No es fácil ser fanático de los Angels. Tener en tu equipo a dos de los mejores jugadores de los últimos, no sé, ¿20 años? Y a pesar de eso, ver temporada tras temporada pasar sin disfrutar de un mísero partido en el mes de octubre. Es desalentador. Y eso que este 2022 comenzó de forma inmejorable. Sin el Ohtani del año anterior, aquella máquina capaz de hacer actuaciones memorables en los dos lados del juego, pero con un roster más equilibrado y con algunas piezas funcionando muy por encima de lo esperado, con un Tyler Ward dejando un mes de abril a nivel MVP, con una rotación digna con Ohtani, Syndergaard y Lorenzen con buenos números y un bullpen, construido esta pasada temporada muerta con tres pilares repletos de experiencia (Bradley, Tepera, Loup) cumpliendo con su parte. Incluso el joven Reids Detmers, elegido en primera ronda del draft de 2020, se marcó un partido sin hit ni carrera para la historia el 11 de mayo.
Pero pronto las cosas comenzaron a torcerse. Lesiones, la más grave la de su segundo jugador mejor pagado, el tercera base Anthony Rendón, que ha encadenado percances hasta someterse a una operación de muñeca que le hará perderse lo que resta de temporada. Y después vino la racha. 14 partidos seguidos perdidos. Desde el 26 de mayo al 8 de junio. En esos días, Mike Trout vivió su peor período al bate desde su año de rookie, con 26 turnos sin dar hit. Ohtani bateó tan solo para .191 y los Angels se convirtieron en el tercer equipo de la historia en perder más de diez partidos seguidos estando más de diez victorias por encima de .500 para terminar con récord negativo. Además, para hacer más daño, la mitad de esas 14 derrotas fueron por una sola carrera. Sin embargo, la racha le costó el puesto al manager, Joe Maddon, que fue sustituido por Phil Nevin, pero ni el cambio en el piloto ha llevado al barco a mejor puerto.
Desde entonces, el equipo zozobra por todas partes. El bullpen hace aguas, Trout se ha vuelto a lesionar aunque no parece de gravedad, Tyler Ward vuelve a ser humano y el Ohtani bateador no deslumbra como acostumbraba. El Ohtani lanzador, en cambio, posiblemente esté haciendo su mejor campaña en la MLB, con un ERA+ de .167, promediando más de 12 strikeouts y menos de un homerun por cada nueve entradas. Pero aquellos Angels que el 15 de mayo estaban empatados con los Astros en el primer puesto de la División Oeste de la Liga Americana, ahora están hundidos, a 21 partidos de los de Houston y si no están en el último puesto es solo porque los propietarios de los Oakland Athletics no quieren.
Lo que queda de temporada, una vez más, tiene toda la pinta de ser un nuevo suplicio, y ya hemos perdido la cuenta de los que van, para los fanáticos de los Angels.
MVP del equipo
Da igual que año tras año las cosas no salgan bien, los compañeros no acompañen, las derrotas se sucedan. Da igual incluso que las malas rachas le afecten incluso a él. Mike Trout es el mejor jugador del momento porque está por encima de todo eso. En el año en el que batea para el peor promedio de toda su carrera desde su año de rookie (.270, que ya quisieran muchos batear eso), es el cuarto mejor jugador en Slugging (.599) y el quinto en Home Runs (24) y en OPS (.967). El bateador mejor pagado del béisbol vuelve a demostrar, cada vez que se para en el plato, que es un peligro constante. Y aunque, a estas alturas de temporada, su OPS+ (169) es el cuarto peor de su carrera, sigue siendo el mejor de su equipo. No en vano, de momento, su fWAR es el 12º de todas las Grandes Ligas. Porque un mal año de Trout es, todavía, un muy buen año para la mayoría de jugadores.
CY Young
Después de 2021, el año de la confirmación, en el que el japonés Shohei Ohtani demostró que era capaz de ser un muy buen jugador en dos direcciones, recibiendo el MVP de la Liga Americana y el Bate de Plata, este 2022 Ohtani ha caído un poco su producción en ataque. Sin embargo, sobre el montículo, está demostrando ser mejor lanzador de lo que ya parecía. Con un promedio de carreas limpias permitidas (ERA) de 2.80, es en los strikeouts donde está dominando. Con casi 13 ponches por cada 9 entradas lidera esta estadística en las mayores.
Su fWAR de 3.00 es el séptimo mejor para un lanzador de Grandes Ligas. Y eso que las estadísticas no cuentan su enorme valor comercial, su atractivo internacional y todo el dinero que genera a una franquicia que se volcó en su contratación pero que no parece muy claro que quiera atarle a largo plazo.
Sorpresa de la temporada
Aunque la progresión de Taylor Ward apuntaba a que el que fuera elegido en la primera ronda del draft de 2015 por los Angels podía mejorar sus números, nada hacía esperar el temporadón que se está marcando. A estas alturas de año ya ha sacado la bola del campo 13 veces. Lo cual igual no es muy impresionante, pero impacta si sabes que, en toda su carrera, antes de empezar este 2022, llevaba 15 homeruns en cuatro temporadas.
Su promedio de .286 y su porcentaje en base de .378 son los mejores de su equipo. Y eso que, como todos sus compañeros, sus números se han hundido en el último mes y medio. Pero como empezó tan arriba, con un primer mes con ritmo de MVP, con promedio de .358 y liderando la liga en OPS, después de la caída Ward aún mantiene unos números dignos de ser considerados como la sorpresa más grata de esta, de nuevo, nefasta temporada.
Decepción de la temporada
Y de nuevo, también, la temporada de Anthony Rendon en Los Angeles es para olvidar. El de Houston no ha conseguido superar los diez cuadrangulares en ninguna de sus tres temporadas en la costa Oeste. Lo cual duele más al saber que en 2019 Rendon bateó 34 homeruns, y en las tres temporadas anteriores con los Nationals superó los 20. El desplome de sus números ha coincidido también con sus peores años en lo que se refiere a salud. Múltiples lesiones de la más diversa índole han afectado al rendimiento de Rendon y le han impedido visitar el plato con la regularidad necesaria como para coger ritmo de competición.
En esta temporada, una lesión en la muñeca le ha llevado al quirófano y a decirle adiós a lo que resta de temporada. Hasta ese momento, sus números no eran un horror. A pesar de un promedio de tan solo .228, el peor de toda su carrera, su OPS+ le ponía en la media de la liga, con 100. Quién sabe si, con salud, Rendon habría podido hacer terminar de despegar a un equipo condenado a hundirse.
Expectativas ante el cierre de mercado y final de temporada
Nada se espera ya en Anaheim para este 2022. Disfrutar de ver jugar a Ohtani y a Trout, cuando vuelva a estar sano, y poco más. Con unos Astros a más de 20 victorias de ventaja, la postemporada parece una enorme quimera y solo los muy locos o los muy tontos creen en ella. Y aunque se acerca la fecha de tope de cambios y se han escuchado voces que preguntan por Ohtani, la gerencia de los Angels ya ha salido a confirmar que no tienen intención de desprenderse de Shohtime. ¿Qué les queda entonces? Decidir si desprenderse de las pocas piezas válidas que aún gastan, como Noah Syndergaard, que será Agente Libre de nuevo al finalizar la temporada, o del Ohtani de Marca Blanca, Michael Lorenzen, que también acaba contrato este 2022. La prioridad de la gerencia debería ser, una vez más, encontrar brazos que soporten el equipo. A ser posible no demasiado jóvenes, para poder afrontar la temporada que viene, de nuevo, con las expectativas altas y la ilusión resucitada.