Seven Alemais, el catcher freshman de Wake Forest nos cuenta como ha sido su camino hasta llegar a una de las universidades más prestigiosas de USA. Seven es uno de los mayores talentos de su clase y esta preparado para ayudar a Wake Forest a volver a Omaha.
¿Por qué empezaste a jugar béisbol cuando eras pequeño? ¿Fue tu hermano una influencia para que empezaras a jugar?
Bueno, en verdad, en verdad, como se dice «nací en esto», ¿sabes? Cuando nací, mi hermano ya estaba jugando y mi papá era dueño de un negocio donde tenían gimnasia y béisbol. Entonces, yo siempre estaba corriendo como un chamaquito en las jaulas de bateo. No puedo pensar en una razón real por la que elegí el béisbol, simplemente nací en el béisbol.
¿Y por qué elegiste ser catcher o cómo acabaste siendo catcher?
Cuando era niño jugué tercera base, jugué segunda base, y un día necesitábamos un catcher y dije «¿puedo atrapar? Déjame intentarlo», y me pusieron de catcher, y el resto es historia.
¿Cómo le indicas al pitcher qué lanzar? ¿Cuál es el proceso para saber qué lanzamiento viene? ¿Cómo decidís entre tú y el pitcher qué va a lanzar?
Bueno, mucho de eso viene de la experiencia, pero puedes ver el tipo de swing de una persona. Y si, por ejemplo, tienes un pitcher con una recta alta y el bateador llega tarde o temprano, entonces después de eso puedes venir con una curva, porque la diferencia está en cómo empieza, ¿cómo se dice?
Al nivel de la vista. Entonces, si tengo un bateador que llega temprano a una curva, mejor tiro una recta porque no va a alcanzarla, ya que es mucho más rápida. Entonces, depende del bateador. Lees diferentes swings.
Durante toda tu carrera como catcher habrás trabajado con muchos pitchers distintos. ¿Cómo es adaptarte a cada tipo de pitcher?
Primero, en verdad, es jugando a atrapar con tu pitcher y también atrapando en los bullpens. Siempre va a haber pitchers que tienen la bola un poco más dura. Hay algunos pitchers con una recta más alta, más baja, una curva que baja así o baja para el otro lado. Entonces, es cuestión de aprender los lanzamientos con el tiempo, jugando a atrapar con ellos, aprendiendo cómo se mueven sus lanzamientos para que cuando los esté atrapando en el juego ya sepa cómo se mueven sus lanzamientos, ya sepa cómo se mueve su recta. Y en este nivel, la velocidad no es un factor tan grande. Todos lanzan más o menos en el mismo rango.
Cuando entra un pitcher nuevo, cuando se hace un cambio de pitcher o entra un relevista, un closer, ¿cómo lo vives tú? ¿Cómo es ese proceso?
Bueno, en ese momento ya estoy acostumbrado al pitcher abridor. Supongamos que el abridor dura cinco o seis entradas y luego entra otro. A veces me pongo nervioso, sí, porque ya estoy acostumbrado a atrapar a un jugador con el que ya sé cómo se mueven sus lanzamientos. Y digamos que hay corredores en segunda y tercera y entra un lanzador nuevo.
A veces me pongo nervioso, pero con el tiempo, como dije antes, conociendo a los pitchers y sabiendo lo que hacen con sus lanzamientos, si ya tienes ese conocimiento y ya sabes cómo atraparlos, en ese momento deberías estar bien.
Y hablando de tus inicios, jugaste en All Hallows High School en el Bronx. ¿Cómo ha sido tu carrera allí hasta ahora?
Sí, eso fue divertido. Fui a All Hallows por tres años, desde primer año hasta tercer año. Probablemente podría llamar amigos para toda la vida y estaba a dos bloques del estadio de los Yankees. Eso estuvo genial. A veces estaba en clase y podía escuchar a los fanáticos cuando daban un batazo o algo así.
Entonces, eso fue un momento especial cada vez que pasaba.
¿Cómo se vive el béisbol de high school en Nueva York, teniendo en cuenta que estabais muy cerca del estadio de los Yankees? ¿Cómo se vive el deporte a nivel de instituto?
Hay mucho, mucho talento. Pero también hay muchos jugadores que no son constantes con su trabajo, y por eso no llegan al siguiente nivel. Aun así, el talento en Nueva York es increíble. Hay buenos jugadores en todas las escuelas.
¿Cuáles dirías que son las principales diferencias entre jugar en high school y jugar ahora en college?
