Era el momento de los Atlanta Braves. Después de sofocar en el cuarto partido el subidón psicológico del épico home run de Cody Bellinger que evitaba un, a priori, casi definitivo 3-0. Con su ace Max Fried en el montículo lanzando para los Braves y con los Dodgers planificando un bullpen game. Con Fried que se había mostrado inexpugnable en la segunda mitad de temporada tras un comienzo dubitativo. Con unos Dodgers que a la baja de Max muncy se le unía la del pelirrojo Justin Turner, con problemas en el siempre problemático hamstring. El único lunar de su momentum, como le gusta decir a nuestro Javi Urberuaga, es que este quinto partido se disputaba en el Dodger Stadium.
Y el comienzo del partido alentaba al mismo. En la primera entrada, el opener Joe Kelly encajaba un HR de 2 carreras de Freddie Freeman que hacía enmudecer a los seguidores angelinos. Y Kelly no duraba ni una entrada con unas molestias en el bíceps.
Ahí era el momento donde los Braves tenían la sartén cogida por el mango, era cuando los Braves tenían que mantener a los Dodgers en ese estado momentáneo donde ven que la temporada se les va por el desagüe.
Sin embargo, dos de los actores secundarios del roster de los Dodgers cortaban de raíz ese momento para los Braves. Primero A.J. Pollock, un tanto irregular en sus prestaciones, golpeaba a Fried y anotaba un HR solitario. A continuación, Albert Pujols, titular debido a las continuas lesiones en el roster dodger, golpeaba un hit para, a continuación, Chris Taylor, bateaba otro HR en una entrada totalmente fructífera para los Dodgers y que volteaba el marcador y devolvía la vida a los angelinos. 2 bolas rectas a 95 millas al centro del cuadro de la zona de strike de Fried acababan en el mismo sitio, en las gradas del Dodger Stadium.
En la tercera entrada, mismos protagonistas, pero diferente ejecución. A.J. Pollock bateaba un hit, Pujols, auténtico terror de los lanzadores zurdos, volvía a anotar y, de nuevo, Chris Taylor impulsaba otra carrera para dar un poco más de ventaja a los de LA.
La cuarta entrada fue la calma antes de la tempestad. En la quinta entrada, 2 walks de Fried les daban el suficiente margen a, de nuevo, Chris Taylor, inconmensurable toda la noche, para anotar otro HR de 2 carreras ante un Chris Martin que sustituía a Fried tras conceder los 2 walks a Will Smith y Pujols.
Mientras tanto, la batería de relevistas angelinos mantenía a raya a los bateadores de los Braves. Evan Phillips, Alex Vesia, Brusdar Graterol, Blake Treinen y Corey Knebel llevaban a los Dodgers a la novena entrada sin apenas conceder hits (sólo 3) y ningún walk.
En la séptima entrada, Chris Taylor decidía que no era suficiente con lo que lleva ya hecho y bateaba su tercer HR de la noche, esta vez, ante Dylan Lee. Espectacular noche de Taylor donde hace historia siendo el único jugador de la historia en batear 3 HRs en un partido eliminatorio de playoffs y tras otro de los héroes de esta postemporada, Kike Hernandez, en el segundo Dodger de la historia en batear 3 vuelacercas en un mismo partido de playoffs.
Los Braves se tambaleaban cual púgil a punto de caer sobre el ring y aprovechaban el octavo inning para hacer más sangre. Jacob Webb pasaba una travesía por el desierto donde A.J. Pollock se unía a la fiesta bateando su segundo HR particular, un HR de 3 carreras, y un Trea Turner un tanto discutido por su flojo papel en estos playoffs, impulsaba otra carrera.
Kenley Jansen cerraba el partido sin problemas y manda al sexto partida la eliminatoria y alimenta las dudas en Atlanta que ha desaprovechado una ocasión pintiparada de acceder a las World Series por la vía rápida.
Un partido donde el sorprendente núcleo ofensivo de los Dodgers formado por Betts, Turner y Seager pasaba todo el protagonismo a la parte baja del lineup formada por Pollock, Pujols y Taylor y los actores secundarios eran los que robaban los focos y los titulares a las teóricas estrellas.
La eliminatoria ahora adquiere un tinte totalmente diferente. Mientras los Braves siguen con la idea de situar en el montículo a Ian Anderson para el sexto y a Charlie Morton para el séptimo, los Dodgers recuperan a sus dos principales lanzadores para la recta final de la eliminatoria, Max Scherzer y Walker Buehler. Veremos si Max Scherzer supera ese momento dubitativo que atraviesa en el sexto partido para forzar un séptimo y recuperar los fantasmas del año pasado donde los Dodgers recuperaron un 3-1 también en contra. Será este Sábado en Atlanta, en el Truist Park.