Vigesimocuarta semana de béisbol en la MLB, y siguen vigentes las únicas dudas en cuanto a playoffs. La primera de ellas, la del liderazgo de la este de la americana ha visto como los Yankees volvían a sobrepasar a unos Orioles con dudas. Aunque dudas hay en ambos equipos. En cuanto a la wild card de esta liga, los Mariners y los Red Sox se acercan a unos Twins que se han visto barridos por los Royals, sus competidores divisionales. Veremos si viene emoción en ese último puesto, aunque la distancia de 4 partidos parece casi insalvable. En cuanto a la liga nacional, los Mets han igualado a los Braves, o mejor dicho, los Braves han igualado a los Mets, porque los de Queens les habían pasado en dos ocasiones, aunque con un calendario final de los Mets bastante exigente. Habrá que ver si les da para meterse. Cubs ya parecen fuera a pesar de ese arreón final a base de ofensiva.
Aquí van cómo quedarían los playoffs, a día de hoy:
2 mejores campeones divisionales
Liga Americana: New York Yankees y Cleveland Guardians
Liga Nacional: Philadelphia Phillies y Los Angeles Dodgers
3 clasificados a la Wild Card
Liga Americana: Houston Astros, Baltimore Orioles, Kansas City Royals y Minnesota Twins.
Liga Nacional: Milwaukee Brewers, San Diego Padres, Arizona Diamondbacks y Atlanta Braves / New York Mets.
Equipo de la semana
A escasas 3 semanas de acabar la temporada regular y con 145 partidos ya jugados, sólo hay un equipo en toda la liga con un porcentaje de victorias del 60%, lo que, evidentemente, les da el mejor récord de la MLB y les garantizaría ventaja de campo en todos los playoffs. Y eso que, sorprendentemente, sólo los Miami Marlins han conseguido parar a los Philadelphia Phillies desde que los Braves les derrotaran el 22 de Agosto. En los últimos 7 días, los Phillies son la segunda mejor ofensiva de la liga (.290/.349/.502), sólo superada por los sorprendentes Mariners, que parecen querer despertar, aunque parezca tarde. Liderados por los de siempre, es decir, Schwarber, del que me ocupo más tarde, Trea Turner y un Bryce Harper al que parece haberse olvidado batear HRs, pero que es, otra vez, una máquina de conectar hits. Y eso que han sufrido las bajas de Alec Bohm y J.T. Realmuto. Sin embargo, no todo es color de rosa en Philly, ya que el montículo ha dejado una mala salida de Aaron Nola, problemas con Ranger Suarez (récord de 12 hits en poco más de 5 entradas anoche) y un mal experimento con Seth Johnson. Sin embargo, Zack Wheeler sigue haciendo números dignos de Cy Young y de poder competir a Chris Sale ese galardón y la tremenda temporada de Cristopher Sanchez sigue dando réditos. Esta semana blanqueó por 6 entradas a los Marlins. Eso sí, parece que los rivales les tienen bastantes ganas. Fruto de ello, son los bolazos que están recibiendo sus principales bateadores. Si el otro día, Bryce Harper recibía uno en el codo, esta pasada noche lo ha recibido Castellanos de Edwin Unceta, lo que ha derivado en un vaciado de banquillos. Y es que los ánimos se están caldeando fruto de ver los playoffs en el horizonte. Los Phillies, a la chita callando, y mientras los focos de la Nacional van a Ohtani y los Dodgers, son el mejor récord de la liga.