Bueno, primero, todos son simplemente más consistentes. Todo el mundo va a fallar, pero no fallan mucho. Y estoy bastante seguro de que es lo mismo cuando te draftean y a medida que subes de nivel, cuanto más consistente eres en lo que haces, eso es lo que marca la diferencia. No es realmente la habilidad.
No es realmente qué tan fuerte lances. Es simplemente hacer las pequeñas cosas. Algunas personas son mejores en eso a medida que subes de nivel.
¿Por qué decidiste comprometerte con Wake Forest? ¿Y cómo fue tu proceso de reclutamiento para acabar en Wake Forest?
Estaba en un showcase que se llama Metro Scout Day en Nueva York, en Queens. Y lo hice bastante bien. Además, bateé bien. Y había un amigo del Coach Moose aquí, Corey Musquera, que lo llamó y le dijo: «Hey, tengo un catcher aquí».
«¿Necesitas un catcher?» Y él dijo: «Sí, necesito un catcher». Entonces me invitaron al campus a jugar contra otros chicos, como otro showcase aquí en Wake Forest. Y me fue bien, fui muy ruidoso, fui un líder, tenía buena energía. Atrapé bien, bateé bien.
Entonces, después de eso, casi tres o cuatro días después, me ofrecieron una beca. Y decidí ir a Wake Forest porque, aunque suene cliché, la primera vez que entré al estadio, me sentí como un niño en una tienda de dulces. Era bonito, brillante, los árboles en el fondo, todo era simplemente hermoso.
Jugué bien y simplemente me fui encariñando con el lugar.
¿En algún momento pensaste en presentarte al draft?
No, siempre quise comprometerme con Wake Forest. Y puedo decir que soy un buen jugador de béisbol, pero nunca estuve en el radar del draft tampoco. Así que si el draft no me quería, yo no quería el draft. Siempre quise venir aquí.
Uno de los freshman que entra contigo fue drafteado, que es Chris Levonas, es pitcher¿Cómo es él como pitcher? Porque es también uno de los que más proyección tiene de cara al futuro. ¿Cómo es trabajar con Chris?
Chris sabe lo que está haciendo cada vez que lanza. Él sabe cómo tirar un lanzamiento, no sé cómo explicarlo. Digamos que yo marco una recta adentro. Él simplemente es muy inteligente en lo que hace. Sabe lo que hacen sus lanzamientos, sabe cómo trabajar a partir de su recta, sabe cómo trabajar a partir de su slider.
Es simplemente como dije antes, es muy consistente en lo que hace cuando lanza la pelota de béisbol.
¿Y qué prefieres, ser catcher o batear?
Bueno, a todo el mundo le gusta batear un jonrón, tú sabes. Incluso los pitchers que no batean quieren dar jonrones.
Pero atrapar es mi pasión. A mí me encanta ser catcher. Y también es algo… no sé cómo explicarlo. Cuando estás con un pitcher que está tirando strike tras strike tras strike y tú los estás atrapando, entras en un estado mental en el que ni siquiera estás pensando.
Es simplemente lanzar la bola, atraparla. Lanzar la bola, atraparla. Para mí, eso es una sensación especial.
¿Y si tuvieses que elegir un momento de toda tu carrera como jugador de béisbol, cuál elegirías y por qué?
Tiene que ser en Ohio, en un partido contra otra escuela. Ambos equipos estábamos en el ranking, y éramos los dos mejores de la liga. Era el último partido antes de los playoffs. Ellos tenían un récord de 15-3 y nosotros de 15-2, algo así.
El que ganara se quedaba con el primer puesto. Y yo pegué dos jonrones en ese partido para la victoria. Fue un partido muy grande, muy esperado. Y fui yo… yo fui una parte importante.
Y ahora que la temporada está a punto de comenzar, Wake Forest siempre está en los primeros puestos del ranking y siempre busca llegar a Omaha. ¿Cuáles son las expectativas dentro del equipo para esta temporada?
Si tenemos que hacerlo pareciendo tontos en la caja de bateo, pues así será. Pero la expectativa es ser duros, confiar los unos en los otros y llegar a Omaha. Así de simple: ganar.
¿Sabes si vas a ser titular, si vas a ser catcher o designated hitter? ¿Tienes más o menos claro cuál será tu rol esta temporada?
Más o menos, sí. Normalmente, los freshmen pasan por una curva de aprendizaje y de adaptación. Me van a dar oportunidades esta temporada, pero en realidad no sé cuánto voy a jugar. Y, sinceramente, no me importa, mientras ganemos.
