En Julio de 2011 y sustituyendo por lesión a un compañero, debutó Mike Trout con los Angels en Las Mayores. Un joven y atlético pelotero de Nueva Jersey, gran promesa en las menores, no pudo producir en su estreno. Se fue a casa con 0 de 3. Después de doce partidos y una media bastante por debajo de la línea de Mendoza, Trout fue relegado de nuevo a jugar en doble A.
Hubo una nueva oportunidad de demostrar de que era capaz y dar la razón a gente como Keith Law, que le habían puesto en lo más alto del ranking de prospects de esa época. A finales de agosto volvió al primer equipo y esta vez si cumplió. Esta vez consiguió su primer home run ante su afición. Pero aún con buena defensa y una velocidad que dejaba atónitos a los compañeros del dugout, en los 40 partidos de su primera temporada, Mike Trout solo consiguió 220 de media de bateo y un 281 de porcentaje de embasado. Números pobres para buscar un puesto fijo en el equipo, muy por debajo de las expectativas, números pobres para el jugador promesa que se suponía que era.
¿Qué pasó en el invierno de 2011? ¿Cómo pasó ese Trout que tuvo un primer año “normalito” a ser el que después destrozó registros en innumerables categorías? ¿Hizo un pacto con el diablo?
En Junio del año siguiente hizo tres partidos de cuatro hits. La transformación en leyenda comenzaba. Dicen que ese 2011 simplemente tuvo mala suerte, dicen que estaba cansado y poco acostumbrado a la agenda de las grandes ligas. O lo más lógico, necesitó unos ajustes para pulir el diamante en bruto que ya era. Y es que la velocidad, la defensa y la potencia siempre estuvo ahí, también en 2011. Faltaban conectar un par de cables para que la máquina rodara fina.
Hoy, muchos se rinden ante unos apabullantes datos y confirman su superioridad, algunos ya lo coronan como el mejor de la década. Incluso unos cuantos lo consideran ya, el mejor de la historia por lo conseguido, no por lo que pueda hacer aún. Y tiene solo 28 años.
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Pero dicho esto, también hay críticos, que piensan que no es para tanto y sobre todo, que nunca será una estrella mediática como las que abanderan otros deportes. Suponiendo que esto último sea algo malo en su definición.
¿Qué hace de Mike Trout alguien tan especial? Probablemente su manera de ser es la que le ha llevado a donde está. Un trabajador nato que, como dice el, respeta el juego y se siente afortunado de poder seguir jugando a lo que jugaba cuando era niño.
Las nuevas estadísticas
Una de las valoraciones habituales, incluye destacar sus números en WAR. Y no es para menos, a su edad ya supera en su carrera los registros de algunos Hall of Famers (¿os suena un tal Derek Jeter?). Cada año, sin excepción, genera un valor para su equipo cuando está en el campo, que no tiene igual. Solo hay un puñado de jugadores con más de cinco temporadas con 9 de WAR o más, a saber: BabeRuth, Barry Bonds, Willie Mays, Rogers Hornsby, Ted Williams, Ty Cobb, Lou Gehrig y Mike Trout. De estos ocho, digamos que solo hay uno que puede cumplir 29 años próximamente…
Pero muchos detractores dicen que eso, forma parte solo de las “nuevas” estadísticas. El WAR y otros cálculos matemáticos no pueden compararse con los viejos datos sobre carreras impulsadas, hits o home runs. Según ellos ahí es donde se ve realmente un jugador para la historia. Y no es que Trout no tengan buenos números en esas clasificaciones, es que él es mucho más que eso.
Donde se equivocan es en que, Mike Trout hace todo bien, y como consecuencia, su WAR es el que es. Mike tiene poder, consigue hits, se embasa, corre bien las bases y hace buena defensa. Tomemos como ejemplo la temporada de 2016, pero vale en realidad cualquiera:
Potencia: 29 HR, .550 SLG, 66 extrabase hits
Bateo: 173 hits, .315 media de bateo, 174 OPS+ (el mejor de la temporada)
En base: .441 OBP, 116 bases por bolas (ambos también los mejores registros de la MLB)
Corriendo las bases: 30 robos, 9.3 BsR
Defensa: 6 DRS
Lo hace todo bien. Todo. Además, es un gran bateador con casa en un campo poco favorable para el ataque. También es un bateador oportuno, la apuesta más segura cuando lo necesitas. En us carrera tiene un porcentaje de .410 con las bases llenas. Para rematar, lo más difícil de todo: es regular. Exceptuando su primer año, ese 2011 donde se ajustó al gran circo, no ha dejado de liderar el camino. No ha bajado el ritmo nunca. Y mirándole a los ojos no parece que esté en sus planes hacerlo.
La imagen de un deporte
Lo que si es difícil de entender es porque no es un jugador tan mediático como algunas estrellas de otros deportes. Es un hecho, su nombre no resuena como el de ciertos deportistas del baloncesto o el futbol americano. Pero no parece que sea por su carácter, pues representa el rol de héroe a la perfección. Es humilde y trabajador, de gustos simples y sin alardes estrafalarios. Un día dijo que no sabía si iría a la Superbowl a la que le habían invitado porque le apetecía verlo en casa y no perderse los anuncios. Le gusta dedicar el tiempo a su familia y amigos, y eso probablemente para mi le hace más superhéroe aún.
¿Será quizá ese el problema? ¿Será que a la gente le resulta algo “aburrido”? Pudiera ser, a veces el crecimiento y el trabajo duro como única respuesta del éxito se antoja poco dramático. De la misma manera, genera criticas el mero hecho de alcanzar la cima, da igual que tengas o no defectos visibles, serás objetivo de las miradas y por tanto de las envidias. Yo creo que además, en los tiempos que corren, si no te llevas bien con el comisionado, eso se nota. Eso te genera problemas seguro. Por mi parte, es otro punto más en el haber, en vez de en el debe.
Mike Trout tiene todo para ser el héroe que se convierte en leyenda. Incluidas las historias mitificadas de juventud, como aquella vez que le obligaron a participar en el home run derby del instituto pero bateando con la zurda, porque si no era abusar. Y ganó igualmente. Es una incógnita realmente, que no sea la imagen habitual de la liga o que no tenga la repercusión y el eco en los medios que rodean a otros deportistas con el mismo, o menor impacto, que el que tiene el meteoro de Millville en el béisbol.
Entonces, resumiendo, ¿es Mike Trout ese gran jugador que tanto revindican o no? Pues si en algún caso sus números no te convencen, o te pierdes entre ciertos jeroglíficos estadísticos, quédate con este concepto: en su peor temporada, la pasada, lastrada por una lesión, ha sido votado de manera unánime MVP.