27 de Julio de 2020. Primeros partidos de una atípica temporada. Muchas ganas de ver a muchos equipos y a muchos jugadores enfundándose sus nuevas camisetas. Sin embargo, en uno de los partidos que menos captarían la atención de los aficionados, un partido entre los Royals y los Tigers, dos equipos que en teoría van a luchar por no tener el peor registro de toda la Liga, se produjo un hecho insólito en todo lo que es estrategia defensiva.
Pongámonos en situación. Segunda entrada. Lanza Mike Montgomery para los Royals y batea Miguel Cabrera, un Hall of Famer sin duda cuando se retire. Un jugador que pasará a la historia de la MLB por su capacidad de bateo, por su poder y por una legendaria carrera.
De repente, todos los defensores del infield, primera base, segunda base, shortstop y tercera base, se marchan para atrás colocándose en el outfield corto haciendo que haya siete jardineros y ningún infielder. ¿Razones? Pues hay varias. Una puede ser la facilidad que tiene Cabrera de lanzar la bola lejos y así se cubre todo el outfield. Y la segunda es que, si bateara una ground ball, a pesar de que el supuesto infielder convertido en un outfielder va a tardar más en recibir la pelota y, por lo tanto, más tiempo en lanzarla a primera base, debido a que Cabrera no es precisamente un corredor muy rápido (acuciado por la edad y sus evidentes problemas en las rodillas), las posibilidades de eliminarle siguen siendo bastante altas. Como así fue. El segundo base, Whit Merrifield, recibe el ground ball que batea Miggy y le elimina sin problemas.
Un Shift, como se denominan los cambios en la estrategia defensiva, que ha llamado mucho la atención en este inicio te temporada.
En 2018, los Houston Astros ya implementaron una estrategia parecida, aunque menos extrema. Se enfrentaban a Joey Gallo, poderosísimo bateador de los Rangers de Texas. Un jugador que pasará a la historia por lograr su Home Run número 100 antes que su single 100. Vamos, que es más fácil verle lanzar fuera del estadio la pelota que batearla corta. Para intentar cubrir lo máximo posible los jardines, colocaron un outfield de 4 jugadores mientras que, en el infield, lugar donde es poco probable que vaya su bola golpeada, se colocaban 3 en vez de los clásicos 4 jugadores.
En 2017 ya lo hicieron antes los Cubs contra el excelso bateador de los Reds, Joey Votto que, sin embargo, consiguió hacer un doble ante la defensa tan innovadora de los Cubs. Acertaron en que la dirección de su batazo sería por la derecha, pero pudo encontrar un hueco por la izquierda del primera base.
Otro ejemplo son los siempre innovadores Tampa Bay Rays que colocaron 5 jardineros en el partido de la Wild Card de 2019 contra los Oakland Athletics cuando Matt Olson iba a batear. Una estrategia arriesgada por el modo y, sobre todo, por el momento, todo un partido de todo o nada. Desgraciadamente nunca sabremos si fue útil porque el habilidoso bateador de Oakland consiguió un walk.
Otro shift defensivo muy peculiar fue el que descubrieron los D’Backs en 2017 cuando jugaban contra los Rockies y bateaba DJ LeMahieu y consiste en bascular a todos los jardineros a la zona de detrás del segundo base.
Uno de los innovadores de este procedimiento es Joe Maddon, mítico entrenador de las Mayores y que, no sólo ha planteado en muchas ocasiones este tipo de estrategias defensivas (especialmente con Bryant, Baez o Rizzo en los Cubs), sino que es el autor de una de las frases que mejor define esta corriente: “Pon a tus mejores defensores donde es más probable que la pelota vaya a ir.”
Aunque esta estrategia se va perfeccionando con el tiempo, estos cambios posicionales son muy antiguos. Por poner un ejemplo, el quizá mejor bateador puro de todos los tiempos, Ted Williams, los sufrió en los años 40. Abajo, un ejemplo.
¿Cuál es la razón por la cual se hacen ahora más shifts que antes? Porque ahora se mide absolutamente todo. Y claro, una de las cosas que más se mide es el cómo se batea y en lo que nos ocupa, hacia donde van la mayoría de batazos de cada jugador.
Al principio, todos estos shifts se hacían especialmente a los bateadores zurdos. La razón es la tendencia de estos bateadores en batear a la derecha del campo donde se encuentran el primera base, el segunda base y el jardinero derecho. Así, tanto el tercera base como el shortstop basculan hacia la izquierda intentando tapar los posibles agujeros en ese lado dejando el lado izquierdo del bateador más libre.
Esto tiene una repercusión en el bateador ya que, al ver el shift defensivo que hacen, hay muchos jugadores que intentan cambiar el swing o el posicionamiento del cuerpo para intentar batear sobre la zona que dejan más libre los defensas. Esto provoca que los promedios de bateo puedan bajar o que se produzcan. En el primer caso se encuentra por ejemplo Bryce Harper que, en su temporada de debut con los Phillies, sufrió un 60% de shifts en sus turnos de bateo bajando desde 2018 su wOBA (weighted on base average) de un muy buen registro de .387 a un .354 cuando sufre un shift.
Para evitar estos shift defensivos en el infield, lo que buscan los bateadores es ponerla lejos de los defensores y evitar los ground balls. Vamos, pegarle lo más lejos posible y subir el launch angle.
