Por primera vez en dieciséis temporadas, el Comerica Park no verá a Miguel Cabrera en la caja de bateo, preparándose para batirse en duelo contra los lanzadores rivales. Porque es inevitable analizar la temporada 2024 de los Detroit Tigers sin centrarse en la figura de un jugador que, en el momento justo en el que cuelga el bate, se convierte en una leyenda viva de este deporte. Miguel Cabrera ha sido el alma, el corazón y la cara visible de la Franquicia durante varios lustros, y su figura y legado serán alargados. No obstante, no hay que olvidar que su marcha libera una cantidad ingente de dinero que debe servir para rellenar huecos en su roster que, antes, eran difíciles de llenar. Sin embargo, la franquicia del Estado de Michigan tiene motivos para creer, y para crecer. No deberían tener prisa, en su división, ahora mismo, ya que los Minnesota Twins y, en menor medida, Cleveland Guardians están un paso por delante del resto. Detroit debería centrarse en ganar la maratón que desembocará en el dominio de la División Central de la Liga Americana, contra Kansas City Royals, y a la espera de lo que pretenden hacer Chicago White Sox: si construir en base a los jugadores que tienen ,o utilizarlos como moneda de cambio para ampliar su sistema de granjas. Detroit Tigers no están, ahora mismo, en disposición de luchar por un título divisional, salvo sorpresa mayúscula. Los últimos años en Detroit han consistido en reconstruir su sistema de granjas adquiriendo jóvenes talentos, tanto vía Draft, como vía firma de agentes libres internacionales para desarrollarlos en las Ligas Menores. La temporada se presenta apasionante por el desafío que supone superar la marcha de Cabrera, y por la esperanza de que los jóvenes jugadores que han asomado en Las Grandes Ligas las últimas temporadas, confirmen y evolucionen sus prestaciones en una franquicia que no tiene prisa por ganar, pero sí debería tenerla por crecer. El trabajo de Scott Harris como ejecutivo, y máximo responsable deportivo de la franquicia, tiene, hasta ahora, más sombras que luces. El contrato de Javier Báez -rindiendo muy por debajo de lo esperado en cuánto a expectativas y talento-, y traspasos como el de Isaac Paredes a cambio de Austin Meadows – que venía de ser All Star en 2019 y que, desgraciadamente, ahora mismo está fuera de la competición con graves problemas de ansiedad-, hacen que los grandes movimientos de la nueva gerencia, que lleva en el cargo desde 2022, hayan sido un auténtico fiasco. Esta temporada, sin embargo, se ha optado por operaciones con menos riesgo a largo plazo, apostando por jugadores afianzados o por jugadores necesitados de reivindicarse tras unas temporadas con un nivel por debajo de lo esperado.
Altas
- Jack Flaherty – Baltimore Orioles
- Mark Canha – NY Mets
- Gio Urshela – LA Angels
- Shelby Miller – LA Dodgers
- Andrew Chafin – Milwaukee Brewers
Bajas
- Miguel Cabrera – retirado
- Spencer Trunbull – Philadelphia Phillies
- Austin Meadows – agente libre
- Eduardo Rodríguez – Arizona DBacks
Lineup
La posición de catcher está bien cubierta con un Jake Rogers en trayectoria ascendente en cuanto a aportación ofensiva se refiere. 21 HRs y 49 carreras impulsadas no son malos números para una de las posiciones más importantes del juego. La rotación tiene cierta profundidad gracias a Carson Kelly. La temporada pasada, Spencer Torkelson, número uno del draft de 2020, explotó con 31 HRs y 94 RBIs, con un promedio de bateo de .233. La temporada 2024 debería ser la de su confirmación, no sólo como líder productivo del lineup, sino, también, como la de cara visible y estrella de una franquicia huérfana de referentes tras la retirada de Miguel Cabrera. Para el puesto de segunda base se ha realizado una apuesta muy fuerte por Colt Keith, firmado por 6 temporadas por 28 millones de dólares. Es posible que comparta posición con el veterano utility