En mayo, en un partido de Los Angeles Angels regalaban el muñeco cabezón de Mike Trout, el por todos considerado el mejor jugador del mundo. Los que se lo perdieron, sin embargo, tendrán más oportunidades de conseguir el ‘juguete’, pues el equipo de Anaheim tiene programados tres partidos más, siendo el primero el próximo 18 de julio contra los Nationals, donde regalarán a su gran estrella en formato cabezón.
Los habitantes de Los Angeles tienen a Mike Trout hasta en la sopa, pues aparece en muchas vallas publicitarias a lo largo de la ciudad y protagoniza campañas en las que lanza desde bocadillos y bebidas energéticas, hasta galletas saladas. Sin embargo hay algo que desde que era un niño nunca ha cambiado. Él.
Nadie discute que Mike Trout es el mejor jugador de béisbol del mundo, pues tiene todas las herramientas necesarias para ser buen jugador. El outfielder lo da todo en cada entrenamiento y partido y juega con una contundencia, explosividad y elegancia exquisitas. Además, es el prototipo de héroe americano, pues, además de haber alcanzado el éxito mediante su increíble talento y el esfuerzo, está prometido con su pareja de toda la vida y sigue viviendo en Millville, Nueva Jersey, donde fue criado. Es el ídolo de todos y cada tarde firma montones de autógrafos sin que la sonrisa se caiga de su cara. La fama no le asusta.
“Que la gente venga y te anime te hace sentir muy bien”, dijo en una entrevista en su vestuario al finalizar un partido en mayo. “Es verdad que siempre quieres tener tu espacio, tu privacidad y tener tiempo para ti fuera del campo. Pero siempre me digo a mi mismo que si no eres reconocido quiere decir que no estas haciendo nada“.
Volviendo al campo, Mike Trout lo hace absolutamente todo, aunque ahora está lesionado. De momento, ha jugado ya cinco temporadas enteras, cada una de ellas siendo primero o segundo en la votación para el MVP. Este año está dominando tanto que podría ser su mejor temporada promediando, (a fecha 30 de junio de 2017), una media de bateo de .337, un .461 de OBP y .742 de SLG (su mejor temporada hasta la fecha consiguió .590).
UN ATLETA SIN MARCA
“Es increíble lo que es capaz de hacer y además lo hace a diario”, declaró Matt Shoemaker tras terminar un partido a principios de junio. “Siempre hace algo que hasta ahora nadie había hecho”. A Mike Trout le han llamado de todo y dicen que tiene la potencia de LeBron James y el brazo de Tom Brady, aunque en sus manos le faltan los anillos. Además, al outfielder carece de algo que para otros deportistas es importantísimo: una marca.
Por cada producto que promociona, Mike Trout ha rechazado decenas de oportunidades. Aunque es un fijo en el All-Star Game, del cual se ha llevado dos MVPs, nunca ha participado en el Home Run Derby ni ha aceptado acudir al World Baseball Classic con su selección y, a pesar de tener en Twitter más seguidores que ningún otro jugador de béisbol, nunca publica nada que tenga que ver con su vida, excepto noticias sobre sus amados Philadelphia Eagles.
En una entrevista en The New York Times, el jugador habló claro. “Hay patrocinios que tienes que hacer pero intento hacer los mínimos. Durante la offseason, por ejemplo, intento mantener mi mente tan lejos del béisbol como pueda. No necesitas esos patrocinios y sesiones de fotos porque lo trae de vuelta. Durante la temporada sí hago algunos, pero solo soy un jugador de béisbol. Mi trabajo es venir al campo, intentar ser mejor cada día y ayudar a ganar a mi equipo”, dijo sin tapujos.
Así es como Mike Trout concibe su fama, pues considera que no es una estrategia para mejorar su imagen sino una representación de sus valores en esta etapa de su vida. Su padre, Jeff, fue jugador de las ligas menores y Mike sabe lo difícil que es estar donde ha llegado y entiende que lo que significa jugar al béisbol, la necesidad de trabajar duro, jugar con intensidad, mantenerse concentrado y centrarse en cada partido sin importar el anterior. A diferencia de otras superestrellas, no tiene ningún tatuaje visible, no lleva un corte de pelo extravagante ni nada que lo distinga en sus zapatos o uniforme. Nada en él llama la atención, excepto su extraordinario talento.
