Los Calientabanquillos. Año 2006. Director: Dennis Dugan. Reparto: Rob Schneider, Jon Heder y David Spade.
Gus, Richie y Clark son los típicos freakies de cualquier pueblo. Y por supuesto, salvo en el caso de Gus, sus habilidades atléticas son ínfimas. Tras ayudar a un joven llamado Nelson con unos matones, el padre de Nelson, un millonario, les ofrece crear un equipo para ganar la liga de béisbol del Estado. Su camino estará plagado de dificultades como fichajes de adultos para equipos rivales o lesiones, en este caso de Gus.
Mi impresión: Comedia muy muy simplona donde abundan multitud de chistes bastante soeces y episodios de un humor bastante simplón. Eso se une a la moralina de evitar el acoso infantil para hacer una película bastante evitable. De hecho, fue nominado para varios Razzies, considerados los anti Óscars. El actor principal, Rob Schneider, es muy famoso en Estados Unidos lo que hizo que, a mi entender de una forma bastante incomprensible, la película fuera bastante éxito de taquilla.
El momento: Un ayudante de Mel, el millonario padre de Nelson, les enseña sus “mejores” trucos para entrenar. Por ejemplo, para correr después de batear o entre bases, lo hace llamando a puertas de gente a los que no conocen y saliendo disparados para que no les pillen. Para agarrar la pelota, usa unas patatas al horno que se las van pasando recién salidas del horno. O para batear, van subidos en el coche bateando los buzones de correos….
La frase: Para muestra de lo que es la película, aquí una muestra. Después de ver batear un HR, Clark le dice a Richie: “Y lo ha hecho sin esteroides”. “¿Qué son esteroides?”, pregunta Richie. “Algo que te encoge la picha”, contesta Clark a lo que Richie contesta: “Ahhh, entonces es lo que tienen los spaghettis”.
¿Realidad o ficción?: El ayudante de Mel es interpretado por el mítico Hall of Famer Reggie Jackson que les enseña, con los trucos más absurdos, los entresijos del béisbol. Pocas concesiones más a la realidad.
Premio a la más absurda.