Andy Ibañez. El puesto de SS tiene un dueño indiscutible en la figura de Javier Báez. El rendimiento de El Mago ha sido decepcionante, tras firmar un contrato con estatus de súper estrella. Gio Urshela ha llegado a los Tigers para ocupar, de forma indiscutible, la esquina caliente. El colombiano, sin duda alguna, es un buen jugador, un bate interesante y aporta una defensa aceptable. Mark Canha ha llegado a Detroit para ocupar el LF, y sustituir a un Akil Baddoo que no ha progresado lo suficiente. El center field lo ocupará Parker Meadows, jugador jóven con margen de mejora a la ofensiva, y que la temporada pasada demostró tener un buen guante en facetas defensivas. La apuesta por Meadows como CF hace que Riley Greene se vea desplazado a la parte derecha del outfield. Si continúa su progresión a la hora de poner la pelota en juego y teniendo en cuenta que tiene una defensa más que aceptable, sin duda alguna se convertirá en un fijo en la alineación titular. La profundidad en el jardín de Detroit la completan Matt Vierling, el propio Akil Baddoo, Zack McKinstry y la sorpresa de la temporada pasada, Kerry Carpenter, DH.
Rotación
Pese a la pérdida de Eduardo Rodríguez, los Tigers se apresuraron para firmar dos pitchers de talento, como son Kenta Maeda y Jack Flaherty. Maeda viene de perderse toda la campaña anterior, debido a una cirugía Tommy John y Flaherty, castigado también por las lesiones, ha perdido ese aura de «ace» que le acompañó sus primeras temporadas. Maeda firma por dos temporadas, a razón de 14 millones cada una, y Flaherty por el mismo montante por una sola temporada. Operaciones que suponen un bajo coste, en relación al rendimiento y riesgo que pueden aportar ambos jugadores, que deben reivindicarse en una temporada en la que podrán lanzar sin presión, y cuyo objetivo principal debe ser la recuperación de sensaciones. Si las lesiones les respetan, su talento, que está lejos de cualquier tipo de sospecha, puede ayudar mucho en el crecimiento de Detroit. Las lesiones, también, son el mayor hándicap que encontramos en Tarik Skubal, un lanzador zurdo que tiene todas las condiciones para ser un «ace» consolidado. Sin lugar a dudas, es el brazo más temible y destacable de toda la rotación. En la parte más baja de una posible rotación nos encontramos con una serie de jugadores jóvenes, y con muchísima proyección, que deben afianzarse y progresar, hasta convertirse en jugadores sólidos como para sostener el grupo de abridores de Detroit, en caso de que sus principales brazos caigan lesionados. Casey Mize, Matt Manning y Reese Olson poseen las armas y la juventud necesaria para tomar el relevo de los lanzadores más veteranos de la rotación, si consiguen lanzar el número de entradas adecuado para no frenar su proyección.
Bullpen
El bullpen de Detroit es una mezcolanza de lanzadores veteranos recién llegados, como Shelby Miller y Andrew Chafin, con otros más jóvenes, aunque ya asentados en el roster. Alex Lange, como posible cerrador, unido a Jason Foley, Will Vest, Joey Wentz y Tyler Horton, junto a los anteriormente mencionados Miller y Chafin, conforman un bullpen que, sin duda alguna, no es de los peores de Grandes Ligas, pero que tienen más incógnitas que certezas. Las mayores esperanzas y responsabilidades de este bullpen recaen en que Andrew Chafin recupere su nivel de hace tres temporadas, cuando se convirtió en un seguro en el montículo a la hora de sostener partidos. Lanzador zurdo, con un slider destacable, su trayectoria es descendente, pero Detroit es un buen lugar en el que recuperar senscaciones. Por su parte Alex Lange debe afianzarse en el puesto de cerrador, después de reconvertirse la temporada pasada, y cerrar 26 partidos en 32 oportunidades. El mánager de Tigers, AJ Hinch, seguramente se decida por nombrar a Lange cerrador titular después de las reticencias iniciales la temporada pasada.