El equipo más decepcionante
Si algo ha quedado meridianamente claro esta semana es que los Minnesota Twins ya no serán rival para los Guardians para el título de la central de la americana. 4 partidos seguidos palmando, incluyendo una dura barrida ante los Royals, rival divisional, ha hecho mella en los Twins que ya sólo se conforman con ver a los Mariners y Red Sox a 4 partidos. Sería injusto criticar la labor ofensiva de los de las Twin Cities cuando ves la lista de lesionados y encuentras a dos de sus estrellas, Byron Buxton y Carlos Correa, en ella. Pero si a estas ausencias sumas las de Willi Castro, Max Kepler, Manuel Margot o Alex Kiriloff, encuentras el porqué de semejante mal desempeño al bate. Con .257 de OBP en la última semana, son el cuarto peor promedio de la liga. Royce Lewis, más sólo que la una, acusa esa soledad y acumula 18 at bats sin hit cuando es el mejor bateador del equipo de largo. Apenas Kyle Farmer está sosteniendo un poco al equipo en producción ofensiva. En cuanto al pitcheo, Joe Ryan no puede volver ya hasta playoffs y Chris Paddack anda parecido. Además, entre Griffin Jax y Jhoan Duran, sus mejores relevistas, han tirado por la borda la mejor apertura de la semana, la de Bailey Ober ante los Royals. Los jóvenes Zebby Matthews, David Festa y Simeon Woods-Richardson hacen lo que pueden para mantener una rotación escasa, pero su momento aún no es éste. Y los más veteranos como Louie Varland no dan la talla. Pablo Lopez es el único pitcher salvable ahora mismo. Los Twins no son, ahora mismo, rival que parece que vaya a inquietar a nadie en unos playoffs.
El bateador de la semana
El primer bate del lineup de los Philadelphia Phillies Kyle Schwarber es el bateador del momento en la MLB. Con 7 HRs en los últimos 8 días, no entiendo cómo sólo le han concedido apenas 4 walks. Además, con el leadoff homer que ha dado hoy a la noche ha batido un récord histórico, que no es otro que batear 14 HRs en una temporada para abrir el partido. La anterior marca era de un Alfonso Soriano, que también pertenece al selecto club de 40 HRs y 40 robos, y que lo consiguió en 2013. Sin embargo, no todo es positivo, ya que Schwarber ha tenido que abandonar el partido de anoche ya que, en un intento de pickoff, es decir, intentar pillarle fuera de primera base para eliminarle, se ha lastimado el codo. Y siempre que el daño es en el codo, es preocupante. Schwarber lleva un año magnífico como leadoff hitter de una de las mejores ofensivas de la MLB. Con 35 HRs, es el séptimo jugador que más veces la ha sacado del campo, va duodécimo en RBIs, con 95, pero es tercero de la liga en más SO recibidos, con 176. Sin embargo, con .251/.372/.496 nadie puede cuestionar el rendimiento ofensivo de Schwarber.
El lanzador de la semana
Con permiso del sorprendente shutout del rookie de los Tigers, Keider Montero, primer shutout de los Tigers desde que en 2021 Spencer Turnbull consiguiera un no hitter, esta semana hay que quedarse con, curiosamente, un pitcher del equipo más decepcionante de la semana, los Twins. Y es que si en Minnesota las cosas van mal, no hay mejor remedio que darle la pelota al pitcher venezolano Pablo Lopez, artífice de las dos únicas victorias de los Twins en los últimos 10 partidos. Además, su hoja de servicios esta semana incluye una cantidad de 19 SO en casi 14 entradas, encajando 7 carreras, aunque sólo 3 limpias. Y es que los jugadores de campo no sólo no están ayudando en el cajón de bateo, sino que andan también bastante erráticos a la defensiva. Después de un comienzo de campaña bastante tibio por parte del venezolano, Lopez ha vuelto a ser el ace de 2023 para los Twins, dejando, desde el All Star, un ERA de 1.92, un WHIP de 1.07 y 62 SO por 12 walks. Si pudiera lanzar todos los días para los Twins, los de Minnesota serían un duro rival. Sin embargo, la propia naturaleza lo impide, por lo que los Twins deberán rezar para que algún otro abridor dé un paso al frente.
