Previa elaborada por Fernando Diaz
A riesgo de repetir una y otra vez la misma situación tal como le sucediera al personaje interpretado por Bill en ‘Groundhog Day’, más conocida en tierras españolas como ‘Atrapado en el tiempo’, la premisa de los Atlanta Braves para 2025 sigue siendo la misma: título de las World Series o decepción.
Como bien sabemos hasta la fecha, ganar en la MLB es profundamente complicado y es que hay razones de peso por las cuales una franquicia ha sido incapaz de revalidar el título desde los tres seguidos de los Yankees entre 1998 y 2000 por lo que los de Georgia no tienen que sentirse mal porque les pasa a todos.
La cuestión es que, con permiso de Los Ángeles Dodgers, los Atlanta Braves han sido el rival a batir desde levantaron el Trofeo del Comisionado en 2021 y su propósito sigue siendo el mismo pese a que sus eliminaciones en playoffs han ido llegado cada vez más pronto como refleja su caída ante los Padres en la ronda de Wild Card tras no poder ganar la división por séptimo año seguido.
En un grupo muy complicado junto a Mets y Phillies, los Braves han decidido que gran parte del trabajo está hecho por lo que el bloque seguirá siendo prácticamente el mismo en ataque, excepto por la llegada de Jurickson Profar que paliará la ausencia de Acuña Jr. hasta que regrese en las primeras semanas de competición, y por la potencial presencia de Álex Verdugo desde el banquillo, aspecto crucial a la hora de reforzar la plantilla y evitar así que se les vean las costuras por si llegan las lesiones, que quizás lleguen, pero ojalá no de forma tan calamitosa como en 2024.
Por su parte, el bloque en el montículo ha sufrido varias ausencias aunque también es cierto que Spencer Strider volverá más pronto que tarde con lo que la rotación debería ser una fortaleza y se confía en que entre todas las presencias veteranas del bullpen se termine encontrando una solución antes de darle la pelota a Raisel Iglesias, aspecto que puede que no sea el ideal.
Teniendo en cuenta que el ‘tempo’ de la combinación salud y oportunidad cuando se habla de los playoffs no es que haya beneficiado mucho a los Braves en los últimos tres años, uno puede llegar a preguntarse qué puedes hacer de forma distinta para llegar con un buen pico de forma cuando la luz de la reserva está encendida en los brazos de muchos pitchers cuando llega octubre. Si alguien tiene la respuesta a esa eterna cuestión, tiene una mina de oro en su poder. Bromas aparte, quizás un poco de suerte y mucho de salud les permita lucir sus mejores galas antes de los que dioses del béisbol dicten sentencia.
Altas
Jurickson Profar (San Diego Padres)
Bryan De La Cruz (Pittsburgh Pirates)
Álex Verdugo (New York Yankees)
Nick Allen (Oakland Athletics)
Craig Kimbrel (Baltimore Orioles)
Buck Farmer (Cincinnati Reds)
Héctor Neris (Houston Astros)
Enyel De Los Santos (Chicago White Sox)
James McCann (Baltimore Orioles)
Jose Suarez (Los Angeles Angels)
Bajas
Max Fried (New York Yankees)
Charlie Morton (Baltimore Orioles)
AJ Minter (New York Mets)
Travis d´Arnaud (Los Angeles Angels)
Ramón Laureano (Baltimore Orioles)
Luke Jackson (Texas Rangers)
Jesse Chávez (Texas Rangers)
Ian Anderson (Los Angeles Angels)
Lineup
Una cosa son las expectativas y otra es la realidad. Ese bien podría ser el balance del ataque de los Braves en 2024. Con el regreso de todo el bloque histórico del año previo, se podía esperar una regresión y lo cierto es que se quedó en una medianía generalizada para la unidad salvo honrosas excepciones como la de Marcell Ozuna que se perfiló como el mejor DH de la Nacional en las ‘ligas sin Ohtani”.
Quizás otras organizaciones hubieran le dado un lavado de cara de arriba abajo, pero eso no figuraba en los planes del arquitecto del club y confiar en valores contrastados en el apogeo de su carrera más un plus de buena salud puede ser la receta para el éxito.
No cabe duda de que el equipo cambiará una vez que el dinámico Ronald Acuña Jr. regrese de su segunda operación de ligamento cruzado anterior aunque sea en rodillas distintas. Con la promesa que será más ‘cauteloso’ en las bases, el venezolano ha seguido un camino más pausado en su recuperación y no se esperan restricciones cuando vuelva, siendo la chispa que pone en marcha al resto.
