El resumen de los Saint Louis Cardinals de esta primera mitad de 2022 por @nueve entradas
Resumen
Tears For Fears comenzaba su hit de 1989, “Advice for the Young at Heart” , diciendo un “consejo para los jóvenes de corazón, pronto seremos mayores ¿Cuándo haremos que funcione?”, y no puedo escuchar esa canción sin imaginar a Pujols, Molina o Wainwright, ante la oleada de jóvenes promesas que ha bajado el promedio de edad bruscamente en esta temporada. En este caso, esa tríada de históricos ya está mayor y, en su último año de carrera, pero la pregunta parece que la seguimos entonando aún sin conocer la respuesta: ¿Cuándo haremos que funcione?. Cardenales llevan varios años ya a la deriva llegando a playoff con el último de los alientos (el año pasado sin la milagrosa racha de 17 triunfos consecutivos hubiese sido imposible) y, con la llegada de Oliver Mármol como mánager, tampoco se veían grandes cambios (al fin y al cabo era mano derecha de Mike Shildt). Sin embargo, hay una actitud diferente en la gerencia del equipo y se nota en la cantidad de prospectos que hicieron ingreso este año y, como no han temido cortar de raíz bajos rendimientos, no renovando con Matt Carpenter, (que ahora se pavonea por el Bronx con su flamante bigote) o bajando a ligas menores a Paul DeJong (a quién soy sincero, extraño). Pero el equipo ahora parece rendir mejor; lejos de las individualidades, como conjunto suele funcionar y, por más que no podamos, probablemente, llevarnos la división, casi que el puesto en post temporada, más en estas extendidas, tiene un lugar reservado para el equipo con más anillos de la nacional (tenía que decirlo). Ya me extenderé más adelante pero aquí donde nos metemos en un jardín es en el pitcheo y lo que genera más dudas, a priori, ya que la estabilidad de la rotación y el bullpen, han generado demasiados dolores de cabeza, y que no parece haber ibuprofeno a mano para que cese. En este juego, a veces se reduce todo a un duelo cara a cara entre pitcher y bateador, y Cardinals, la mayoría de las veces, se presentan a ese duelo con pistolas de plástico y balas de salva y, los resultados no se hacen esperar. No quiero ser pesimista pero este equipo es de transición generacional,. Con la entrada de nuevos talentos como Gorman (al que no hemos visto tanto como para cerrar una opinión aún), Donovan o Yepez, el grupo sintió la renovación y realmente se siente un aire nuevo que necesitaba el equipo a nivel de poderío. El infield terminó de aceitarse y el resto de la defensa funciona bien y genera highlights, siempre que puede (la dupla que han formado Goldschmidt y Arenado es una delicia y que ambos se turnen en una carrera de MVP es lo que ha salvado al equipo de la catástrofe) y es, justamente esa misma defensa, la que suele hacer milagros para que los daños producidos por el pitcheo no sea mayor. Porque más allá de lo que digan algunos números engañosos, sentarse y ver un partido de los Cardinals significa prender inciensos y citar dioses paganos rogando que no arruinen lo poco que se ha podido conseguir.
MVP del equipo
Y hablando de infield, es inevitable detenerse en primera. Si el año pasado alguien hubiera dicho que el jugador más valioso de los Cards este año sería Paul Goldschmidt, seguramente hubiera sido objeto de burlas, o hubiésemos dudado seriamente de la cantidad de alcohol en sangre, porque, si bien el veterano siempre cumplió, no lo habíamos visto así de encendido en su tiempo en el equipo y marcando los mejores números de su carrera en las mayores. Tuvo en 2018 y 2019 rachas fuertes que lo llevaron a ser de los más destacados de la liga, pero no de esta manera, y menos sin decaer. Esa increíble virtud de poder conectar más hits que un reggaetonero promedio, hizo que, además, empujara carreras en cada partido, porque está en línea de bateo después del siempre escurridizo Edman, cuyos números son los más destacados en el equipo en la temporada actual, pero, en gran parte, se lo debe también a la racha brutal del bueno de Goldie. Este mismo veterano, en pleno renacimiento, fue quien hizo que se inclinara la balanza en muchos encuentros donde el resto del equipo no se había encontrado con la bola, cosa que sucedió más a menudo de lo que nos gustaría. Volviendo a Edman, es él quien genera gran parte de las esperanzas del equipo en cada at bat, por esa energía desproporcionada que siempre me hizo definirlo como ‘nuestro Trea Turner’, por esa forma de lograr carreras sea como sea. Aún sin tener un poder descollante, siempre tiene la capacidad de poner la pelota en juego y, si sus compañeros no aciertan de todos modos, busca acomodarse en posición de anotar para que tanto Goldie como Arenado (otro gran encendido con ‘ciclo’ y todo) lo terminen de subir al Olimpo.
