La preseason
Decían a principio de año que los Dodgers habían dado un paso atrás, que con las bajas de grandes jugadores y las pocas incorporaciones no se podría seguir al mismo ritmo, que los Padres daban miedo, que San Francisco resucitaba, que los Dodgers ya no eran el rival a batir de su división, quizás ni candidato a wildcard..
Se fueron los Turner, nuestro SS estrella y nuestro 3B capitán, se fue Bellinger, nuestro MVP cocinado en las menores, se fue Heaney el redescubierto Ace.. y en los fichajes.. qué llegaba?. J.D. Martínez, un bate veterano que podría aportar algo desde el DH, pero Syndergaard, Heyward? jugadores camino del retiro.. Los Dodgers parecía apostar claramente por una temporada de relax antes de intentar contratar a Ohtani y un nuevo asalto a las World Series.
Si los traspasos por si solos no valían como indicador del futuro año angelino, las desgraciadas lesiones no hacían más que llegar una tras otra para confirmar los pronósticos. Gabin Lux, el supuesto reemplazo de Trea Turner, baja para todo el año, Walker Buehler otra temporada sin jugar, Tony Gonsolin con molestias todo el año, Ryan Pepiot se lesiona antes de empezar la temporada, May vuelve y se lesiona para todo el año/s..
Como veis, no se necesitaba ser un analista de prestigio para apostar a que los Dodgers no podría competir por la división y mucho menos conseguir 100 victorias.
La temporada
De todas maneras los angelinos empezaron bien. Pese a no brillar, el equipo galopaba a hombros de los “home runs” de sus bateadores para liderar la división. Eran los lanzadores los que parecían no encontrar el ritmo (exceptuando como siempre a Kershaw) y ninguno rendía al nivel esperado, generando dudas sobre la realidad del equipo. Y así finalmente, las sospechas se hicieron realidad y unos sorprendentes y rápidos, Diamondbacks y unos más ajustados Giants nos sacaban no sólo del liderato si no de la segunda plaza.
Y es aquí donde destaco y siempre defiendo las decisiones de la gerencia respecto al banquillo. A la vez que los Padres saltaban por los aires, surgían rumores de conflictos en el vestuario y el equipo se hundía en un pozo sin fondo. Los Ángeles Dodgers tiraron de disciplina y unidad para conseguir parar la mala racha y volver a la senda del triunfo. Este tipo de reacciones demuestra el nivel del equipo técnico liderado por Roberts y el por qué pese a los malos resultados de postemporada, la gerencia sigue apostando por él como capitán del barco. Puedes tener un grandísimo grupo de estrellas, pero a estos niveles, necesitas a alguien que sepa gestionarlas a lo largo del camino, y ese camino es muy largo en las temporadas de Mlb si me permiten decirlo.
Una buena gestión de vestuario hizo que los bates se afinaran, el bullpen arreglara ciertas malas salidas y los lanzadores convivieran con sus dificultades, si a eso le sumas un par de traspasos de bajo octanaje pero buen rendimiento, el resultado es que el equipo parecía carburar a un ritmo más que eficiente para recuperar posiciones en la división. Mientras los Dodgers peleaban con sus problemas los rivales pinchaban, los Padres implosionaban, a los Giants la temporada se les hacía larga y el correr bases ya no era suficiente para los Diamondbacks, que finalmente terminaban cediéndonos la primera plaza y quedándose a 16 partidos de distancia de unos Dodgers que nuevamente conseguía 100 victorias o más en la temporada regular.
La postemporada (o mi pesadilla número 1003)
Como se puede resumir un 3-0? Qué se puede sacar de una serie que empiezas en casa, con una diferencia de 16 victorias respecto al equipo rival, al que supuestamente has terminado dominando a lo largo del año y te da una paliza tras otra sin piedad? Pues que el equipo tiene carencias que son clave en Octubre.
Nuestro mejor pitcher, Kershaw, tiene cero respeto de los rivales en postemporada y los pitchers q lo acompañan o son novatos (Bobby Miller) o tienen poco carácter/nivel para este tipo de partidos (Gonsolin/Lynn). Los bateadores no aguantan la presión y desaparecen tras Betts y Freeman. Y finalmente el equipo técnico necesita un especialista en toma de decisiones de postemporada, porque lo que gana Roberts en gestionar el banquillo y la moral de los jugadores, lo pierde en Octubre donde debería ser mucho más radical (Lynn no puede seguir jugando hasta recibir el 4º HR de la entrada..).
El caso Urías
No quería ni mentarlo, pero haré referencia por la gravedad del mismo. La gerencia ha de introducir algún tipo de control al respecto para que este tipo de casos no se vuelva a producir. Investigar la vida privada de sus jugadores desde la granja, impartir cursos de reeducación y sobre todo reducir la tolerancia a 0 al respecto. Jugador que tenga un caso de violencia doméstica, se traspasa, no se espera a que ocurra un segundo para que la liga sancione ejemplarmente. Perjudican a la imagen de la franquicia, perjudican al vestuario y al rendimiento deportivo y no son tolerables.
2024?
Nada se sabe, todo se sospecha. Si deciamos que 2023 era de transición, era porque en 2024 llegaba una de las situaciones más interesantes para la franquicia en los últimos años y es que Ohtani, sale al mercado libre y los Dodgers son serios candidatos a hacerse con él, si a su brazo/bate le sumas otro brazo de nivel, Yamamoto cruza el pacífico? y un bate exterior de alto nivel, alguien ha dicho Soto?, que Otahni viene con Trout?, el objetivo puede elevarse al infinito y más alla!
Lo que si podemos esperar es el regreso de Buehler. La segunda temporada de Bobby Miller, tras una más que decente primera. La primera completa de Ryan Pepiot. La segunda de Outman tras una gran primera. La constante mejora de Will Smith. La posible llegada de Cartaya.. y las más que posibles firmas de agentes libres que no destaquen pero rindan a su mejor nivel con los angelinos.
Posibilidades? Desde luego volver a luchar por la división, pero si la franquicia firma a alguno de los agentes libres que decía arriba, las World Series pueden estar cerca de nuevo y la historia, también.