La sorpresa
Si algo quedaba claro después de la offseason de los Chicago Cubs es que Adbert Alzolay iba a ser el cerrador durante la temporada 2024. Después de coquetear con ser abridor hasta 2021, Alzolay era pasado al bullpen, donde, en 2023, estuvo estelar (2.67 de ERA, con 22 saves). Además, los Cubs se hacían con Hector Neris, uno de los agentes libres más cotizados, era firmado por un año y 9 millones. Sin embargo, la caída en desgracia de Alzolay y la ineficiencia de Neris en cerrar partidos tras suplir al primero como closer dejaban el puesto vacante. De hecho, para que la opción de club de Neris no pasara a ser opción de jugador de otros 9 millones para 2025, los Cubs se deshacían de él, pasando a Houston como agente libre. Esto ha propiciado 2 movimientos. El primero, subir a Jack Neeley, obtenido de los Yankees a cambio de Mark Leiter, Jr., otras de las previsibles opciones para cerrar partidos de los Cubs a comienzos de temporada. Y el segundo es hacer el cerrador a un joven de 23 años, Porter Hodge, que ha estado estelar durante todo el año. Con un repertorio formado por una bola rápida que se sitúa en las 95 millas y un sweeper que está causando estragos (50% de whiffs y un promedio de bateo de .065 encajado), Hodge está demostrando un rendimiento increíble. Y en momentos de gran tensión, como acabar con el no hitter combinado, junto a Shota Imanaga, Nate Pearson y el propio Hodge la noche del Miércoles. Un relevista encontrado (decimotercera ronda del draft de 2019) y desarrollado por los de Chicago. En 34 partidos, Hodge tiene un ERA de 1.66, un WHIP de 0.895, encaja un promedio de .134, con 5 saves como nuevo closer del equipo.
El subidón
Te están blanqueando fuera de casa. Te queda un out para irte a casa con un shutout. Uno de los más dominantes closers de la temporada, Robert Suarez, de los Padres frente a ti. Full count en tu conteo. Es decir, 3 bolas y 2 strikes. Un strike y se completa el desastre. Un partido dominado de principio a fin por los Padres a los Tigers de Detroit. Todo indicaba que se acaba. Sin embargo, en el béisbol todo es posible. Los Padres llenan la base y aparece al plato Parker Meadows, el que, hasta hace poco, era el hermano de Austin y que, debido a los siempre complicados problemas mentales, ahora es el que hace sobrevivir a la saga familiar, que tenía otros planes. Ante la bola rápida de Suarez de 101 millas, Meadows logra sacarla del campo y convierte un shutout, una victoria plácida de los Padres, en una derrota que, aunque no signifique gran cosa en términos clasificatorios, les da un subidón a una parroquia que bien lo necesita. Es el segundo jugador en lograr capear un shutout fuera de casa con 2 outs y 3 carreras en contra para dar la victoria a su equipo. ¿Saben quién fue el otro? Nada más y nada menos que uno de los mejores, sino el mejor, bateadores de todos los tiempos, Ted Williams, que lo conseguía en 1955 y ante los Tigers. Divinas coincidencias. Y menuda compañía.
