Una vez definida en casi su totalidad las plantillas de toda la MLB con una de las agencias libres más rápidas de los últimos tiempos, voy a analizar división por división las dinámicas de los equipos para comprender un poquito más el estado en el que se encuentran respecto al año pasado. Para ello, voy a categorizar a los equipos en 6 categorías que son:
Pushing for championship: aquí incluiré aquellos equipos que ya optaban a ganar el título en 2022 y que su apuesta en esta postemporada ha sido la de redoblar esfuerzos.
Improving but not enough: en esta categoría analizaré los equipos que han dado un claro salto competitivo pero que no creo que les llegue para más allá que un puesto en playoffs.
Change of strategy: los equipos que han virado su rumbo para poder cambiar algunas cosas que no han funcionado serán los protagonistas en este apartado.
Same status as last year: nuevo año y mismas aspiraciones. Pocos cambios significativos en las franquicias que ocupan esta categoría.
Clear step back: jarro de agua fría para los aficionados de estos equipos que verán reducidas sus aspiraciones de forma evidente en 2023.
Saving money: mientras algunos intentan ganar, otros equipos lo único que buscan es minimizar su payroll para ganar más dinero. El desarrollo de jóvenes y la reconstrucción es la excusa para reducir año sí, año también los emolumentos de sus jugadores.
Hoy sigo con la división Este de la liga Nacional, un equipo que cuenta con tres trasatlánticos, un equipo estancado desde hace años y otro en plena reconstrucción. Allá vamos.
Pushing for championship: aunque de forma totalmente inesperada, los Philadelphia Phillies estuvieron el año pasado a punto de ganar el campeonato. Sólo el rodillo Astro le pudo apartar a los de Philly de llevarse el trofeo. Fruto de verse tan cerca, los Phillies han redoblado esfuerzos y han gastado dinero en cubrir dos de las más grandes necesidades que tenían. En el SS se han hecho con uno de los agentes libres más cotizados de la liga en Trea Turner. El precio, desorbitado. 300 millones por 11 años, lo que le “garantiza” una jubilación en Philadelphia. La otra necesidad era el bullpen, donde han añadido a 3 relevistas con experiencia como cerradores en MLB, Craig Kimbrel, cuya cima ya es cosa del pasado, Gregory Soto, traído vía traspaso desde Detroit para formar, con Alvarado, uno de los mejores dúos de relevistas zurdos de la liga y Matt Strahm. Además, han añadido a Taijuan Walker para luchar con Ranger Suarez por el tercer puesto en la rotación, detrás de Nola y Wheeler. La única pega con la que cuentan es la importante baja de su mejor jugador, Bryce Harper, para la primera parte de la temporada. Pero arsenal tiene para cubrir esa baja. El citado Turner, Schwarber, Hoskins, Realmuto, Castellanos y Bohm forman un lineup temible. Ocasión de oro para los Phillies para traer de vuelta el trofeo del comisionado tras un año terrible para la ciudad con derrotas de Phillies, Eagles y Union en las finales de MLB, NFL y MLS, respectivamente.
Improving but not enough: muchas incógnitas, de nuevo, para los Miami Marlins para este 2023. La principal, ver cómo se adaptará su estrella, e imagen del videojuego MLB, The Show, Jazz Chisholm a su nueva posición, la de jardinero central, tras ser incapaz la franquicia de traer a nadie para cubrir el puesto. Ni vía traspaso (siempre se ha citado a Bryan Reynolds), ni vía agencia libre (Adam Duvall, Cody Bellinger o Brandon Nimmo) han podido cubrir el hueco a pesar de sus excedentes en el montículo. Los refuerzos en el infield, en cambio, han sido prometedores, trayéndose al actual campeón de promedio de bateo, Luis Arraez, y al siempre eficaz Jean Segura, que aportan lo que escaseaba en años anteriores, bateo de contacto. Para traer a Arraez han tenido que ceder a su número 2, Pablo Lopez, lo que hace que se antoje imprescindible la vuelta a brillar del antiguo novato del año Trevor Rogers para secundar al Cy Young Sandy Alcantara. Y qué decir de Sixto Sanchez. Johny Cueto aportará también experiencia a un cuerpo muy joven. Por último, también han mejorado el bullpen con Matt Barnes y el posible cerrador, junto a Dylan Floro, A.J. Puk, un buen relevista zurdo que parece claro como relevista, cuando era un buen prospecto como abridor. Los Marlins han mejorado, sí, pero quedar por encima del cuarto puesto, y por ende, en playoffs, se vislumbra imposible.
