La Liga Americana busca un nuevo rey. El campeón del año pasado intentará revalidar el título ante el mejor equipo de la reducida liga regular que se ha disputado esta temporada. Houston Astros y Tampa Bay Rays han llegado hasta aquí tras tener que pelear de lo lindo en las series de división, sobre todo los de Florida que tuvieron que agotar todos los encuentros disponibles para hacerse con un puesto en estas series.
Los Rays iban a poder contar son su ace Blake Snell, descansado tras haber disputado solo un encuentro ante los Yankees. Frente a él un Framber Valdez que fue una de las estrellas de la eliminatoria en la que los Astros dejaban fuera a los Athletics. Sin duda un gran inicio para la serie final de la liga americana.
Ninguno de los lanzadores defraudaron, ni los abridores titulares ni tampoco los relevistas que subieron luego a la lomita para continuar el trabajo de sus compañeros. Baste decir que en las nueve entradas completas tan solo se pudieron anotar tres carreras, con una exhibición defensiva para salir de situaciones apuradas, sobre todo por parte de los Rays.
Y es que Houston golpeó primero, gracias a un homerun de José Altuve que puso por delante a los texanos ya desde la entrada inicial, en el único lunar que tuvo la actuación de un Blake Snell que volvió a demostrar que si las lesiones le respetan es uno de los mejores lanzadores de la MLB. Y eso que los bateadores de los Astros le exigieron de lo lindo, ya que necesitó hasta 105 lanzamientos para cerrar las cinco primeras entradas, aunque sin recibir más daño.
Por el contrario fueron los Rays los que gracias a un homerun solitario del cubano Randy Arozarena en la cuarta entrada y a una carrera de Willy Adames impulsada por Mike Zunino en la quinta le daban la vuelta al marcador para tomar una ventaja mínima que ya no variaría hasta la finalización del partido.
Y no sería por falta de ocasiones, sobre todo en una octava entrada en la que el relevista Aaron Loup se complicó la vida en exceso, golpeando primero a Michael Brantley, luego cometiendo un “pitcheo salvaje” para posteriormente caminar a Carlos Correa y conceder un sencillo a Kyle Tucker que llenaba las bases con un solo eliminado.
Kevin Cash reaccionó a tiempo para pone en el montículo al dominicano Diego Castillo, que solo necesito un lanzamiento para forzar una doble eliminación que dejaba a los Astros sin remontada y que, además, se encargaba también de lanzar en la novena entrada para cerrar el partido y darle así la primera victoria de esta serie a los Tampa Bay Rays.
En una serie sin descansos entre partidos la gestión de la rotación abridora puede ser definitoria. Charlie Morton por los Rays y Lance McCullers Jr. por los Astros serán los siguientes en subir a la lomita. La venata es para los de Florida, pero que nadie se pierda una sola bola de las que quedan por lanzarse porque esto no ha hecho más que empezar.