El bajonazo
Nunca es buen momento para tener dudas en tu bullpen. Pero hacerlo a, escasamente, menos de un mes de comenzar los playoffs es, cuanto menos, alarmante. Y más si eres un contender y, además, con la máxima presión que siempre tienen los Yankees. Y eso es lo que ha pasado en el Bronx donde Aaron Boone ha decidido sacar, provisionalmente, a Clay Holmes de ese puesto nombrando a lo que se llama un comité, es decir, recurrir a diversos relevistas para cerrar el partido dependiendo de rivales, dinámicas y descansos. De hecho, ya hemos vivido dos situaciones de cierre de partidos donde, primero, Nestor Cortes (con el consiguiente cabreo de Cortes al ser mandado al bullpen) y, luego, Luke Weaver han ejercido de closers. Bien es cierto que el partido donde Cortes cerró fue especial, ya que significó la vuelta de Clarke Schmidt al montículo y contaba con restricción de lanzamientos. Pero el hecho es que Holmes ha perdido el puesto, lo que origina cierta incertidumbre al cuerpo de relevistas, lo que no es nada bueno para la postemporada. Y es que Holmes, a pesar de contar con 29 salvamentos, lidera la liga en blown saves, que no es otra cosa que entrar en situación de cerrar partidos (con 3 o menos carreras de ventaja) y perder esa ventaja, con 11. El Grand Slam de Wyatt Langford que les costó una derrota fue el golpe de gracia para el cerrador. Holmes comenzó la temporada excelso, arrastrando un ERA de 0.00 hasta el 21 de Mayo. Junio fue su peor mes, a pesar de sólo contar en ese mes con un blown save. Hay expertos, como nuestros amigos de El Extrabase, que hablan de cierta mala suerte en sus números, ya que su porcentaje de bateo encajado en bolas en juego (BABIP) es demasiado alto, pero lo que es cierto que tanto los coach como la fanaticada habían perdido la fe en Holmes. Esto, unido a la incertidumbre de qué abridores conformarán la rotación de los playoffs, hace que haya cierto runrún de crisis en el siempre complicado dugout de los Yankees. Gerrit Cole parece fijo, aunque lejos de su mejor versión, con Carlos Rodon, Luis Gil, Clarke Schmidt, Marcus Stroman y el mencionado Cortes como posibilidades.
La frase de la semana
“Me siento como en casa. Como si llevara aquí mucho más tiempo que una temporada. Me siento cómodo en la bahía y me encanta estar aquí”. Si ya es poco común firmar una renovación a estas alturas de la temporada, cuando la agencia libre está a apenas 1 mes y puedes escuchar a todos los equipos para poder sacar el máximo rendimiento, los Giants y Matt Chapman han llegado a un acuerdo de renovar, por 5 temporadas, su contrato a cambio de 151 millones de dólares. Y si es extraño hacerlo ahora, más es si el renovado es un cliente de Scott Boras, al que le gusta más la agencia libre que a MacGyver una ferretería. Chapman ya estuvo en la agencia libre el pasado año y firmó un contrato de un año y 18 millones, con opciones de jugador para 2025 y 2026, y opción mutua para 2027. Pero a Chapman no le debió gustar estar en dicha agencia libre y la ha evitado a toda costa. Y es que al final, si tanto el jugador como el club están contentos, lo mejor es prolongar la relación. Chapman aporta a los Giants dos aspectos importantes. La primera, una defensa digna de un guante de oro en tercera base. Y la segunda, un poder bastante por encima de la media. “La pasada agencia libre fue extraña para mí. Creí que era el momento de apostar por mí. Creí que los Giants valorarían lo que les ofrezco durante la temporada.” Y así ha sido. Los Giants han visto su valor en el campo, y fuera de él, donde siempre se ha mostrado como un líder del vestuario. Es el mayor contrato, en cuanto a volumen, desde que Zaidi está a los mandos de los Giants, superando el del pasado invierno de Jung Hoo Lee (113 millones por 6 años). Aunque, evidentemente, esto es así porque muchos de los contratos ofrecidos a otros agentes libres (Ohtani o Judge, por ejemplo), no han llegado a buen puerto. Algunos critican que Chapman es demasiado veterano. A mí no me lo parece y me parece una buena renovación.
