Equipo titular de los Miami Marlins 2019
C: Jorge Alfaro. El receptor colombiano llega de Philadelphia en el canje por Realmuto. Es joven y tiene mucho margen de mejora, pero está claro que es peor defensor que la media y mejor bateador que la media en su posición, aunque los ponches son aún un lastre grande.
1B: Neil Walker. En un equipo en el que reinaran las oportunidades para los jóvenes, hace falta un contrapunto veterano. Y si además es zurdo, mejor. Con experiencia en todas las posiciones del cuadro. Le falta regularidad al bate y poder para estar en primera. Probablemente alternará el puesto con Peter O’Brien.
2B: Starlin Castro. Otro de los «mayores» a sus 28 años. El dominicano, cuatro veces All-Star, tiene ya una larga carrera en las mayores. Llegó implicado en el traspaso de Stanton y es sin duda el jugador franquicia. 3,3 de War en la temporada pasada.
3B: Brian Anderson. Puede jugar en la esquina caliente o en el jardín. La pasada fue su temporada de rookie y lo hizo de lujo. Es el modelo a mirar de lo que quiere Miami que sea su reconstrucción. Con un poco más de potencia se convertiría en un jugador insignia.
SS: J.T. Riddle. Otro de los pocos zurdos de los Marlins. El año pasado compartió puesto con el venezolano Miguel Rojas. Si mejora su capacidad al bate, será solo suyo el sitio.
LF: Curtis Granderson. Veterano de 38 años que llega para ayudar. El año pasado en Blue Jays Y Brewers hizo .242 y 13 homers. Inextinguible. Con la experiencia necesaria para las situaciones complicadas.
CF: Lewis Brinson. Supuesto pilar de la reconstrucción. Juventud exultante, pero el año pasado su swing no funcionó. Ha hecho ajustes y puede que en 2019 le dé la vuelta a este problema.
RF: Peter O’Brien. Hijo de refugiada cubana, O’Brien a sus 28 sigue buscando un hueco. En las mayores y en el campo, al que llegó de inicio como catcher. Con su 1,93 y su complexión, es uno de los bates más potentes del club.
Rotación de abridores Miami Marlins 2019
José Ureña (RHP). Dominicano de 27 años, es el Ace de una rotación en progresión. ERA de 3,98 en 2018, con problemas con los hbp. Pero el final de la temporada pasada fue esperanzador y hacer 9 victorias de las 63 del equipo siempre es remarcable.
Trevor Richards (RHP). El pitcher no drafteado en el que nadie creía está abriéndose paso en los Marlins. 130 strikeouts en 25 partidos empezados el año pasado. Tiene un cambio de 80 millas en el que la bola parece caer muerta.
Pablo López (RHP). Un favorito de la afición aunque solo haya disputado 10 partidos en su temporada de rookie. El risueño venezolano es un pitcher prometedor y hábil con el bate.
Sandy Alcantara (RHP). Dominicano de 22 añitos, está dejando buenas sensaciones en Miami. Tiene una rápida de 98 millas y muchas ganas de crecer en la liga.
Caleb Smith (LHP). Es una de las notas positivas del entrenamiento de primavera y uno de esos peloteros en progresión fulgurante. El zurdo es una máquina de hacer strikes y va a subir en la rotación de manera inminente.
Relevistas de los Miami Marlins 2019
Drew Steckenrider (RHP). Con mayor probabilidad para ser el cerrador del equipo. 3,90 de ERA en 71 apariciones en 2018. Alto y con un físico que ayuda para tener una bola rápida que llega casi a las 100 millas.
Wei Yin Chen (LHP). El zurdo taiwanes es uno de los mejores pagados del equipo, pero no rinde a la altura, es uno de los contratos losa para el club. En casa hizo buenos números en 2018, pero por algún motivo no encuentra la zona cuando lanza lejos del Marlins Park.
Sergio Romo (RHP). Otro de los que puede también ayudar a uno de los grandes lastres del año pasado, cerrar bien los partidos. El veterano de 36 años ha llegado junto con su terrorífica slider a la ciudad de Miami.
Adam Conley (LHP). La temporada pasada duplicó numero de apariciones pero no con los resultados deseados. WAR negativo y mucho que recorrer para hacer que el bullpen no sea uno de los peores de las mayores.