Change of strategy: la anunciada salida a la agencia libre de su ace Jacob deGrom ha provocado un maremoto en los New York Mets. Para suplirle, y también a Bassitt, Cohen ha sacado la chequera para comprometer 314 millones en traer al actual Cy Young de la liga americana, Justin Verlander, el fenómeno nipón Kodai Senga y al renacido en 2022 Jose Quintana. Renovación profunda para la rotación Met. Lógicas dudas en la dupla Verlander-Scherzer por la edad y precio pagado, pero su rendimiento en 2022 fue de todo menos decreciente. Dentro de esa inversión, también ha quedado completamente renovado el bullpen con la millonaria renovación de Edwin Diaz, tras dominar en 2022 a los bateadores, y traer a relevistas como David Robertson, Brooks Raley, renovar a Adam Ottavino y traer al versátil Elieser Hernandez. 330 millones de payroll en 2023, evidentemente, hacen a los Mets como uno de los grandes aspirantes al título. Y eso que el contrato con Correa se cayó a última hora, porque si no, se hubiera disparado aún más. Renovar a Vogelbach y Nimmo y traer al cátcher Omar Narvaez y el jardinero Tommy Pham como recambio han sido otros buenos movimientos. No hay excusa este año. Cohen quiere traer a Queens el título y está gastando lo necesario para ello.
Same status as last year: una pésima eliminatoria ante los Phillies hizo que los Atlanta Braves no fueran capaces de luchar por repetir el título en 2022. Esto no quita a que los Braves se traten de una organización, a día de hoy, modélica, en dos de las grandes patas de este deporte. La primera es desarrollar talento. El año pasado dos de sus novatos, Spencer Strider y Michael Harris III, lucharon mano a mano por ser el novato del año en la liga nacional. Si a eso sumas la eclosión de Kyle Wright y el estreno de Vaughn Grissom, habla claro de la excelente labor de desarrollo de sus jugadores jóvenes. La otra es la de la gestión de contratos de sus jugadores. A base de contratos amigables para la franquicia, los Braves han asegurado el futuro a corto y medio plazo renovando a sus piezas angulares para el futuro como los mencionados Strider o Harris, más los Acuña, Albies, Riley, Olson o el fichaje de este año, el cátcher Sean Murphy, ya renovado para los próximos 6 años. Lógicamente, hay jugadores que no pasan por el aro. Este año, se ha marchado un jugador clave, tanto en el campo como en el dugout, como Dansby Swanson. En 2 años se han marchado dos de los líderes del equipo, el citado Swanson y Freeman. Habrá que ver cómo suple Snitker al reputado SS. El bullpen sigue siendo top, con Kirby Yates volviendo de una Tommy John y el fichaje de Joe Jimenez como refuerzo top para el puente entre apertura y cierre. Y, por último, las incógnitas de un Ian Anderson que tuvo un año 2022 espantoso, y la vuelta de Mike Soroka tras dos años aciagos de lesiones. Los Braves van a estar en playoffs y van a ser competitivos de nuevo en 2023.
Saving money: los Washington Nationals campeones de 2019 parecen más un sueño que algo que realmente sucedió. Los Scherzer, Rendon, Turner o Soto, todos superestrellas, han ido abandonando la franquicia y, de sus buques insignias, sólo quedan los contratos intraspasables, los de Stephen Strasburg, por la gran cantidad de lesiones que lleva, y el de Patrick Corbin, uno de los abridores más ineficaces los últimos años. Sin embargo, estos traspasos han traído inmenso talento joven que habrá que desarrollar, único aspecto a seguir en esta nave sin deriva. De los fichajes, hay que estar pendiente de pitchers como Josiah Gray, MacKenzie Gore o del producto local Cade Cavalli. Y de los jugadores ofensivos, habrá que poner el foco en el cátcher Keibert Ruiz, el SS CJ Abrams o James Wood. Varios de ellos obtenidos en el megatraspaso de Juan Soto del verano pasado. Los fichajes en esta offseason han sido bastante discretos, destacando el DH/1B venido muy a menos Dom Smith, que se salió en la temporada de la pandemia para nunca más saber de sus virtudes los dos últimos años, Jeimer Candelario o Corey Dickerson, jugadores que aspiran a reflotar sus carreras. Los Nationals, encuadrados en una de las divisiones más competitivas de la liga, tienen años difíciles en el futuro a medio plazo. Hasta entonces, sólo nos queda ver evolucionar a esa camada de jóvenes dispuestos a comerse el mundo.