La KBO (Korea Baseball Organization) o liga de baseball en Corea del Sur se suma a las iniciativas para acelerar los juegos en la temporada 2023, igual que lo hace la MLB con diferentes técnicas.
Donde la media de los partidos durante 2022 estaba en tres horas y once minutos, aspiran a que la nueva media sea de tres horas y cinco minutos para los nueve innings.
Seis minutos pueden no parecer mucho, pero todo cuenta para que el juego se agilice y resulte ¿menos aburrido?
Las medidas que se van a tomar no deben ser tomadas a la ligera, pues romper alguna incluso llevan multa monetaria, a pagar del mismo bolsillo de los jugadores que cometan la falta.
Algunas de ellas son:
Para managers y entrenadores de pitcheo deben reducir sus visitas al montículo a 25 segundos. Los catchers que asistan deben volver a su posición y preparados para volver a jugar en los 30 segundos siguientes.
Para pitchers, cuando las bases estén vacías, el siguiente lanzamiento del pitcher debe hacerse en 12 segundos. Romper la regla una vez supone una advertencia del umpire en home, y la segunda… se anotará una bola y se impone una multa de 200.000 wons (159 dólares estadounidenses, 148 euros).
Para bateadores tampoco hay respiro, pues si están at-bat deben mantener al menos un pie dentro de la caja de bateo, ¡siempre en posición! Quien rompa esta norma… se llevará otra multa de 200.000 wons.
Fuera de los equipos, los umpires serán también evaluados para que hagan cumplir estas nuevas normas.
¿Demasiadas normas?
Hacer que el deporte sea más ameno para que llegue a más gente es algo bueno… ¿pero tal vez estemos llegando demasiado lejos?
¿Estarán los jugadores, ya sea en defensa o en ataque, más preocupados del reloj que de lanzar bien o batear para home run?
No lo sabremos hasta que tengamos todas las métricas de todos los partidos, pero todo apunta a que será un año muy interesante para el baseball coreano.