“Nosotros lo entendemos así”, dijo su agente, Craig Landis, en una entrevista para el rotativo neoyorquino. “Lo que sea que está haciendo, lo hace bien. Tenemos muchos entrenadores de colegios y equipos de ligas menores que nos dicen: ‘Les pedimos a nuestros chicos que miren a Mike Trout e intenten ser como él’. Parte de esto es que él no sale a autopromocionarse. No se preocupa por eso”, explicó.
MENOS NOTORIEDAD
Todo el mundo lo aclama pero no vende camisetas. Dentro de la MLB hay nueve jugadores que vendieron más camisetas el año pasado. LeBron James, Tom Brady y muchos jugadores de fútbol europeo ostentan números mejores que Mike Trout en este aspecto. ¿Es que un jugador excepcional, con una habilidad que solo se encuentra una vez cada mucho tiempo, no debería estar incluido en la lista de los vendedores? Danny Espinosa, infielder de los Angels, fue preguntado por esto hace un tiempo y dijo que no sabía que esperan los aficionados de Mike. “No sé si la gente quiere drama o algo, pero sí sé que Mike Trout nunca les va a dar eso. Él juega con una sonrisa en su cara cada día”, explicó.
Esa sonrisa le ha hecho famoso entre sus rivales. Un día, Todd Frazier admitió que al eliminarlo siempre le dedica una sonrisa. Mike Trout siempre disfruta el béisbol y para él jugarlo es un regalo caído del cielo.
Por otro lado, muchos partidos de los Angels se juegan más tarde de las 22.00 horas, tiempo de la Costa Este, por lo que la hora de sus partidos tampoco le ayuda a que el país lo siga. Ningún partido de los Angels está programado para ser “Sunday Night Baseball“, uno de los escaparates más grandes de este deporte. Sin embargo, la excusa de la televisión no es la única explicación de la baja notoriedad de la estrella fuera del ámbito del béisbol.
POCO ÉXITO
A la edad de los 25 años, otras superestrellas como Ken Griffey Jr., Mickey Mantle y Hank Aaron, jugadores similares a Mike Trout según Baseball-Reference, ya habían ganado sus primeras World Series, algo que también hizo Derek Jeter, la última superestrella nacional que ha dado el deporte de la pelota.
El único título de los Angels llegó en 2002 y nunca le han dado la oportunidad de hacerlo a Mike Trout. El equipo terminó con un récord negativo de 74-88 el año pasado y este año (a día 5 de julio de 2017) van 43-45, también por debajo del .500. Mike Trout solo ha pisado la postemporada una vez, el año 2014, y fueron barridos por los Kansas City Royals en primera ronda tras un 1 de 12 al bate en las series de Mike.
Debido a su gran rendimiento, él sería uno de los pocos exentos de responsabilidad si hay dudas respecto al juego del equipo. El general manager del equipo, Billy Eppler, dijo que, como un equipo de un gran mercado, los Angels tienen el potencial de atraer grandes jugadores en la agencia libre. Sin embargo, para ser regulares tienen que comprometerse a construir desde dentro. Eppler expresó que deben desarrollar más jugadores que se complementen con Trout.
El camino del equipo para maximizar el potencial del mejor jugador del mundo sería un problema mucho mayor si, como Griffin Jr. o Mantle, Trout fuera un tipo diferente de persona, alguien que buscara ser el centro de todo. Con su jugador, los Angels son un oasis tranquilo donde debería haber una tormenta.
El trabajo de Trout es jugar al béisbol y él ama su trabajo, que además lo hace mejor que nadie en la liga. La supestrella de los Angels no es la más reconocida del mundo, como tampoco es el atleta más popular del planeta, pero tampoco tiene detractores. Eso querrá decir algo. ¿Quién necesita una marca cuando la vida es perfecta?