El mejor sentimiento de la vida es equivocarte para ver que tus expectativas se han superado. Eso es lo que yo vendería siendo Mike Elias. Eso o el “efecto Rutschman”. Lo que sea mejor para vender entradas, porque lo que es vender ilusión ya nos bastamos los aficionados de los Orioles. Es la primera vez desde 2017 que el equipo funciona. Y la primera vez en más de cuatro años que los mejores están en la MLB, no en algún campo perdido del medio oeste acumulando apariciones al plato.
No todo es alegría y felicidad, pero estar más cerca de la postemporada que de un número uno del draft (al que aún podemos aspirar. Gracias, Manfred) no era el camino que nos esperábamos a principio de temporada. Perder menos de 100 partidos era el mejor escenario posible, pero la vida nos da la alegría y llegamos al parón del All Star con un 46-46. Reluciente 50%.
La mejora de este equipo vino acompañada de la promoción a las ligas mayores del mejor prospect del béisbol: Adley Rutschman. Casualidad o no, es verdad que el equipo fue para arriba. Siendo justos, el mes de mayo ya se veían mejoras, pero desde la llegada de Rutschman, el equipo tuvo un ascenso meteórico. Jugadores como Hays, Mountcastle o Santander fueron candidatos al All Star y Mancini iba recuperando la forma de aquella temporada 2019. El bullpen, durante esta primera parte de la temporada, ha sido top 5 en ERA, y el mejor de la liga en WAR. La defensa ha sido la segunda mejor de la liga en DRS, solo por detrás de los Yankees. Un equipo que está bateando al nivel promedio de la liga, siendo clutch (top de la liga con jugadores en posición de la liga durante junio y julio), un bullpen de élite y una defensa élite.
Pero hemos dicho que no todo era alegría y felicidad. El pitcheo abridor ha sido un desastre toda la temporada. Solo vimos algunos destellos en Zimmerman al principio de la temporada, después los destellos se repitieron en la tercera venida de Dean Kremer (¿será esta la buena?). También destacar la consistencia de Lyles, sin mucho rendimiento, eso sí. Pero poco más. Después hay una aterradora verdad sobre el récord de los Orioles: la mayoría de victorias han venido de equipos peores. El récord contra equipos por encima del 50% es de 25-35, no es una marca aceptable para un equipo que aspire a los playoffs, pero es la que es.
Este equipo aún necesita donde mejorar:
-Primero necesita que Rutschman sea un bateador consistente. Poco a poco, pero es el primer paso para competir. La primera tres semanas de Rutschman: .191/.261/.286. Después: .242/.327/.505. El bateo de poder y la capacidad de arañar bases por bolas se ha trasladado a la MLB, el promedio de bateo queda por llegar.
-La mejora en el infield es apremiante. Odor está jugando bien y siendo un jugador clave en momentos decisivos, pero no va a formar parte del equipo a medio plazo. Mateo es un jugador top defensivo, pero el bate no ha terminado de llegar. La 3B es un sindiós de nombres y rotaciones. Los Orioles necesitan dejar a Urías todos los días en la posición, o buscar una solución permanente en la granja. Esperando a Westburg y Henderson nos hallamos.
-La rotación necesita mucho trabajo. Con Rodríguez y Hall no va a ser suficiente. Angelos, deja de ver Succession y abre la cartera.
MVP del equipo
Austin Hays se ha consagrado esta temporada. El mismo ha reconocido que las lesiones y los problemas de salud mental no le han dejado rendir al 100%. Una vez superados, se ha convertido en el mejor jugador equipo en esta primera parte de la temporada. Ha sido el mejor bateador del equipo y está aportando una defensa por encima de la media en el LF. Poco más se puede pedir a un jugador que estaba en la rampa de AAA hace cinco meses.
CY Young
Jorge López, el All Star de este equipo, es el indicado para el premio. Podría ser colectivo para todo el bullpen, pero es más fácil personalizar en el closer. Aparte de los 17 saves y los 41 partidos acabados, está en el top de la MLB en ERA, ERA+ y llegó a tener un ERA de 0.73 a primeros de julio. Además, su historia personal es preciosa, si es que eso vale de algo para los premios.
Sorpresa de la temporada
Mateo y Urías son las dos grandes sorpresas del año. A nivel defensivo han supuesto una gran mejora para el equipo y son parte de los culpables de tener una defensa top. Mateo ha sido el jugador con más WAR defensivo de la liga hasta hace dos semanas. Eso habla muy bien de la lectura que han tenido en el equipo técnico para hacerle el SS titular. De Urías se puede decir lo mismo, pero las lesiones y las rotaciones no lo han dejado brillar del todo. Después está el problema que jugando de 2B es buen bateador, pero un defensor neutro. En 3B es un bateador neutro, pero un defensor top. Difícil coyuntura.
Decepción de la temporada
Este premio va para Cedric Mullins. Sí, ya sé lo que os podéis preguntar: ¿Puede ser el segundo jugador con más WAR del equipo la mayor decepción de la temporada? Sí. ¿Es un problema de expectativas? Seguramente. El año pasado Mullins podría haber sido un serio candidato al MVP de no ser porque jugaba en el peor equipo de la liga. Eso es un dato. Era utópico pensar que este año iba a estar a ese nivel, pero el bajón al bate ha sido considerable. La defensa sigue siendo top en la liga. Es un jugador que, con compañeros en posición de anotar, es un fuera de serie, pero que ha empeorado en dos aspectos clave: el rendimiento en el primer lanzamiento del pitcher (donde fue top 3 la temporada pasada) y su rendimiento en general en la primera entrada. Igual es el momento de que otros jugadores jueguen en el primer puesto de la alineación y colocar a Mullins en situaciones donde aporte mucho más.