Si de algo sabemos en Fans MLB Spain es de fanatismo. Desde nuestros inicios, allá por finales de 2013 en Facebook, hemos defendido que somos una «cuenta» de fans para fans. Por ello, siempre hemos buscado la manera de acercar el béisbol de una perspectiva cercana y directa. Ya sea con la puesta en marcha de algún juego (quiniela, porra, «batalla de los logos de la MiLB»…) o desde finales de febrero con la Ohtani Spanish Fan Crew.
Hace ya unos cuantos meses, cuando se comenzaba a hablar de una joya naciente, empezamos a observar el fenómeno Oh!tani (como bien le bautizó Pepe Brasin, periodista de AS y creador del podcast Diario de AS America, el pasado mes de marzo) desde la barrera, esa misma que nos imponía la lejanía y el desconocimiento de su mundo. Aun así, siempre que podíamos mirábamos con ganas y él, en su medida, nos regalaba lo que tan bien sabía hacer, ya fuese desde el plato o al bate. Sin embargo, no siempre las teníamos con nosotros y a veces nos quedábamos sin su magia. Las lesiones provocaron que su gran puesta de largo a ojos del publico internacional, bastante ignorante de su magnificencia, esa mismo que le había coronado en Japón (casi) como el mejor jugador de toda su generación, se frustrase y no pudiéramos verle jugar contra posibles rivales en unos meses/años.
Sin embargo, operación mediante, Ohtani no se amilanó y siguió en sus trece de ir para arriba y jugar con «los mayores». Veía como su futuro pasaba por abandonar su país natal en busca de retos más complicados, pues ya había conseguido, aunque no fuese parte fundamental en el momento más importante, alzarse con el trofeo más preciado de su país en lo que a béisbol se refiere. Y así lo hizo a finales de 2017, cuando en medio de las Winter Meetings y con los debates de si debería venir ahora y perder posibles económicos en pos de empezar a triunfar o esperar y ganar lo que se merece (o no) encima de la mesa, se arriesgó y se marchó en busca del mal llamado sueño americano. ¿Lo conseguiría?
Lo que es seguro es que muchos, quizás movidos por la envidia de no haber conseguido su firma, empezaron a poner pegas a su venida y cuestionarse su intención de compaginar salidas al plato con una rotación en el jardin como bateador, que según su elección fue como bateador designado (ese jugador que batea en la Liga Americana en vez del pitcher). Unas criticas que se acrecentaron tras un Spring Training bastante descafeinado, llevando a sus detractores a pedir que fuese asignado a las Ligas Menores y ya en unos meses, cuando estuviese rodado y pillase el contacto a la bola estadounidense, bastante diferente a la asiatica/japonesa, subiese al primer equipo. Por aquí no, porque, como hemos comentado en el primer parrafo, fuimos rapidos y poco después de su debut fundamos la #OhtaniSpanishFanCrew. Mientras la gente no creía nosotros escribíamos esto en Twitter: «Primeras impresiones del debut en pretemporada de Shohei Ohtani: esperanzador. No ha sido el mejor de los comienzos posibles pero tampoco el peor. Se le ve posible mejoría. Veremos como evoluciona y, sobre todo, en acción en temporada regular.«. Y a la temporada regular nos remitimos para poder valorarle bien.
Es verdad que en dos semanas y con tan solo 8 partidos jugados, dos de ellos como starting pìtcher, es muy pronto para valorar correctamente a un jugador, sobre todo a uno venido desde las antipodas del béisbol. Sin embargo, si que se puede hacer otro ejercicio, ese que nos llevó a fundar la #OhtaniSpanishFanCrew, que no es otro que el de celebrar sus logros en la liga como si de un jugador español se tratase. Porque a falta de pan, buenas son tortas. Hablamos de la sobrerreación, esa que lleva a celebrar lo minimo como lo máximo y, algo que es más importante, a fijarse en todas y cada una de sus apariciones en un partido, ya fuese para lanzar (sobre todo tras el gran partido que hizo el pasado 8 de abril frente a los Oakland Athletics, donde estuvo a punto de conseguir el partido perfecto; el cual al final solo fue un gran partido con 12 K para su estadistica, que se dice pronto) o para batear (con algún que otro homerun para su haber). Un logro que debería haber correspondido a Mike Trout, posiblemente uno de los mejores jugadores, no solo de los Angels, sino de toda la liga; pero que, como hemos ido comprobando en los últimos días, ha conseguido el nipón. Tanto que ha llevado a que en un medio de la denostada España, donde dificilmente interesan otros deportes que no sea fútbol, se hablase de béisbol. Si, de béisbol, como habéis leido. Una conquista la cual, seguramente, se quede ahí y con los meses no sea más que una anecdota curiosa. Lo que si se podrá decir es que gracias a sus actuaciones más de uno y de dos se acercará a este bello deporte y, si la cosa va bien, se haga fan. Quizás solo lo sean del japonés, pero que más da, porque cuantos más adeptos tengamos para la causa mejor. Porque esto es un deporte menor, sobre todo en nuestro país, y cualquier victoria, por pequeña que sea, es un exito a celebrar. Como el buen hacer de Ohtani con los Angels.
Así que desde aquí no solo no hablaremos mal de el (desde que conocemos de su existencia le hemos seguido la pista), sino que nos unimos a la «sobrerreación Ohtani», esa que te lleva a ver todos los partidos de los Angelinos en los que participa, aunque sean solo sus apariciones; y, más aun, dejar todo para verle lanzar, algo que, de momento, es una vez por semana. Y vosotros que, ¿os unis?
P.D. Podéis usar la imagen que ilustra esta entrada a vuestro antojo, eso si, siempre mencionandonos, por ello de la publicidad y tal.
[Foto: Ohtani]