Realizado por Alberto Luque
Muchos pensaban que 2023 sería un año de transición hasta que llegase la caballería liderada por el espectacular Elly de la Cruz, pero los Reds tenían otros planes, incluyendo una racha de 12 victorias seguidas durante el mes de junio, y tienen la mira puesta en los playoffs.
Aunque Fangraphs les da menos de un 20% de posibilidades de clasificarse para la postemporada (mientras que Brewers, a medio partido de distancia, tiene más de un 50%), Cincinnati es claro candidato en una división muy diluida una vez que los Cardinals, claros favoritos en primavera, han colapsado tras la retirada de Yadier Molina.
La alineación titular asusta con las incorporaciones de los novatos De la Cruz y Matt McLain, la vuelta de Joey Votto, la recuperación de Jonathan India y la consagración de Jake Fraley, T.J. Friedl y Spencer Steer. No hay apenas fisuras y la polivalencia de la mayoría de bates hace el trabajo del manager David Bell más fácil de cara a mantener a todos sanos.
Alexis Díaz se ha convertido en uno de los mejores cerrojos de todo el béisbol profesional, con 22 saves en 34 entradas y 57 strikeouts, y el retorno de Lucas Sims le ha dado más profundidad a un bullpen que muchos cuestionaban antes de comenzar la campaña.
Sin embargo no todo iban a ser alegrías. A pesar del espectacular debut del virginiano Andrew Abbott, segunda ronda del draft en 2021, que no concedió una carrera hasta su cuarto partido y lleva 18 strikeouts en sus dos últimas intervenciones, la rotación sigue llena de incógnitas. El supuesto as de la franquicia, Hunter Greene, había conseguido reponerse de un pequeño bache en mayo hasta que cayó por lesión, y no es probable que vuelva hasta agosto, dejando a los Reds sin muchas opciones.
Graham Ashcraft, el diestro de segundo año, está teniendo una temporada para olvidar, con un ERA de 7.17 y con el mismo número de walks que en 2022 en el doble de entradas. Nick Lodolo, la otra gran esperanza en la rotación, duró 34.1 entradas y su reaparición se ha aplazado hasta agosto también. Blake Lively, el trotamundos de 31 años que había sorprendido en mayo, también terminó en la enfermería. Connor Overton, el otro virginiano que despuntó de la nada el año pasado, no pasó de abril y en esos tres partidos había concedido 14 carreras en 11 entradas… De Luke Weaver mejor no hablar…
Ahora la cuestión es decidir qué rumbo tomará la franquicia durante el mercado de verano, porque hay mucha presión para que los Reds usen parte de esa profundidad de bates en las menores, especialmente por la cantidad de infielders que tienen, y que probablemente tengan el camino bloqueado ahora mismo, para adquirir lanzadores. La otra opción es mantenerse con lo puesto y dejar que las cosas tomen su rumbo natural aunque arriesguen quedarse fuera de playoffs, parecido a lo que sucedió en Baltimore el año anterior.
Con unos Brewers muy irregulares que no asustan a nadie, unos Cubs en transición y unos Cardinals en un pozo sin fondo, a los Reds les podría valer con lo que tienen para hacerse con un épico título de división.
MVP
La explosión de De la Cruz en las menores hizo que mucha gente casi olvidara a Matt McLain, primera elección del draft en 2021 y uno de los mejores bates universitarios de su clase. Sin embargo el californiano no ha hecho nada más que producir desde su debut, acumulando casi 2 WAR en apenas 39 partidos. Es poco probable que mantenga esos increíbles números (.427 BABIP), pero, por el momento, el shortstop de 23 años se ha convertido en el líder de la ofensiva de Cincinnati y en un puntal defensivo, hasta el hecho de desplazar a De la Cruz de posición. La irrupción de ambos también ha proporcionado mucha versatilidad a los Reds, permitiendo mover a jugadores menos dotados con el guante, como Steer o India al DH con frecuencia.
La llegada de McLain y De la Cruz no solo se ha notado en los números, sino que su presencia ha electrificado a la ciudad y le ha dado renovada vida a una franquicia cuyo presente estaba muy oscurecido en los últimos años.