Con esa inmejorable primera tarjeta de visita, el resto debería ir como la seda, pero los antecedentes nos obligan a ser cautos. Si todo marcha como indican los cánones, las carreras no van a ser un problema cuando cuentas entre tus filas a referentes en su puesto como Austin Riley, Matt Olson, el citado Ozuna, el siempre infravalorado Ozzie Albies o un Michael Harris II que cuenta en su bate y en sus piernas con una potencial campaña 30-30.
La llegada de Jurickson Profar acaba con el experimento Kelenic aunque éste se debería de beneficiar de oportunidades junto a De La Cruz mientras se recupera Acuña. El jugador de Curaçao explotó en 2024 con una campaña digna All-Star y el club piensa en que tiene base real. Por su parte, Drake Baldwin, la mayor promesa del club, se va a beneficiar de los persistentes problemas físicos de Sean Murphy y tiene visos de ser un valor real no a futuro sino ya en el presente.
No cabe duda que el equipo mostró sus puntos débiles en cuanto llegó la plaga de lesiones, siendo especialmente sangrante la flojua campaña de Orlando Arcía por el que se barajaron opciones para sustituirle en el short, pero las incorporaciones de Nick Allen, Bryan De La Cruz o en última instancia de Álex Verdugo van a ser capitales para fortalecer un banquillo que no fue su punto fuerte y al que no quieres recurrir si pintan bastos porque los titulares están más que claros y la diferencia es más que papable.
Rotación
Puede resultar frustrante ver cómo Atlanta ha perdido a dos bastiones en la rotación como Max Fried y Charlie Morton, quedando una sensación de vacío por la falta de incorporaciones efectivas al grupo, pero esto no es incompatible con haberlo intentado antes de que se vaya a pique la contratación de Jeff Hoffman en el reconocimiento médico o que otras opciones quedaron fuera del rango de comodidad de Alex Anthopoulos.
No obstante, no hay que caer en la desesperación cuando Chris Sale, el vigente ganador del Cy Young abre tu rotación y no está solo. El zurdo protagonizó una de las historias más inspiradoras del 2024 recuperando su estatus como uno de los mejores pitchers de la competición tras años de lesiones y se perfila como el brazo dominante del grupo. Eso sí, la incertidumbre puede rodearle habida cuenta de su historial reciente, pero seamos positivos y es que Sale ha venido para quedarse.
Al igual que en el caso de Acuña, los Braves tendrán el refuerzo de uno de los brazos más eléctricos en Spencer Strider, artista sublime del strikeout y uno de los más dominantes de la liga en algún momento del mes de abril. Tras su cirugía alternativa a la Tommy John y algún ajuste a su mecánica, no sería descartable que los Braves tuvieran a otro ganador distinto del Cy Young en 2025.
Otro enorme éxito de la gerencia fue la apuesta por Reynaldo López tras años de actuar como relevista y consolidándose como uno de los pitchers más efectivos de la MLB. Su objetivo para este 2025 será confirmar esas sensaciones casi inmejorables y poder incrementar esas 135 entradas.
Sin duda, el cuarteto lo completa uno de los ascensos más meteóricos de la organización en 2024 como fue el de Spencer Schwellenbach, que empezó en la Clase A para ofrecer un balón de oxígeno a Snitker en términos de solidez y juventud. Armado con un brazo podigioso, este antiguo ‘two-way player’ a lo Ohtani en la universidad, tiene un futuro espléndido por delante y le da al club una rotación que pueda mirar de tú a tú a la de los Dodgers.
Por último y muy importante para navegar por las exigentes aguas de la temporada regular, los Braves cuentan con interesantes opciones para la quinta plaza como la oportunidad que representa la polivalencia de Grant Holmes que fue un revulsivo e incluso la opción que supone un Smith-Sawver que todavía tiene amplio margen de mejora y un potencial increíble que todavía no ha cuajado en su breve experiencia en las Mayores.
Bullpen
Atlanta disfrutó de una gran campaña al final de los partidos gracias a Raisel Iglesias, consolidándose como uno de los mejores closers de la competición y que era la guinda al pastel de una unidad que tuvo uno de sus mejores desempeños en 2024.