Entrenador
AJ Hinch volverá a sentarse en el banquillo de Detroit una temporada más. Tras cumplir su sanción, tras el escándalo del robo de señales del que fue protagonista principal en su periplo con los Houston Astros, Hinch firmó con los Tigers, hace ya cuatro temporadas, en un intento de redención. Su experiencia en los banquillos es innegable, y su trabajo con los jugadores jóvenes, en su periplo texano, un hecho, lo que hacen de Hinch el manager adecuado para trabajar en Detroit, sin prisas y con la progresión y el crecimiento de sus jóvenes promesas como máxima exigencia. La gerencia no debería precipitarse en caso de que Detroit atraviese la temporada 2024 por debajo del 50% de victorias, ya que son más importantes las sensaciones que los resultados.
Puntos fuertes
- No existe una necesidad imperiosa por conseguir victorias. Oportunidad para que los jóvenes talentos se desarrollen y consoliden como jugadores de presente y futuro próximo.
- La rotación titular de brazos está llena de veteranía y de calidad. Además, si su rendimiento es bueno, pueden ser utilizados para apuntalar el Sistema de Granjas.
- Tanto la gerencia como el manager dan la sensación de ir de la mano en lo que debe ser el futuro de los Tigers.
Puntos débiles
- La figura de Cabrera como líder dentro del Club House y el amor que han sentido por él las gradas del Comerica Park serán muy difíciles de sustituir. Se le echará de menos.
- La salud de los principales lanzadores de Detroit está bajo sospecha, lo que puede provocar un agujero.
- Que los jóvenes se estanquen en su crecimiento y se acomoden en una temporada de transición es el mayor riesgo que tienen los Tigers esta temporada.
Prospects
El trabajo de Scott Harris, al frente del área deportiva en Detroit, empieza a ver sus frutos con el trabajo realizado en el Farm System. Actualmente, sus jóvenes promesas se encuentran rankeadas en el número cinco global de toda la competición. Esto, sin duda, es una buena señal para trabajar y afianzar su proyecto a medio y largo plazo. El prospecto número uno de la franquicia, Colt Keith, parte con grandes opciones de ser el 2B titular. Max Clark podría ocupar, perfectamente, la posición de Keith como promesa número uno. Jugador que aparenta jugar con sencillez y naturalidad, lo cierto es que tiene un tremendo poder al bate. Con apenas 19 años, seguramente esta temporada ascienda al nivel AA y, dependiendo de cómo se desenvuelva, dé un paso de gigante debutando en AAA. Un pasito por debajo tenemos a Jackson Jobe, lanzador diestro, al segunda base Jace Jung, que es un jugador con un bate poderosísimo que, probablemente, pueda ascender a Grandes Ligas a mitad o finales de temporada. Su principal problema es perseguir la pelota con demasiado ímpetu para ponerla en juego con la mayor fuerza posible. Llegado hace un par de temporadas en un intercambio con Atlanta Braves, Justyn-Henry Malloy es un utility que, en Ligas Menores, se ha consolidado como un buen bateador de contacto, paciente – ha sido líder en walks -, y productivo. Su guante le permite actuar tanto en 3B como en los jardines.
Evolución
Desde 2011 hasta 2014, los Tigers, encabezados por una rotación con nombres icónicos como Max Scherzer o Justin Verlander y el máximo apogeo del retirado Cabrera, fueron uno de los principales equipos de la MLB. Desde entonces, ya 9 años, los de Michigan sólo han conseguido una campaña con más victorias que derrotas, la de 2016, acumulando ya una sequía de 9 años sin disfrutar de playoffs. Y encuadrados en una de las divisiones más débiles de toda la MLB.