Pero, por suerte, en esta temporada Tommy no está tan solo, porque, cuando el equipo decidió subir a Brendan Donovan en un reajuste de roster, lo hizo de tal forma que hasta hizo que nos olvidáramos que es apenas un rookie, uno de esos tantos rookies que juntos han conseguido ser la mejor nueva ola de la MLB. Donovan, una especie de Harrison Bader pero menos enamorado de sí mismo, tiene un espíritu igual de inquieto que Tommy, aunque, probablemente, aún le falte tiempo para adaptarse a las mayores para cometer algunos errores más producto de la ansiedad que de la falta de talento.
Volviendo al pitcheo haciendo un resumen de los visto en 2022 ¡Obviamente como Cy Young voy a proponer a Yadier Molina! Es al único al que le han marcado cuatro carreras y aún así aplaudimos a rabiar y brindamos eufóricos junto a la TV, porque es, y fue, el buque insignia de este equipo, y la franquicia por años y casi que no podemos imaginar el equipo sin su rodilla apoyada a centímetros del diamante. Verlo lanzar cada vez que ganamos por demasiado margen o perdemos por una cantidad vergonzosa es un placer, al menos el tiempo antes de entrar en una ya extensa IL, y eso quizás es parte de esa gira de despedida silenciosa que muchos reclaman, junto a su querido amigo Albert Pujols. ¿Y si tengo que hablar del Cy Young del equipo porque hablo de Molina y su ERA en 18? Porque el pitcheo de Cardinals, como hablamos más arriba, es para cambiar de tema, como cuando alguien te pregunta por algo que realmente te incomoda aceptar. Miles Mikolas ha hecho casi lo mejor que pudo en este tiempo, cuando ni él lo esperaba, encima apenas de Wainwright y un más que tibio Hudson. Esperamos una eternidad a Flaherty para que volviera un par de partidos desastrosos y se volviera a romper. De Helsley, Matz y Hicks no esperaba nada y ofrecieron justo lo que esperaba, e incluso los 2 últimos pasaron más tiempo en IL que disponibles. Demasiado poco hemos visto aún de Liberatore como para juzgar, y el bullpen tiene una estabilidad que me recuerda la economía argentina. Prefiero no hablar de Gallegos y Cabrera porque puede haber menores del otro lado, McFarland no encontró nunca el camino y Pallante va para cualquier lado menos para donde indicaría su apellido. Y hablé mucho de la lista de lesionados recién, pero recordemos el equipo del año pasado y es que casi nadie ha quedado en pie. Tyler O’Neill fue una de las figuras del año pasado, pero ahora entra y sale de IL como si hubiera una puerta giratoria. Esa maraña de músculos que daba miedo en cada at bat en 2021, empujó algunas carreras al comienzo de este año, pero luego parecería haber perdido la magia. Al regresar pareció comenzar a encenderse y su bate de a poco comenzó a encontrarse con la bola más seguido, pero quizás no estaba al 100% y volvió a lesionarse. Y ese mismo outfield está de racha, al menos al momento de escribir estas palabras, ya que la misma suerte están corriendo tanto Bader como Dickerson (fichaje que nunca me terminó de cerrar del todo).
Expectativas ante el cierre de mercado veraniego y pronóstico final de temporada:
En definitiva, en una división con tantos ciegos, el tuerto es rey y, por eso, el equipo con pitcheo de élite, bateo tibio y cerveza un tanto insípida suele ser líder indiscutido (aunque este año las lesiones y algunas falencias inesperadas los han hecho flaquear), pero Cardenales ha hecho hasta el momento un trabajo más que digno en el bateo, aunque se noten las fallas. Como siempre, todos estos libres pensamientos se pueden esfumar si el equipo vive una racha negativa como la que vivieron los Angelinos recientemente, y pasaremos a sólo intentar flotar en el ya hundido Titanic tratando de hacernos un lugar en la tabla de Kate Winslet. Conociendo lo poco suelta que la billetera de la dirigencia a la hora de hacer fichajes, no creo que la franquicia se haga de un nombre fuerte para reforzar la rotación, más aún cuando con estas playoff extendidas que hace que los equipos menos gastadores ahorren aún más sabiendo que llegan sin hipotecar las joyas de la abuela. Por lo tanto, dudo mucho que haya sorpresas en este 2022, pero, al menos, nos podemos sentar a la distancia y disfrutar un equipo más ameno, competente y disfrutable de ver, aunque para volver a ver la gloria de cerca parece que falta un buen trecho. Por ahora, disfrutar de tres leyendas despedirse juntas divirtiéndose y dejando sabios ‘consejos para los jóvenes de corazón’, ya parece un premio en sí mismo para esta temporada.