Todo indicaba que 2022 iba a ser el año donde el rumbo de la franquicia de Michigan iba a dar un cambio en su timón, pero la realidad es dura y casi nada de lo que se imaginaban los rectores de los Tigers ha salido bien.
4 fichajes de campanillas eran los que los Al Avila y sus secuaces hacían en el pasado invierno. Javier Baez, después de triunfar en Cubs y dejar sensaciones contrapuestas en su breve paso por los Mets, firmaba por 6 años y 140 millones de dólares. Los Tigers esperaban que la cantidad de SO que recibía el portorriqueño fueran menguando. Lo ha hecho, bajando de un aberrante 33,6% de strikes a un 23,8. Sin embargo, esto se ha traducido en velocidades de salida, ángulos de salida de la pelota y, por lo tanto, porcentaje de barrels muchos más bajos. Ha intentado controlar la agresividad en el swing para evitarlos, pero se ha traducido en menos peligro cuando contacta. Y su promedio no ha mejorado tampoco.
Austin Meadows venía de los Rays para ser uno de los integrantes del núcleo duro del lineup. Ya se sabe que hay que estar alerta a cualquier negocio con los de Tampa. Y así ha sido otra vez. Meadows lleva la friolera de 0 HRs en su etapa en Michigan. Recordemos que en 2019 bateó 33 HRs y en 2021 27. Y el lastre de las lesiones le sigue afectando.
Y qué decir de un Tucker Barnhart del que se esperaba que fuera un buen cátcher defensivo y que aportara un promedio decente de bateo, cosa de la que está lejos. .207 de promedio y, al igual que Meadows, ningún HR.
Y otro que ha fracasado estrepitosamente es Akil Badoo, revelación el año pasado en su año rookie, y que ha sido mandado para abajo tras promediar un patético .138.
Y es que el poder ofensivo de los Tigers es un auténtico solar. .229 de promedio (cuarto peor tras D’Backs, Pirates y Athletics), .286 de OBP (segundo peor tras los Athletics) y .333 de slugging (también segundo peor tras la peor ofensiva de la MLB, la de Oakland). Apenas los highlights de Miguel Cabrera, como el de su hit 3000, han sido fuente de celebración en Michigan este año en el apartado ofensivo.
En cuanto los lanzadores, las cosas tampoco están mal, como en ataque, pero distan mucho de ser de un equipo de playoffs. Su cuarto fichaje estelar, Eduardo Rodriguez, anda desaparecido. Y su ex número 1 del draft, y cuyo rendimiento mejoró algo por fin en 2021, Casey Mize, se perderá esta temporada y casi toda la siguiente por la fatídica cirugía Tommy John. Su única alegría del año, Tarik Skubal, parece desinflarse con el paso del año. Su bullpen es el único que está dando alegrías con buenos brazos como Michael Fulmer, Alex Lange, Andrew Chafin o su cerrador Gregory Soto.
Llegados al All Star, su récord es de 37 victorias por 55 derrotas, a 12 victorias de los líderes de su división, los Twins, y a 12,5 partidos de la última posición de wild card. Por si fuera poco, su apuesta por la juventud también ha salido fatal. Spencer Torkelson, también número 1 del draft, ha sido bajado a Triple A por su incapacidad de batear. .197 de promedio y apenas 5 HRs para un jugador cuya gran virtud era esa, batear. Riley Green, que parecía que iba a ser de la partida desde el comienzo, tenía una lesión que le impedía empezar con buen pie, aunque Greene sí que está dejando brotes verdes en sus comienzos.