La estadística de la semana (o estadísticas)
Pocas cosas a celebrar en Los Angeles. Bueno, me refiero a la parte de los Angels. Con Ohtani celebrando caer récords al otro lado de la ciudad, los Angels languidecen en un año en el que llevarse al paladar pocas delicatessen. Si la semana pasada hablábamos de la promoción de Caden Dana y Samuel Aldegheri, esta semana el segundo, italiano de nacimiento, conseguía la primera victoria de un pitcher nacido allí desde 1949, cuando Marino Pieretti conseguía su última victoria. Pero hoy no nos traen aquí sus jóvenes abridores, sino otra de las pocas razones para sonreír. Y es que con el traspaso de Carlos Estevez a los Phillies, el puesto de closer se quedaba vacante y ha sido ahí cuando el lanzallamas Ben Joyce, una máquina de lanzar con 3 dígitos, se ha hecho con el puesto. Desde el 11 de Agosto, Joyce no ha encajado carreras y ya tiene un ERA en 2024 de 2.08. El pasado Miércoles, además, batía un récord, haciendo el lanzamiento más rápido de la historia, o más bien desde que se miden (2008), en conseguir un strikeout. Nada más y nada menos que a 105,5 millas por hora. Si parpadeas, te la pierdes. Y tercer lanzamiento más rápido desde los dos de Aroldis Chapman (105.8 en 2010 y 105.7 en 2016). Con ese stuff, se antoja imposible que Joyce sea un abridor fiable. Porque el brazo se le puede caer en pedazos. Pero condiciones para ser un buen closer las tiene y de sobra. La cuestión es dónde. ¿Acaso alguien cree que no será traspasado cuando los Angels puedan? Ojo que Joyce ya ha advertido que cree tener algún recurso para aumentar esa velocidad. ¿Será capaz de romper la barrera de las 106 millas por hora?
La jugada de la semana
Si ahora mismo analizas las métricas de quién puede ser el mejor center fielder a la defensiva de la liga, tienes que, al menos, considerar a Brenton Doyle, jardinero central de los Rockies. Y es que si tienes que recibir un consejo ante los de Colorado, sería “No corras contra Doyle”. Poseedor de un brazo más propio de un pitcher, a Doyle se le ha llegado a medir más velocidad de la que se le midió a Joyce en el lanzamiento que hablo anteriormente.
Esta semana ha dejado otra muestra de su brazo, impidiendo llegar a un corredor de los Brewers a tercera base. Lo podéis ver en el minuto 7:30 del resumen del partido de abajo. Una master class de potencia y colocación en el lanzamiento.
La serie del finde
A pesar de haber series de lo más interesantes este fin de semana, como el clásico entre Red Sox y Yankees que comienza el Jueves, o un Brewers contra los Diamondbacks que bien podría ser un duelo de playoffs, hay dos series que destacan por encima de todas. Y es que la trascendencia de ambas es brutal para el devenir de una de las posiciones que está en el alero a fecha de hoy. Y es que los Atlanta Braves y los New York Mets se juegan el saber, en este medio mes, si su temporada es un fracaso o no. Los Braves se juegan una serie ante el coco, Los Angeles Dodgers, mientras que los Mets se la juegan ante los otros cocos, los Philadelphia Phillies, en dos duelos colosales y de enorme relevancia. Aaron Nola y Cristopher Sanchez parecen fijos Viernes y Domingo, con la duda del Sábado, ya que el teórico abridor, Seth Johnson, tuvo un horrible debut la semana pasada para los Phillies, mientras que los Mets sacarían a Jose Quintana, Luis Severino y Paul Blackburn. Pero me quedo con ese Braves contra Dodgers por duelos de pitcheos y por longitud de la serie, al ser de 4 partidos. El duelo empieza tibio con un Spencer Schwellenbach contra Michael Grove para dejar para el Sábado un estelar Chris Sale contra Jack Flaherty, un Charlie Morton contra Walker Buehler y un presumible Reynaldo Lopez contra Yoshinobu Yamamoto para el Lunes, gran colofón para cerrar este duelo digno de playoffs. Al tener más simpatía por Braves que por Mets, por mucho Lindor que haya, y por tener cierta tirria a Dodgers, seré, este finde largo de emoción y mucho béisbol, un hooligan de los de Georgia.