Cooper Pratt, uno de los prospects que mas ha crecido en esta temporada y actualmente en los Timber Rattlers, equipo de A+ de los Brewers nos habla de como ha sido su camino hasta el béisbol profesional.
El joven shortstop tiene todo lo que se necesita para ser una estrella de aquí a unos años, pero su carrera no ha empezado ahora, empezó hace unos años en el jardín de su casa…
¿Por qué empezaste a jugar al béisbol?
Nací en una familia con tradición de béisbol. Mi padre jugaba, todos mis tíos jugaban, y yo básicamente nací en ello. Todos mis hermanos juegan también, así que es algo que ha estado en la sangre, y lo disfruto. Me encanta. Es una de mis cosas favoritas sin duda, pero es algo en lo que simplemente nací.
Y jugaste en Magnolia Heights High School en Mississippi. ¿Qué puedes contar sobre tu tiempo allí?
Me lo pasé genial. Magnolia Heights, mi entrenador de instituto, era increíble, Chris McMahon. Tenía que conducir unos 45 minutos desde mi casa hasta allí, pero sí, fue todo lo que podía pedir. Gran escuela, gran programa de béisbol. Jugué con algunos de mis mejores amigos. No me puedo quejar.
Allí ganaste varios campeonatos. Además, fuiste nombrado Jugador del Año de Gatorade en Mississippi. ¿Qué significaron para ti todos esos premios y reconocimientos a una edad tan joven?
Sí, fue un gran logro, sobre todo el de Jugador del Año de Gatorade en Mississippi. Era uno que quería ganar desde probablemente mi tercer año de instituto, y quería ganarlo para mi último año. Algunos de esos premios fueron llegando poco a poco, y sí, no me puedo quejar. Muy bendecido. Tuve un gran último año, y eso se trasladó al béisbol profesional.

Durante el instituto, también jugabas como shortstop, segunda base y pitcher. ¿Alguna vez pensaste en ir a la universidad o a la MLB como lanzador?
No, realmente no. Solo lanzaba por diversión porque no teníamos muchos pitchers, y sabía que podía lanzar strikes. No, al final del día, fui reclutado como shortstop. Así que lo de pitchear era algo secundario.
¿Te ayudó pitchear a la hora de batear? ¿Tal vez en la forma en la que afrontabas los pitches?
Quizás un poco. Realmente no pensaba demasiado en el pitch. Solo lanzaba la bola donde me decían. Pero, quiero decir, seguro que a algunas personas les ayuda a batear. Yo solo pitcheaba, tratando de que ellos golpearan porque en el instituto teníamos una buena defensa detrás de mí. Pero sí, probablemente tomé la decisión correcta al no seguir pitcheando después del instituto.
Te comprometiste con Ole Miss. ¿Por qué decidiste elegir Ole Miss?
Era muy joven. Estaba en octavo curso. No tenía muchas ofertas, y Ole Miss fue una de las primeras, así que me lancé. No tuve mucho tiempo para pensarlo. Probablemente debería haber esperado hasta mi tercer año para ver qué tenía. Pero me comprometí en octavo curso. No me arrepiento, pero ahora con el NIL, probablemente debería haber esperado.

Después de tu última temporada, fuiste al draft de la MLB. ¿Qué me puedes contar sobre esa experiencia? ¿Cómo fue para ti?
El draft… no soy muy fan del draft. Fue un cúmulo de emociones, pero al final fui seleccionado en la sexta ronda. Muy bendecido, por los Brewers. No podría estar más feliz con cómo resultó todo. Al final, fuera cual fuera el camino, ya sea la universidad o el draft, era un win win. Estuve muy cerca de ir a Ole Miss, pero los Brewers me ofrecieron suficiente dinero y decidí ir al draft, y ahora estoy en su organización.
Después de eso, debutaste en el equipo de Arizona Complex con los Brewers. ¿Qué diferencia notaste la primera vez que jugaste como profesional en comparación con tu tiempo en el instituto?
El nivel de pitcheo era mucho mejor, al igual que la defensa. Jugué contra muchos jugadores mayores. Arizona es mucho más caluroso, eso seguro. Y las dos entradas extra, de 7 a 9, fueron un gran salto. Pero ya me he adaptado. Una vez te acostumbras, es solo un juego.

Este año empezaste con los Carolina Mudcats y luego fuiste ascendido a los Wisconsin Timber Rattlers. ¿Cómo fue el momento en que te dijeron que ibas a Wisconsin? ¿Cómo te sentiste?
Fue muy emocionante porque ese era el objetivo, llegar al menos a Wisconsin. Disfruté mucho mi tiempo con los Mudcats en Carolina. Jugué muy bien allí, y luego me ascendieron a Wisconsin. Fue increíble, súper emocionante. Y ahora estoy aquí en Wisconsin para terminar la temporada y, con suerte, ganar un anillo.
Naciste en Florida y creciste en Mississippi. Es un gran cambio de entorno. ¿También has notado una gran diferencia entre jugar en A y A+?
Sí, Wisconsin es muy diferente de Mississippi y Florida, pero he disfrutado de mi tiempo aquí. Y sí, el salto es más grande de lo que esperaba. Pero solo llevo aquí unas semanas, así que estoy preparado para el nuevo desafío. Los jugadores son un poco mayores, la defensa mejora en cada nivel, pero al final del día, sigue siendo el mismo juego.
¿Cuál dirías que es tu mayor fortaleza? ¿Y qué es lo que crees que debes mejorar para seguir progresando en las ligas menores?
Mi mayor fortaleza probablemente sea la defensa. Y algo en lo que debería seguir trabajando es en la fuerza. Nunca puedes ser demasiado fuerte. Así que probablemente me centraré en eso durante la pretemporada, tratando de volver el próximo año un poco mejor que el año anterior. Un poco más fuerte y más consistente, sin duda.