MVP del equipo
Si hay un jugador por el que la organización está más o menos seguro es en su puesto de cerrador. Y es Gregory Soto está haciendo casi todo bien de lo que se le pide. En 20 oportunidades de salvamento de las que ha dispuesto, bajas por la escasez de victorias, ha conseguido 18 saves con un ERA de 2.59, un WHIP de 1.245 y 32 SO y 15 walks en 31 entradas. Su repertorio se basa en la velocidad que imprime tanto a la bola rápida como a su sinker con spin rates altos para el tipo de lanzamientos que son (alrededor de 2350 revoluciones por minuto). Y también incorpora una slider que está un poco penalizada por ser la única bola suya que ha acabado en 2022 fuera del estadio. Veremos si Soto es intercambiado en este mercado veraniego ya que las armas del bullpen son muy apreciadas en estos cierres de mercado. Michael Fulmer, antiguo número 1 del draft, espera por si es traspasado para ser el closer del equipo. Por ahora se queda con el honor de ser All Star este año.
Cy Young
Hasta el 12 de Junio, la labor de Tarik Skubal estaba siendo de ace absoluto del equipo. Con un Mayo, sobre todo, estelar, donde en 5 aperturas su ERA fue de 1.45 eliminando a 35 bateador por SO en 31 entradas. Sin embargo, desde entonces, su rendimiento ha caído en picado, lo que hace que este premio no esté tan claro a estas alturas de competición. Parece que haberse quedado “sólo” tras la baja de Eduardo Rodriguez y la confirmación de la lesión de Casey Mize, más la larga ausencia de Matt Manning, le ha hecho mella. Skubal, en 2 años, ha bajado el uso de su bola rápida de un 58,9% en 2020 a un 26,8% en 2022, en beneficio claro de su slider, aunque es su cambio la que mejores beneficios le da, con un % de swing and miss de 45,8% y un promedio de bateo de .215 encajado. Veremos si va subiendo ese % de uso del 15% y, lo más importante, manteniendo o mejorando su efectividad.
La sorpresa
Es difícil quedarse con algo que sea ilusionante de este año. Porque, al igual que le ha pasado a Skubal, el rendimiento de Alex Faedo, por poner un ejemplo de jugador sorprendente este año, ha caído en picado con ERA próximo a 10 en el último mes. Quizá el jugador que más esté sorprendiendo es, de nuevo, en el bullpen, Alex Lange, lanzando en momentos de alto riesgo y haciéndolo bastante decente. Ahora mismo, el trío Fulmer, Lange y Soto es lo único salvable del equipo a mediados de Julio.
La decepción
Para gozo y alegría de nuestro Mario Gómez, enorme batacazo el que se han llevado los Tigers con Eduardo Rodriguez, cuyo cénit en Boston en 2019 parece lejos de ser repetido. 77 millones por 5 años tuvieron la culpa de que Rodriguez fuera el ace de la rotación de un equipo en ascenso y no ha cumplido, para nada, las expectativas. Con evidentes problemas de control (10,1 % de walks, su peor registro en la carrera), y un ERA de 4.38, el 13 de Junio era colocado en la lista restringida y ya no se ha sabido más de él. Ni siquiera la organización de los Tigers parecen saber qué pasa con él. Parece que es un tema familiar, pero la situación de Rodriguez en los Tigers es de todo menos halagüeña. Y le quedan 4 años más de contrato, y a no precisamente bajo precio. Difícil elección en este apartado con tanta apuesta decepcionante por parte de la gerencia Tiger.
Expectativas ante el cierre del mercado y pronóstico final de temporada
Cualquier cosa que no sea mover a sus piezas del bullpen será sorprendente. Hay brazos interesantes en ese bullpen Tiger que cualquier equipo que aspira a algo querría en su relevo. Lógicamente los Tigers, al no estar en esa posición, me imagino que los moverán.
También habrá que ver qué hacen con un Spencer Torkelson, auténtica joya de la corona de la organización, y al que se espera para mediados de Agosto y Septiembre tras ser denostado a Triple A buscando ese swing perdido este año.
El resto de temporada será para seguir engordando el palmarés de Cabrera y para poco más.
Porque 2022 es una enorme decepción en la franquicia de Detroit.