«Espera lo mejor, planea para lo peor y prepárate para sorprenderte.» Denis Waitley.
Debo confesarme ante vosotros. Puedo decir, sin vergüenza ni arrepentimiento, que al inicio de esta temporada situaba a los New York Mets en playoff. Es más, creía que había fundamentos sólidos para que salieran campeones de división.
¿Por qué puedo decirlo con tanta tranquilidad?
Porque sé que no era el único. Numerosos periodistas, analistas y aficionados lo pensábamos. Eso sí, no conozco a nadie que no añadiera una coletilla al final, esa maldita coletilla que malogradamente se ha convertido en eso: maldita.
«Si la rotación se mantiene sana…»
¿Recordáis como anunciaba la temporada la MLB? ¿Recordáis a los chicos hambrientos de Queens?
Pero no es momento para hablar del pasado. Estamos en septiembre y tal y como va el presente de la franquicia neoyorquina solo hay una cosa en la que pensar: el futuro.
Esperar lo mejor y planear para lo peor
Antes de nada, tenemos que ser realistas. La temible rotación que esperábamos se ha esfumado. Quizá llegue otra, pero no será esta. Matt Harvey puede no estar aquí en 2018, Steven Matz y Zack Wheeler alternan una lesión con otra y Noah Syndergaard intenta volver antes de que termine la temporada… para no estar más de 10 meses sin jugar un partido en las mayores.
No obstante, no hay indicios de que «Thor» vuelva por debajo del nivel esperado y sólo veo a este último junto al estelar Jacob deGrom como seguros en la rotación.
Por desgracia, apuntalar la rotación no es la única preocupación de los Metropolitanos.
En mi opinión, es crucial ejercer la opción de Asdrúbal Cabrera por 8’5 millones de dólares. Amed Rosario es el futuro shortstop del equipo, olvidándonos de las dudas sobre si está preparado o no para actuar con regularidad, un jugador como Cabrera que actúe con versatilidad en el campocorto, en segunda y en tercera es fundamental. Aporta profundidad a la plantilla.
Profundidad que necesitan en todas las posiciones. La ofensiva no puede depender de Yoenis Céspedes y no sabemos cómo volverá Michael Conforto de su cirugía en el hombro. Juan Lagares y Brandon Nimmo han cubierto el expediente, pero se antoja fundamental que los Mets firmen a uno o más jardineros en la temporada baja.
Como veis, las expectativas que teníamos en abril nos han golpeado en la cara y ahora solo nos queda trabajar (y mucho) para enfrentarnos a la realidad que nos espera el año que viene. Esperando lo mejor y preparados para lo peor.