Era el año Dyson, era el año en que los Padres aspiraban a todo. Desde la gerencia del equipo se puso a disposición de la oficina deportiva todo y más para armar un equipo ganador. Se trajeron jugadores de contrastada reputación y con un historial bueno para que, con una base ya más que potente, hicieran ese poco más que les hizo falta la temporada pasada (perdieron la serie por el campeonato de la Nacional 4-1 contra los Phillies). Incluso en los refuerzos de mitad de temporada se siguió apostando todo al marrón y amarillo, pero no. No era el destino de los del sur de California.
Mucho se ha hablado de que invertir tanto dinero no te garantiza el éxito, sino sería “muy fácil” ganar unas series mundiales. Llegarían los más ricos y la comprarían (los Mets, seguramente). Si bien esto es cierto, también es bien cierto que normalmente en el béisbol y en otros deportes los equipos que ganan u optan a hacerlo suelen ser los equipos que cuentan con los presupuestos más generosos. No quiero inventarme un porcentaje, pero seguro que los últimos campeones de grandes trofeos y ligas son aquellos que cuentan con más dinero a su disposición, no necesariamente los que más, pero sí entre los más ricos. Eso sí siguen existiendo equipos modestos que todos los años luchan por hacer de este deporte algo bonito (Rays, Orioles…)
En San Diego este año han fallado algunas cosas, pero sobre todo ha fallado la suerte. Y sí, la suerte sí que interviene. Interviene en las lesiones, en que una pelota bote mejor o peor, que el árbitro te ayude o te perjudique más o menos veces… No todo es la suerte, pero un deporte de pulgadas y con unos resultados tan ajustados la suerte es un factor para tener en cuenta.
Algunas estadísticas son increíbles.
– Sólo han ganado un partido en entradas extras: el último cuando no se jugaban más que la honrilla.
– Se han perdido 12 partidos en walk-offs, que fantasía.
– Han perdido tantos partidos de temporada regular por 1 carrera que si se le dieran la vuelta habrían logrado 96 victorias. (Sí, sé que esto es beisbol ficción).
– Blake Snell es líder en ERA (2,25) y en BB (99) en todas las mayores.
– Son el segundo equipo que menos carreras ha concedido (648, sólo 1 más que los Brewers). Lo que desmiente que las defensas ganan campeonatos.
– Al tercer equipo que menos HR le han hecho (Sólo 1 más que a Cleveland y San Francisco).
– Es el equipo que más se ha embasado por BB (653 veces, y eso que hubo algún arbitraje de cárcel).
– Es el equipo con mejor diferencial de carreras que se queda fuera de play-offs (+103). De hecho, tiene mejor diferencial que Toronto (+79), Milwaukee (+77), Filadelfia (+73), Arizona (-8) y Miami (-53) que sí lo han logrado.
En ataque, los Padres, han estado por debajo de lo que se esperaba, y eso es, sobre todo, porque se esperaba muchísimo de tremendo lineup. Bogaerts, Soto, Tatis jr, Machado, Cornenworth, Carpenter… Ninguno ha hecho su mejor año, pero tampoco es que haya sido una debacle de año. Juan Soto ha hecho un buen año (35HR y .929 OPS), Machado, a pesar de ciertas lesiones no ha acabado tan mal como se preveía (30HR y 91 RBI), Tatis jr., que se perdió una buena parte de la temporada por sanción por dopaje, también maquilló bastante bien sus números (25 HR). El único que ha estado por encima de lo que se esperaba de él este año es Ha-Seong Kim, que con 17 HR y 60 RBI ha hecho un año espectacular para un jugador que, hasta el año pasado había destacado por una sobresaliente defensa, que sigue manteniendo.
Los fichajes de mitad de temporada no salieron mal del todo. Cooper venía de hacerlo bien en los Marlins y en San Diego no lo ha hecho peor. Gary Sánchez ha sido por momentos el mejor bateador del equipo (.500 SLG) y eso que nadie tenia mucha fe en él. En cambio, Carpenter, Cronenworth o Bogaerts han rendido muy por debajo de lo que se esperaba. Incluso Nelson Cruz no encontró buen acomodo y se fue antes del trade deadline.
En defensa en cuanto a jugadores de posición ha destacado Tatis jr, en su nueva posición en los jardines donde lo ha hecho más que bien y no se le ha echado de menos en el innfield, donde Machado, HSK y Bogaerts han rendido a su nivel, que es mucho nivel. La única pega es la primera base, que es donde, hasta la llegada de Cooper, no ha tenido un dueño claro. Soto, Grisham y Tatis han hecho su trabajo más que correcto.
La posición de receptor sí que ha estado bastante floja. Ni Campusano, ni Sullivan, ni Sánchez han hecho una maravilla de año. Bien es cierto que no se esperaba mucho más de ellos. Los Padres necesitan mejorar en esta posición y parece ser que se han puesto todos los huevos en la cesta de Ethan Salas, pero apenas tiene 17 años. Igual habría que buscar una solución para cubrir el corto y medio plazo.
En cuanto al pitcheo sí que hay dos mundos. El mundo de los abridores que han hecho un año excelente con 73 aperturas de calidad (sólo los Twins con 74 son mejores que los Frailes). En cambio, el bullpen ha fallado más que una escopeta de feria. Sólo Josh Hader ha dado la talla en la única entrada que la lanza por contrato, increíble que se haya firmado algo así, pero bueno.
De los abridores destaca Blake Snell que con una ERA este último mes de videojuego (0.58) se debería llevar el Cy Young de la Nacional con justicia. Cabe destacar que Nick Martínez también ha tenido un último mes de escándalo (0,53 ERA, pero sólo ha lanzado 17 entradas, la mitad que Blake). Seth Lugo y Michael Wacha han hecho un año correctísimo. La pena han sido las lesiones de Darvish y Musgrove que apenas han lanzado este año y nada en la última fase de la regular. Que penita.
Como hay que echarle la culpa a alguien muchos lo hacen en Bob Melvin, y la verdad es que es difícil de saber. El equipo no ha hecho las cosas mal, entiéndase bien esto. Han lanzado bien (unos muy bien y otros un poco peor), han defendido bien y han bateado bien (aunque mucho menos de lo que se esperaba), pero los resultados no han llegado. ¿De quién es la culpa? Pues muchos apuntan al banquillo, puede ser. Pero yo creo que no hacia la zona correcta del banquillo. Yo le echaría la culpa a las grandes figuras del equipo que no han sabido hacer piña y confabularse para hacer de una plantilla sobresaliente un equipo campeón.
Para el año que viene los Padres deberían reforzar el bullpen, no dejar que se vaya Snell, solucionar la figura del cátcher. Entiendo que, como se están haciendo las cosas últimamente en San Diego, intentarán fichar a Ohtani y a Trout, renovar a Soto por 20 años e ir a por William Contreras, Realmuto o Rutschman, son las cositas que pasan en Petco Park.
Pues eso, que los títulos son como la felicidad, el dinero no te los garantiza, pero favorece un montón, pero en este caso no ha sido suficiente.