Sin embargo, el plan se ha visto alterado significativamente tras la marcha de AJ Minter y la potencial ausencia para todo el año de Joe Jiménez tras su paso por el quirófano aunque podría llegar a tiempo para el tramo final. Esto va a obligar a que los que permanecen se vean obligado a dar un paso al frente. Pierce Johnson será el encargado de la octava y zurdos como Aaron Bummer o Dylan Lee tendrán que cubrir el hueco existente.
Por su parte, el club tiene fe en que Daysbel Hernández asuma un rol mayor, pero hay una serie de plazas por asignar que seguramente se afinarán en el último tramo del spring training o durante el año con una serie de candidatos que buscan seguir en la pomada vía invitación como veteranos del estilo Héctor Neris, Enyel de los Santos, Buck Farmer o el intrigante caso de un futuro Hall of Famer como es Craig Kimbrel, que regresa a su club original una década después.
A última hora, sacrificando a Ian Anderson, el último abridor que quedaba de aquella escuadra que campeonó, se han hecho con otro relevista, Jose Suarez, que viene de los Angels.
Entrenador
Brian Snitker. Sinónimo de estabilidad para el club, Snitker tuvo que lidiar con una campaña extremadamente complicada por la plaga de lesiones que sufrió en jugadores clave y que condicionó las opciones del club. Se podría decir que hizo su mejor trabajo hasta la fecha con todo el infortunio que tuvo delante, pero se confía en que 2025 sea un año en el que pueda contar con más estabilidad y eso será clave para llegar al momento de la verdad en las mejores condiciones posibles.
Puntos fuertes
- Pese a la regresión generalizada (y quizás esperada) que sufrió el lineup, el ataque volverá a ser uno de los más contundentes en 2025 y eso será especialmente cierto cuando regrese Ronald Acuña Jr.
- La rotación volverá a ser una de las más poderosas en el momento que Spencer Strider complemente un plantel que confía en asumir más entradas para aliviar la carga de trabajo al bullpen.
- Pese a que hay excepciones puntuales, el equipo sigue gozando de una juventud generalizada que se debe convertir en su mayor activo tanto para el presente como el futuro.
Puntos débiles
- La ausencia de Travis d´Arnaud, Max Fried y Charlie Morton dejan un hueco en términos de calidad y liderazgo en un vestuario que tendrá que cerrar filas para compensar su marcha.
- El bullpen ha sufrido un serio varapalo con la lesión de Jiménez y el fichaje de Minter con los Mets y eso apunta a que los relevistas se verán más expuestos a un mayor nivel de exigencia.
- La plaga de lesiones evidenció la necesidad de cuidar al núcleo duro del equipo y un escenario parecido condicionaría nuevamente al club de cara a sus aspiraciones.
Promesas
Si hay una máxima constante a lo largo de las últimas campañas es que la percepción del sistema de filiales de los Braves no pasa por sus mejores momentos y se sitúa entre las más flojas de la competición. Sin embargo, año tras año surge algún valor que refuerza el plantel que situó a la organización entre las más boyantes de la liga años atrás. Spencer Schwellenbach fue el último ejemplo y Drake Baldwin puede ser el nuevo abanderado. Catcher disciplinado con una sublime capacidad de contacto, ha impresionado al club con su progresión y su ética de trabajo en la parcela defensiva. Si los problemas de Murphy persisten, los Braves pueden tener un sustituto en ciernes. Por otro lado, Nacho Álvarez impresionó en las Menores, pero su escasa exposición a la MLB dejó claro que tiene que seguir progresando para ser un futuro comodín en el diamante.
Aunque Cam Caminiti es la mayor promesa en el montículo, tanto AJ Smith-Shawver como Hurston Waldrep pueden ser refuerzos que necesitan algo más de consistencia para dar el salto definitivo. Por su parte, JR Ritchie como Owen Murphy se encuentran en distintos momento de su recuperación por la cirugía Tommy John y pueden ser el nuevo Schwellenbach de 2025 si todo cuadra.
Evolución
En el año más complicado de la actual ventana de oportunidad de Brian Snitker en el cargo, los Atlanta Braves no pudieron prorrogar su racha de seis títulos divisionales y se vieron abocados a lograr una plaza para los playoffs en el último día de competición. A fin de cuentas se trató de nadar para morir en la orilla contra los Padres, pero con algo más de salud (y suerte) esta franquicia aspira a todo incluso con los todopoderosos Dodgers acechando.