La web de del podcast Pitcheos Salvajes está en disposición de confirmar que Shohei Ohtani está a punto de cerrar su fichaje por los Padres de San Diego. Fuentes cercanas al jugador con las que hemos podido contactar nos han hecho llegar que, a falta de unos flecos, el jugador nipón está a nada de firmar por los del sur de California.
No se han filtrado ni los años ni el sueldo del jugador, pero fuentes cercanas al equipo hablan de 10 años y 500 millones. Todo apunta a que la situación de San Diego, lo más cerca de Japón que se puede estar desde los Estados Unidos continentales ha sido muy importante. Las noche claras y de buena visibilidad se puede casi adivinar las luces de la bahía de San Diego desde Oshu, ciudad natal del jugador y eso haría que los padres del flamante fichaje durmieran más tranquilos. Esto le ahorraría, además casi 15 minutos de avión desde los Ángeles o Seattle, otras ciudades que podían competir en estas circunstancias. Y, además, da la casualidad de que se pueden unir San Diego y Oshu con una línea recta.
Muchos son los que han visto a personas del entorno del lanzador bateador por los restaurantes de San Diego probando el sushi y las tempuras, algo que, sin duda, haría mucho más fácil la aclimatación de la nueva incorporación. Parece ser que Shohei es un entusiasta de la comida de su país y que en Los Ángeles o Nueva York no es tan fácil encontrar.
Pero lo que parece ser que ha decidido al jugador a fichar por los frailes es sin duda la indumentaria. El amarillo es el color del imperio en Japón y es sabido que para todo deportista japonés es un honor reservado únicamente a los más grandes. Y a esto se añade que el marrón chocolate claro es el color oficial de Iwate, la prefectura en la que nació y se crio el beisbolista. Ohtani estaría jugando con los colores con los que siempre soñó. Se añaden a estas circunstancias que en los almacenes de Petco Park hay un buen remanente de camisetas de la talla del jugador (XL) y eso abarata notablemente el fichaje.
Yu Darvish, siempre reservado, ha dejado caer por los pasillos del club que agradecería mucho su fichaje. Dice que así podría hablar con alguien de las cosas que le importan: sumo, manga y yudo. Darvish apenas chapurrea el inglés y el acento de San Diego (una especie de Cádiz calforniana) se le está atragantando desde hace años.
Estamos en disposición de confirmar que como a todos los japoneses, Shohei odia las mudanzas de mucha distancia y teniendo en cuenta que de Anaheim a San Diego apenas hay dos horas le facilitaría mucho las cosas. En caso de dejarse algo olvidado en su anterior casa podría ir a buscarlas por la mañana y estar para la hora de comer de vuelta en San Diego, algo impensable desde Texas o Illinois.
En las próximas horas se irán cerrando los últimos detalles pendientes y se calcula que para principios de la semana que viene se podría hacer oficial el contrato y empezar a vender camisetas y los muñequitos esos que tienen la cabeza con un muelle que tanto gustan en el norte de Japón.