Cy Young
Hasta su lesión, este adjetivo le pertenecía a Hunter Greene. El otrora futuro de la franquicia no se ha convertido todavía en la súper estrella que muchos pensaban que sería, pero lo que importa es que, después de un 2022 con muchos altibajos, ha conseguido solidificarse esta temporada como el as del equipo.
Abbott está en una forma excelente pero los números pronosticadores, como xFIP, muestran que también está teniendo la suerte de su lado, mientras que Greene es el único lanzador titular de los Reds con un FIP por debajo de 4 y con un K% por encima de 30. Además los números están envenenados por una racha en mayo en la que concedió 5 carreras ante White Sox y luego 6 ante Rockies en Denver en 4 entradas, lo último totalmente entendible en el estadio más difícil de las mayores. Antes de caer lesionado de la cadera, Greene había borrado del mapa a los Cubs en Wrigley (6 no-hit innings y 11 strikeouts), a los Red Sox en Fenway (6 entradas, 2 hits, 1 carrera y 8 strikeouts) y rendido muy bien ante Cardinals y Astros también fuera de casa. Si vuelve en esa forma el de Georgia no tiene límites.
*Mención especial a Alexis Díaz, que lleva un 2023 espectacular
La sorpresa
Ya hemos mencionado a Abbott y McLain, por ejemplo, pero su pedigrí como elecciones altas de draft y pasado como top prospects hacen que tal vez no sean los más adecuados para esta categoría. Habría pues que resaltar a TJ Friedl, el leadoff titular de David Bell y que, a pesar de estar tapado por todos los novatos y jugadores de segundo año, lidera al conjunto en WAR y se ha convertido en uno de los bateadores más seguros de la NL.
Nunca conocido por su potencia (5 home runs en 57 partidos), el de Pennsylvania tiene todo lo demás, bateando .313/.380/.480 con 12 dobles, 3 triples, 12 bases robadas y un ratio de BB/K envidiable: 20/41. Su presencia por delante de los McLain, India, De la Cruz, Steer y Votto se ha convertido en indispensable, y su defensa en el centro del outfield ha terminado por fin de mover a Nick Senzel a otros menesteres.
En medio año Friedl ha cambiado la narrativa de ser un cuarto outfielder con algo de velocidad a ser indiscutible.
La decepción
Un nombre que todavía no hemos mencionado a pesar de todas las esperanzas que había puestas sobre él, y con razón, es Tyler Stephenson. El catcher de Atlanta estuvo espectacular desde su debut a finales de 2020 mientras se mantuvo sano, pero este año ha bajado en todas las facetas del juego, especialmente con el bate.
Fangraphs le da -10.4 en ataque, casi igual a lo que aporta en positivo Steer, que ha sido uno de los contribuyentes más destacados de los Reds en lo que va de 2023. Gran parte del plan que tenía David Bell para él, darle más at bats en primera base y DH, y, para ello se ficharon otros dos catchers durante el invierno, pero no se puede justificar con un 82 wRC+ (siendo 100 la media de la liga), especialmente con la vuelta de Votto y la presencia de tantos otros jugadores.
A estas alturas de la temporada pasada, Stephenson era claramente, junto a India y Greene, pieza clave sobre la que construir el futuro de la franquicia. Todavía es pronto para cambiar el discurso, pero su producción en lo que va de campaña tiene que estar dejando un sabor amargo.
Expectativas
Hay mucha presión para que Reds apriete en el mercado y vaya a por uno o dos lanzadores titulares, usando gran parte de la profundidad de bates que tiene, especialmente porque Noelvi Marte, Cam Collier, Edwin Arroyo y Christian Encarnación-Strand juegan prácticamente en las mismas posiciones que India, McLain, De la Cruz o Steer.
Es verdad que la división está factible, pero el mercado de lanzadores en verano es caro y casi nunca produce dividendos. Siempre me acuerdo de aquel traspaso entre Pirates y Rays, que cambió el rumbo de las dos franquicias (Austin Meadows, Shane Baz y Tyler Glasnow por Chris Archer). No hay que tener prisa, por mucho que sea cierto que los Reds necesitan esos brazos como agua de mayo.
Por el momento los Brandon Williamson, Casey Legumina y Levi Stoudt no han sido capaces de dar el salto, pero que no cunda el pánico porque tal vez sea uno de ellos la solución.