Artículo elaborado por German Rodriguez
Como es conocido, en el pasado, el Emperador de Japón era tratado casi como una deidad por sus súbditos. Si bien este sentimiento se ha moderado, actualmente este nivel de admiración es posible encontrarlo en la figura de Shohei Ohtani, todo un héroe y orgullo nacional para sus compatriotas, algo acrecentado por sus recientes éxitos deportivos en forma de records, MVPs, y desde el pasado octubre, campeonatos.
Y mientras se acerca el esperadísimo Opening Day, la MLB ha aprovechado este hecho para hacer caja con una serie de dos partidos oficiales en la tercera economía del mundo entre Los Angeles Dodgers y los Chicago cubs. En otras ocasiones se trataba de una inversión a largo plazo, como pueden interpretarse los casos de las series de los últimos años en Corea, México o Londres. En este caso la apuesta era segura: un país donde la MLB está en audiencias máximas y con dos equipos juntando 5 peloteros locales, sin olvidarnos de Dave Roberts, nacido en la prefectura de Okinawa. Y a todo ello hay que aplicarle el multiplicador Ohtani. Pero es que a nivel puramente deportivo, los contendientes, aunque nos encontrarnos en los albores de la temporada, se sitúan como clarísimos candidatos a ganar sus respectivas divisiones y, por lo tanto, citarse en el mes de octubre.
El caso es que la expectación en Tokio era máxima: todo el papel vendido, los anunciantes sacando sus mejores campañas, y el público local llenando los recintos asociados al evento.
Como previa a los dos partidos oficiales, los equipos de Las Mayores jugaron sendos amistosos contra los Yomiuri Giants y los Hanshin Tigers. El caso es que este último ganó ambos partidos con sus rivales transoceánicos por un doble 3-0.
De todos modos, los platos fuertes de esta semana de béisbol al otro lado del Pacífico estaban por llegar.
Partido 1 – Orgullo nipón
Malas noticias para los campeones justo antes de empezar, que se encontraron dos bajas sensibles de última hora: Mookie Betts, con un virus, y Freddie Freeman, aquejado de un dolor costal que ya lo limitó al durante el pasado octubre. De todos modos, en esta ocasión estos contratiempos parecían algo más secundarios.
Si un enfrentamiento entre dos abridores japonés siempre es noticia, si este tiene lugar en el propio país del Sol Naciente, la ocasión toma tintes casi históricos. Así se daban cita en el primer partido Yoshinobu Yamamoto y Shota Imanaga.
Al ejercer los Cubs como local en ambos partidos de la serie, el primer turno de bateo lo llevó a cabo Shohei Ohtani. Imagínense la ocasión: Shota Imanaga y Shohei Ohtani, abriendo una temporada de MLB en el Tokyo Dome ante 42.000 espectadores. Difícil de repetir.
En este caso, los primeros duelos cayeron del lado del lanzador de los Cubs, que mantuvo las 4 entradas que pitcheó, sin hits ni carreras concedidas. No tuvo tanto éxito Yoshinobu Yamamoto, que encajo la primera carrera de la temporada, a cargo de Dansby Swanson tras un doble de Miguel Amaya. De todos modos, el nivel demostrado por el sophomore nipón nada tuvo que ver con la debacle que se dio en su debut en Corea hace un año.
Fue el momento en que los relevistas empezaron su turno, cuando los Dodgers aprovecharon para dar la vuelta. Así en la quinta entrada, tras un inicio dubitativo de Ben Brown, acrecentado por dos errores de Jon Berti, permitieron los primeros hits y, a la postre, 3 carreras que ya no serían contrarrestadas.
Del resto del partido cabe destacar el nivel demostrado por el bullpen de la franquicia angelina, que dejo sin embasar a los bateadores de los Cachorros en las 4 entradas que lanzaron. Mención especial al debut como cerrador de Tanner Scott, uno de los fichajes estrellas de este verano. Precisamente debutaba como cerrador en los Cubs, Ryan Brasier, que hace pocos meses formaba parte del bullpen de sus rivales en la contienda, y que aprovechaban para cerrar el partido con una segunda carrera de Ohtani, que fijaba el 4-1 final.
Partido 2 – Sasaki se presenta
Si en el día anterior, las miradas hacia el montículo estaban dividas, en este caso todas recaían en el debut del flamante nº1 de los prospectos para la MLB, el pitcher local, Roki Sasaki. Para ello Cubs y Dodgers repitieron lineups salvo en el caso del catcher Miguel Amaya, que fue sustituido por Carson Kelly.
El debut de Sasaki, que se alargó por tres entradas, podría ser resumido del siguiente modo: un primer inning que habla de su potencial, con 3 outs plagados de buenos lanzamientos, incluidas las 3 primeros fastballs por encima de 100 mph, y otras dos entradas que nos dicen que está en periodo de adaptación, ya que acabó concediendo 1 carrera tras 5 bases por bolas y un hit.
El starter de los Cubs para este partido fue Justin Steele, quien en las tres últimas temporadas había obtenido un ERA poco superior al 3. Y si bien se notó aplomo en sus 4 entradas, fue penalizado por el ataque de los campeones, que abrían el marcador con un pitcheo salvaje aprovechado por Will Smith. También encajó el primer HR de 2025, a cargo de un Tommy Edman que parece seguir al mismo nivel superlativo del pasado octubre. Casi el mismo caso que el utility Kike Hernandez, quien registraba un HR de dos carreras al inicio de la cuarta, que dejaba el marcador con un 5-1 momentáneo que ponía muy cuesta arriba el partido para los Cubs.
Tras la salida de Sasaki, Dave Roberts dio oportunidad a dos relevistas que poco contaban a priori: la cuarta para el veterano Luis Garcia y la quinta para el joven Jack Dreyer, ambos con contratos de Menores. Estas entradas fueron aprovechadas por los Cubs para anotar sendas carreras, donde destacó Jon Berti con un 3-4 en este segundo partido, quizá motivado por sus errores defensivos del día anterior.
Por el medio de ambas entradas, se produjo el punto más esperado por el público local. Shohei Ohtani conectó un batazo que llegó al fondo del Tokyo Dome que hacía estallar la algarabía de la fanaticada, si bien tuvo que ser revisada por los umpires, ya que los espectadores se abalanzaron sobre bola durante su vuelo, poniendo en duda la validez del mismo. De todos modos, como finalmente fue concedido, dio lugar a una doble celebración, hecho que fue compensado, con un intentional walk en el siguiente turno de bateo del astro japonés, y que no gustó al respetable.
Poco más que reseñar del resto del partido, salvo los debuts de Kirby Yates en los Dodgers y Ryan Pressly en los Cubs. El 6-3 final solo se vio amenazado en la novena, pero finalmente Alex Vesia fue quien de cerrar el partido y anotarse el save.
Se acababa así una semana de béisbol MLB al otro lado del Pacífico, con unos Dodgers que se vuelven con las alforjas llenas de victorias, y lo más importante en el plan inicial, de yenes. Veremos donde nos lleva en el futuro el comisionado Phileas Manfred Fogg, que a falta de confirmación oficial, sitúa los planes para 2026 en Londres, México y Puerto Rico.












