Se lleva tiempo hablando de que a la MLB le interesaría una final entre dos grandes buques insignias del deporte, y que esos dos máximos exponentes son los Dodgers de Los Ángeles y los Yankees de Nueva York. Pues, misteriosamente, los deseos del comisionado se han cumplido. Manfred tiene lo que soñó. Pero ¿es lo que la mayoría de los aficionados deseaban? Recordad que muchos no es igual a mayoría.
Si bien es cierto que, cuando vas por la calle, la mayor parte de las gorras que ves son de estos equipos, son las que venden en Primark, dudo que sean los equipos más populares. Y quiero que se me entienda. Con equipos populares me refiero a los que menos gente (odia) les tiene manía. Ahí ya no lo tengo tan claro. Y es que me sorprendería muchísimo que alguno de los que llevan esas gorras me supieran decir al menos uno de sus jugadores. Y eso que cuentan con algunas de las megaestrellas mejor pagadas de cualquier deporte y con Ohtani que, aunque sólo cobra 2 millones, apuesto a que es muy famoso, pero no tanto como para que lo nombren. Por supuesto que hablo de territorios donde no es un deporte mayoritario el baseball como España, por ejemplo.
Si nos vamos a países donde la afición al deporte y el conocimiento de éste es mayor, la cosa cambia y mucho. Si tu ves a alguien en USA, México, Venezuela, Dominicana… con la gorra de los Yankees, seguramente unos cuantos sepan decirte algún jugador, lo mismo con la de los Dodgers. Pero seguro que, si ves a alguien con la gorra de los Cardinals, Braves o Mariners, por ejemplo, hay muchas más posibilidades de que conozcan a más jugadores, actuales o pretéritos.

No quiero decir con esto que los Dodgers o los Yankees no tengan una gran afición. Son dos de las ciudades más grandes de América. Y dos de los centros mundiales de la moda, económicos y turísticos. Son los dos grandes mercados de los Estados Unidos, que es mucho decir. Son, por fuerza, dos grandes aficiones. Sus compañeros de ciudad tienen muchos menos aficionados. En Los Ángeles apenas ves nada de los Angels, ni camisetas, ni gorras, ni pegatinas. En cambio, ves muchas, muchísimas, de los Dodgers. Es el equipo de la ciudad, sin duda. En Nueva York ves de todo, pero lo que más se ve son gorras de los Yankees. Yo creo que muchos turistas se piensan que es un logo oficial de la ciudad. De los Mets se ven muchas menos.
Pues teniendo esas dos aficiones mastodónticas, son dos de los equipos menos queridos por las aficiones contrarias. Y es que es raro el equipo de la Americana que no haya tenido, como dice la chavalada, beef con los del Bronx. Estoy seguro de que todos los fans de los equipos de la División Este están deseando que pierdan. Lo mismo con muchos otros equipos: Minnesota, Cleveland, sin duda los Royals, los del sur de Chicago… son sin duda rivalidades históricas o recientes, pero que les tienen cero cariño. Ninguno de esos equipos tiene ese nivel de “enemigos” en toda la liga, excepto los Astros. Todas esas aficiones van a querer que pierda el bien llamado Imperio del Mal por Fernando Díaz, siempre que tiene ocasión, pero estoy convencido de que no tienen ningún interés en que ganen los Dodgers. Que es otro equipo con bastantes adversarios: Atlanta, Filadelfia, Mets… Pero sobre todo con una rivalidad muy alta con los Giants y, desde hace unos años, con los Padres. Muchos aficionados de California irán con los Yankees, pero porque es la única opción.

Creo, por tanto, que es una final soñada para el comisionado y que, seguramente, las televisiones y prensa estén calentando con mucho ahínco. Sin duda hará muy buenas audiencias, no lo dudo. Pero lo que no tengo tan claro es que la gente que ve esta final al mejor de 7 vuelva en primavera a ver un partido de temporada regular, habrá que esperar. Sé que las estrellas en el deporte venden, y son los que logran atraer a los aficionados. Pero si de algo puede presumir el deporte americano es de que no hay tan pocos ganadores como en Europa. Las ligas las ganan los mismos 3 ó 4 equipos de siempre, la Champions otro tanto. Es un aburrimiento, y acabas con las aficiones en las ciudades. Todo se queda en apoyar a esos 3 ó 4 equipos y nada más, el resto nunca, o casi nunca optan al título. La MLB no debería desear tender hacia eso. Querer que la liga la disputen los dos equipos con las aficiones más grandes es pan para hoy y hambre para mañana. Si la intención es que los jóvenes que viven en Milwaukee se hagan de los Brewers y compren las entradas, paguen la MLB TV y que se hagan con toneladas de merchandising, tu sueño no puede ser que esos jóvenes se vean atraídos por los grandes equipos de los grandes mercados. Eso es el fin de la competición. En mi opinión, creo que uniría más una final entre un gran equipo y uno pequeño, por poner un ejemplo. Y ya si gana el pequeño es lo máximo. Imaginaos una final entre los Dodgers y los Tigers. Todo un país entero apoyando a los de Detroit, menos las ¾ partes de una ciudad. Y es que sólo hay una cosa que une más que el amor, y es el odio.
Yo este año no voy a poder ver las World Series porque me voy de viaje, pero es, por suerte, la final que tengo menos ganas de ver. Me gustaría que perdiesen los dos equipos. Y a eso me voy a agarrar. Sé que uno de ellos va a ganar, pero me centraré en la derrota del otro. Y esa es la felicidad que nos queda a unos cuantos aficionados a este deporte, pero no a los abusones.