Season | Avg. Launch Angle | Ground Balls % |
---|---|---|
2015 | 10,1% | 0,47 |
2016 | 10,8% | 0,46 |
2017 | 11,1% | 0,45 |
2018 | 11,7% | 0,45 |
2019 | 12,2% | 0,44 |
Otra tendencia que se une a otras varias para lo que se viene llamando la fly ball revolution. Aquí una estadística de porcentajes de apariciones al plato en los cuales se usaron shifts defensivos:
Season | Vs. RH Hitters | Vs. LH Hitters | All |
---|---|---|---|
2016 | 6,4% | 24,2% | 13,8% |
2017 | 5,2% | 22,1% | 12,1% |
2018 | 8,9% | 29,6% | 17,4% |
2019 | 14,3% | 41,9% | 25,6% |
Edwin Encarnacion, bateador emergente derecho, fue en 2018 el primer bateador diestro en sufrir shifts en más del 50% de sus apariciones al plato. Ya en 2019 ya fueron 7 los que lo superaron destacando Rhys Hoskins, primera base de los Phillies, que los sufrió en más de un 70%.
Batter | PA | % | wOBA | PA | % | wOBA |
---|---|---|---|---|---|---|
Gallo, Joey | 281 | 95.9 | .390 | 12 | 4.1 | .644 |
Smoak, Justin | 310 | 91.4 | .337 | 29 | 8.6 | .307 |
Davis, Chris | 305 | 91.0 | .257 | 30 | 9.0 | .215 |
Avila, Alex | 172 | 88.7 | .310 | 22 | 11.3 | .427 |
Carpenter, Matt | 417 | 88.5 | .315 | 54 | 11.5 | .294 |
Bruce, Jay | 280 | 87.8 | .319 | 39 | 12.2 | .363 |
Olson, Matt | 463 | 86.9 | .358 | 70 | 13.1 | .419 |
Granderson, Curtis | 305 | 84.3 | .262 | 57 | 15.7 | .347 |
Moreland, Mitch | 274 | 82.8 | .347 | 57 | 17.2 | .336 |
Santana, Carlos | 375 | 82.4 | .374 | 80 | 17.6 | .330 |
Fowler, Dexter | 357 | 81.3 | .317 | 82 | 18.7 | .380 |
Calhoun, Kole | 498 | 80.7 | .347 | 119 | 19.3 | .256 |
Belt, Brandon | 493 | 80.4 | .335 | 120 | 19.6 | .253 |
Bellinger, Cody | 513 | 80.2 | .410 | 127 | 19.8 | .433 |
Seager, Kyle | 353 | 79.7 | .330 | 90 | 20.3 | .336 |
Grandal, Yasmani | 343 | 78.5 | .339 | 94 | 21.5 | .388 |
Muncy, Max | 447 | 76.0 | .356 | 141 | 24.0 | .425 |
Hicks, Aaron | 125 | 75.8 | .336 | 40 | 24.2 | .339 |
Ford, Mike | 122 | 75.8 | .397 | 39 | 24.2 | .295 |
Thames, Eric | 343 | 75.4 | .359 | 112 | 24.6 | .337 |
Biggio, Cavan | 322 | 74.9 | .333 | 108 | 25.1 | .372 |
Alonso, Yonder | 247 | 74.4 | .285 | 85 | 25.6 | .254 |
Odor, Rougned | 425 | 73.4 | .287 | 154 | 26.6 | .343 |
Adams, Matt | 242 | 72.9 | .304 | 90 | 27.1 | .311 |
Ramirez, Jose | 263 | 72.3 | .296 | 101 | 27.7 | .453 |
Kepler, Max | 429 | 72.1 | .355 | 166 | 27.9 | .352 |
Cabrera, Asdrubal | 267 | 71.8 | .348 | 105 | 28.2 | .291 |
Lamb, Jake | 160 | 71.1 | .307 | 65 | 28.9 | .273 |
McCann, Brian | 222 | 70.5 | .327 | 93 | 29.5 | .275 |
Hoskins, Rhys | 493 | 70.5 | .352 | 206 | 29.5 | .335 |
Otra consecuencia de estos cambios defensivos es que los equipos priman más el aspecto ofensivo de los jugadores que el defensivo. Y más en categorías defensivas Premium como pueden ser segunda base, shortstop o jardinero central. Por poner un ejemplo actual, está el fichaje de Mike Moustakas por los Reds. Acostumbrado a jugar en tercera base, los Reds ficharon a Moustakas para jugar en segunda base cuando casi toda su carrera lo ha hecho en tercera, donde las carencias defensivas pasan más desapercibidas. David Bell, contratado como manager de los Reds en 2019, hizo que los Reds pasaran de un 9,5% a un 27.0% de shifts. Los Dodgers usan shifts para camuflar, por ejemplo, las carencias defensivas de su tercera base Justin Turner y shortstop Corey Seager. Por ahí quizá su ahínco en firmar a Francisco Lindor el año pasado.
En oposición a esta corriente, un estudio de Russell Carleton, otrora escritor de Baseball Prospectus y ahora trabajando para los Mets, indicaba que los pitchers lanzan menos strikes cuando los jugadores en defensa cambian de posicionamiento y que el efecto de los shifts era nulo porque cada hit cancelado o anulado por estos cambios defensivos se compensaba con walks.
Y, por último, también hay un coste, por supuesto menos costoso para los equipos, para el aficionado ya que cada vez es más difícil ver a un Shortstop haciendo highlights con alguna atrapada genial ya que cada vez tienen que cubrir menos espacios pareciendo que los Shorstops premium defensivos actuales, como, por ejemplo, Andrelton Simmons, sean muy inferiores a los Ozzie Smith de antaño.
Dibujo que ilustra el artículo de «The Wall Street Journal».