Entrenador, Don Mattingly
Sangre Yankee para organizar el equipo de Florida, parece que es lo habitual en neoyorquinos como Jeter o Posada. Debe ser que es verdad que Miami es un buen sitio como retiro de tu carrera de jugador. Don Mattingly jugó 14 años con los Yankees y tiene el «honor» de ser el único pelotero de la franquicia al que se le ha retirado la camiseta pero no ha ganado ningún anillo. Después de dejar el guante aparcado, continuó carrera en el equipo del Bronx, de la mano del mítico manager Joe Torre, al que siguió a Los Angeles cuando se marchó a los Dodgers. Allí le relevó en el puesto en 2011, hasta romper la relación con los Dodgers en 2015, después de encarrilarlos para volver a ser el referente de su división.
Desde 2016 intenta ayudar a los Marlins, en una época complicada para el equipo. Este año es el último de contrato y no se sabe nada de una renovación. El manager ya ha declarado que está mayor para preocuparse de otra cosa que no sea lo que tiene entre manos, que bastante tiene. Con el limitado material con el que cuenta, intentará que la temporada sea respetable y sobre todo, que el equipo siga creciendo.
Tres puntos fuertes Miami Marlins 2019
-Nada que perder. Todo el mundo les pone últimos de división con diferencia. Sin presión y con ganas de reivindicarse, podrían aparecer buenas cosas y seguro saldrán buenos partidos.
-En proyección. Varios jugadores en crecimiento exponencial, en ese momento de la curva de mejora en que poco tiempo es mucho para ver evoluciones.
-Potencia en el exterior. Brinson y O’Brien tiene potencial para romperla. Con la ayuda de Granderson, Garrett Cooper y Rosell Herrera, el outfield tiene muy buena pinta este año.
Tres puntos débiles Miami Marlins 2019
-Inexperiencia. Tanto en el equipo de lanzadores como la mayoría de los jugadores de posición, la juventud reina y también la falta de saber estar en las mayores.
-Apoyo de la afición. Al Marlins Park últimamente no va ni la familia de los jugadores. Hay partidos de las menores con más público. El equipo lleva un tiempo sin estar arropado.
-Experimentos. Desde fuera a veces no se sabe si Jeter y Mattingly saben lo que están haciendo o solamente están con pruebas a ver que es lo que les funciona. Y esas sensaciones transcienden.
Datos curiosos Miami Marlins 2019
Desde 2015, cuando Miguel Rojas se le ocurrió salir al campo después del partido, con una careta de mono y una tarta en la mano, se ha convertido en tradición en el Marlins Park hacer un poco el simio. Normalmente ocurre cuando la victoria es por walk off, aunque a veces si se le echa de menos no hace falta más excusa que una entrevista post partido. El mono sale a la pista y estampa una tarta de nata al protagonista de la noche. El infielder venezolano es el usuario habitual de la máscara, pero la tradición no se pierde cuando Rojas es al que le tocan los focos de atención. Otro compañero se encarga de tomar el relevo y continuar con el ritual kitsch que lleva tres años haciendo la gracia, al más puro estilo de los tres chiflados, en el campo de los pescaditos. Las victimas, ya con resignación, se someten al mono, a la tarta y a veces hasta a espuma de afeitar por la cabeza. Para algunos una manera más de dar espectáculo y ambiente, para otros, estupideces de chiquillos y falta de seriedad profesional.
Prospectos Miami Marlins 2019
Sixto Sánchez (RHP). La apuesta de futuro que proviene del cambio de Realmuto. Según MLB Pipeline, el prospect número 21 de la liga. A menudo comparado con un joven Pedro Martinez. En 2018 no jugó mucho por culpa de varias lesiones. Sin embargo podría incluso debutar al final de la temporada en mayores. Es el pelotero más en la línea de potencial ace que tienen los Marlins ahora mismo.
Victor Victor Mesa (CF). Con menos opciones de debut, pero también con posibilidades. Junto con su hermano pequeño, ambos hijos de un legendario jugador cubano, llegaron a Marlins para dejar buenas sensaciones. Más allá del lio de sus nombres, ya que su hermano también se llama Victor y el padre también. Después de la desgracia de José Fernández, este puede ser el gran impacto de un jugador cubano que estaban buscando desde hace tiempo en Miami.
https://www.youtube.com/watch?v=l2UPLReBlFg