El artículo lo escribe German Rodríguez
Cuando nos encontramos con una serie de rumores repetitivos, insistentes, todos en una misma dirección, solemos decir eso de que “cuando el río suena, agua lleva”, y esta reflexión me lleva viniendo a la cabeza en estas últimas semanas del fichaje de Roki Sasaki por Los Ángeles Dodgers.
No nos engañemos, a todo el mundo le beneficia como se ha resuelto la contratación de lanzador japonés. Y con ello no me refiero al resultado, que solo beneficia a los actuales campeones. Me estoy refiriendo al baile. Este proceso casi democrático, de que todas las franquicias cortejasen a la joven estrella nipona, ha dado un poco de vida a este periodo entre la contratación de Juan Soto por los Mets y el inicio del Posteo internacional. Si a ello le sumamos como se han ido descartando equipos, poco a poco, al más puro estilo de un reality show de supervivencia, se ha incrementado el interés. Así ha sido hasta llegar al cenit: a la dupla final Blue Jays – Dodgers, repitiendo la situación de la pasada offseason con Shohei Ohtani. Realmente eran 3, pero parece que los San Diego Padres no están atinando esta temporada baja. Y sin duda, si algo preocupaba a la fanaticada angelina no era que el joven japonés acabase en la lejana Toronto, sino en su rival de división californiano. Estas dos franquicias vecinas, son ahora mismo la rivalidad que más está creciendo en la liga, y a mi juicio, la más divertida.
Todo ello le ha dado una emoción al proceso, que si hubiésemos estado atentos a las señales, no habría sido tal. Y es que cuando casi nadie hablaba de él, allá cuando las World Series estaban recién acabadas y con el tan ansiado desfile llevándose a cabo, los insiders y blogueros de la Dodger Nation empezaron a deslizar insistentemente el nombre de Sasaki. Y lo hacían en unas circunstancias en la que la mayoría de expertos descartaban un posteo en este momento por ser claramente perjudicial para los intereses del lanzador. Sin duda, esto es una prueba de que ya había una parte importante del trabajo hecho por parte del staff de Andrew Friedman. A estas primeras noticias en el entorno angelino, le han seguido un pequeño reguero de reportes, constantes e incesantes. Por último, podíamos haber reparado en que los Dodgers reservaron su importe asignado de contratación internacional en 2024. Ahora sabemos con certeza con qué fin. Así que las dudas no podían ser muchas: Sasaki iba a firmar por los Dodgers.
Además, parece claro que algo han tenido que ver sus compatriotas y compañeros del equipo del WBC, Shohei Ohtani y, especialmente, Yoshinobu Yamamoto, que hizo el mismo camino el año pasado, y con quienes compartirá vestuario. Esto facilitará una adaptación algo más llevadera, aunque solo sea por las recomendaciones en la contratación de traductores de confianza.
Solo un hecho nos podía hacer dudar de lo que anticipaban todas las demás señales: La exigencia que conlleva el montículo del Dodger Stadium. Ello está haciendo que proliferen las lesiones en el bullpen, lo que podía causar que el lanzador diestro buscase un aterrizaje más conservador en la MLB.
Pero como ha demostrado con su posteo prematuro, parece que Roki tiene ambición, y su apuesta es entrar al Show por el escenario principal. Es probable que este rasgo surgiese en él a raíz de una tremenda desgracia que sufrió siendo un niño. A sus 9 años, su localidad natal en el noreste de Japón, sufrió el impacto directo del terrible tsunami del 11 de marzo de 2011. En este desastre fallecieron los abuelos y el padre de Roki. Sin duda, su juego y su carácter se han visto influidos por ello. No en vano, el destino hizo que su debut en el WBC con la selección nipona fuese también un 11 de marzo, pero 12 años después.
Con su contratación, la marca Dodgers se afianza a nivel mundial y en concreto, se ve definida en el lejano oriente. No solo con la tripleta del Imperio del Sol Naciente, también hay que señalar en este aspecto la llegada del surcoreano Hyeseong Kim.
En lo deportivo, Sasaki va a sumar, ya sea esta temporada o más adelante. Y lo va a hacer por su temprana edad, 23 años, la ambición que ha demostrado, y sus números en la NPB con los Chiba Lotte (en 2024 ha jugado 18 partidos con un 2.35 de ERA y en sus 4 temporada como profesional, 2.10). Como comentábamos, el joven lanzador diestro es internacional por Japón, y a su poderoso lanzamiento de cuatro costuras (97 mph de media en 2024), une unos más que efectivos slider y spliter. Los que lo han seguido, mencionan su parecido al joven Shohei Ohtani, también en lo físico, ya que está por encima del 1,90 de estatura.
Con él, los Dodgers aspiran a consolidar una rotación que algunos consideran como de las más dominantes de la Liga. Y es que a la antigua dupla de los Rays finalistas de 2020, Snell-Glasnow, se une el triplete nipón, campeón vigente del WBC, Ohtani-Yamamoto-Sasaki y la incertidumbre del fondo de armario angelino, con los recuperados Gonsolin y May. Y a saber qué pasa con la leyenda Clayton Kershaw, en búsqueda de una retirada a la altura de su figura. Por otro lado, solo uno de los actuales abridores estuvo presente durante la postemporada del año pasado, dejando lugar a cierta incertidumbre que aplaque la euforia de la fanaticada.
En cualquier caso, en las oficinas de los Dodgers, el río lleva agua. No sabemos si la sequía llegará diferida.