Sin duda alguna, la primera mitad de la temporada ha venido marcada por el cese de Joe Girardi. Solo la franquicia con peor suerte de toda la historia del deporte americano podía conseguir que un proyecto del exmanager triunfador con los Yankees fracasase. No era fácil.
Lo cierto es que, en sus dos temporadas y algo, quedó en récord negativo y nunca ha conseguido generar buenas vibraciones; este año, 22-29 en el momento de su destitución. Su sustituto, Rob Thomson, un hombre de los Yankees y de Girardi, aunque no llegase con el paisano de Richard Pryor. Necesario es plantearse las causas que han llevado al gurú de la gestión a desprenderse del manager que llegó como piedra angular de su nuevo proyecto. Las versiones oficiales no van más allá de la obviedad de que el cuarto presupuesto de las mayores estaba rindiendo por debajo de sus posibilidades.
De lo que ninguna duda cabe es que el cambio sirvió de revulsivo, con una racha de nueve victorias consecutivas, si bien se ha equilibrado el balance llegados a mitad de temporada, 43-38, con los Phillies clasificados para postemporada si todo esto acabase ahora.
Y si el cambio de entrenador ha sido lo más relevante ocurrido fuera del diamante, lo más destacado en la cancha ha sido sin duda alguna la lesión de Bryce Harper, quien espera volver esta temporada, -una baja demasiado relevante para los de Pensilvania-, así como una nueva aparición de quien ya debería ser denominado como Mr. Junio, pues si ya en 2021 se salió en el sexto mes del año, lo ha vuelto a hacer llegando a impulsar durante este junio los mismos Home runs que todo el roster de los Detroit Tigers, Kyle Schwarber.
La novena ha quedado definida con claridad, excepto el ya clásico comité del CF: 2. J.T. Realmuto; 3. Rhys Hoskins; 4. Bryson Stott; 5. Didi Gregorius SS; 6. Alec Bohm; 7. Kyle Schwarber; 8. Herrera/Vierling/Moniak; 9. Nick Castellanos; 10. Bryce Harper.
Sin olvidar la irrupción como bateador designado de Darick Hall, en las últimas semanas.
Definida también la rotación de abridores: Aaron Nola, Kyle Gibson, Zack Wheeler, Ranger Suárez y Zach Eflin. Imposible concretaros un ACE.
Siguen los roles indefinidos en el bullpen y, como cada temporada, resulta muy difícil teorizar sobre los relevistas hasta noviembre.
No se puede realizar ningún pronóstico en relación a unos Phillies que siempre acaban desinflándose, o también podemos encontrarnos con lo que pasó con aquellos Cardinals de Mike Shildt que, cuando tras la sustitución de Mike Matheny recuperaron la autoestima y se sintieron liberados, se acabaron dejando llevar mientras acariciaban la postempordada. Ahora bien, si alguna vez la ciudad del amor fraterno hay de entrar en playoffs es ahora.
Llegado el ecuador de la competición mucho se ha hablado de posibles refuerzos (decenas de nombres tales como Benintendi, Gallo, Laureano, Mancini), para los Phillies, dirigidos a satisfacer dos necesidades fundamentales: el vacío dejado por Bryce Harper y los problemas en el CF, así como la necesidad de reforzar el siempre renqueante bullpen.
Parece que el gobierno de Canadá no se va a llevar el anillo.