Yankees vs Nationals, o la razón por la que tantos trasnochamos ( en España): Cole vs. Scherzer. Siempre resulta irritante enfocar un partido como un simple duelo de pítchers, exactamente como si estuviésemos ante un combate de boxeo, pero en el día en que Mike Tyson anunció su vuelta era necesario hacerlo así, porque fue el más grande y porque a base de comparaciones, que nunca fueron tan gloriosas, nos enseñó a respetar y valorar a uno de los mejores combatientes de la historia y, sin duda alguna, la mejor persona que ha conocido el deporte, el malogrado, y arruinado por generoso, Joe Frazier; aquellos cuyo leitmotiv es: “lo que das recibes” os podéis ir a la mierda con el puto karma, y aquellos “entendidos” en boxeo a los que os gusta ver bailar, ahí tenéis la danza.
Llegó el primer partido de la temporada, y quien sabe si de los últimos, la emisión de ESPN comenzaba con un plano sobre una joven con una camiseta de Juan Soto, uno de tantos que caerán como moscas, víctimas de un protocolo absurdo y suicida que, como dice Pepe Rodríguez, trata el covid como si de un esguince se tratase. Y tras la señorita, se nos mostró un estadio vacío, no hay nada como el deporte sin público, se convierte para el televidente en algo tan particular, personal e íntimo como la poesía; si bien, nos privaron de escuchar los sonidos del partido a base de ridículas animaciones y absurdas voces de videojuego.
El primer lanzamiento a manos del Dr. Anthony Fauci, quien personifica la lucha contra el covid para la sociedad de las barras y estrellas, uno de esos héroes que lo son simplemente por estar en un determinado lugar, en un determinado momento y hacer lo que le dicta el sentido común, pero es lo que hay, en estos tiempos nos hacen falta héroes en los que apoyar nuestras inseguridades; una de tantas cosas maravillosas que nos ha traído la pandemia, las inseguridades digo.
En los dugouts mucha gente, si bien alineados y con máscaras, cual cola de panadería. Y en las alineaciones, echando de menos a Anthony Rendón, ni imaginamos como se le va a echar a faltar en Washington.
Tras el home, la auténtica pandemia del béisbol, Ángel Hernández, el cubano hizo, con precisión, lo mejor que sabe hacer, liarla. Alguien le tendrá que explicar a este señor que la tierra no gira a su alrededor.
Y en los balcones de los edificios contiguos centenares de personas sin distancia de seguridad ni mascarillas, las movidas de los balcones en los partidos de grandes ligas van a resultar mayor foco de contagio que cualquier bar de copas en la costa española.
El partido empezó como obliga el béisbol moderno, a base de home run, uno para cada uno, Stanton para los Yankees y Adam Eaton para los Nationals. Pero bueno, a partir de la tercera entrada ya disfrutamos una carrera bateada, gracias a un Aaron Judge que tiene una pinta espectacular, al igual que Giancarlo Stanton y los Yankees en general. A aquellos que no amamos a los mulos nos ha quedado ya claro tras el primer partido que solo puede salvarnos un recrudecimiento de la pandemia en USA. No fueron solo la santa hermandad del home run, corrieron por las bases y lo hicieron inteligentemente, además de mostrarse concentrados en la defensiva.
Max Scherzer resultó consistente en su juego llegando a los 11 SO en las cinco entradas y un tercio que lanzó antes de que la lluvia parase el partido, y ello pese a que concedió cuatro carreras y cinco hits, pero es que estos Yankees tienen poder, mucho poder Igual hasta ni echan en falta a Aroldis Chapman, de seguir así los neoyorquinos van a llegar a pocos finales apretados.
Durante la cuarta entrada se anunció por la emisora de los Yankees en español la confirmación de que la postemporada la disputarán dieciséis equipos, eso si llegamos, y ello en el seno de un nuevo “acuerdo” MLB-MLBPA en que cede el sindicato en sus posiciones, igual interpretan los documentos como traducen al español.
La WADO nos mostró lo que va a ser seguro una tendencia esta temporada, dar gracias a Dios por todo, hasta en las cuñas publicitarias se da gracias a Dios. Sí, siempre se ha dado gracias a Dios de forma compulsiva, pero este año va a ser la rehostia, las hojas parroquiales y los panfletos carlistas van a parecer el boletín interno de una logia masónica comparados con las retransmisiones en español de las grandes ligas.
ESPN reforzó la que será otra de las grandes tendencias durante la temporada, agradecer a cualquier colectivo su heroicida durante la pandemia, ello va a provocar, sin duda alguna, que los mutilados de guerra y las viudas moribundas se sientan desplazados, tiempo al tiempo.
Por otro lado, también ha aumentado el número de anuncios dirigidos a evitar los accidentes de tráfico, con ese mensaje tan directo, como pueril, propio de la publicidad institucional estadounidense, rollo “los accidentes de tráfico tienen consecuencias negativas, no son un juego”, la gente no puede ser tan imbécil como la pintan en la publicidad púbica americana.
Impagable la imagen de la entrevista a Manfred con rayos y truenos tras su magnánima presencia.
Se frenó el partido en la sexta entrada por lluvia, 4-1 para estos Yankees que de haber continuado con el encuentro hubiesen visto crecer su casillero. Pocas sensaciones pudimos advertir en los capitalinos, esperemos a próximos encuentros.
Mirad todos los partidos que podáis de los Yankees, aunque suponga perder un polvo o una borrachera, da igual, mirad todos los partidos de los Yankees aunque el ritmo sea tan trepidante que no de tregua para paja, vale la pena.