Hoy toca acabar este análisis de la primera mitad de temporada y lo hacemos con, posiblemente, la división más atractiva de la MLB, aunque la más desigual.
No creo que nadie se sorprendiera que en esta división estén los dos mejores records de la MLB pero creo que nadie hubiera apostado por la dupla Giants-Dodgers, rivales históricos, como líderes de la liga y sólo algún vaivén de los Padres ha impedido que copen los tres primeros puestos.
Y es que el equipo dirigido por Gabe Kapler ha pasado de ser una apuesta clara a desaparecer de los primeros puestos de la liga a mantener sorpresivamente el mejor record de la liga lidiando con ataques indiscriminados de los dos equipos californianos restantes. Y es que el equipo de San Francisco está segundo en ERA con 3.24 y en FIP con 3.68 aunque está por debajo de promedio en SO. También es destacable que el WHIP es el mejor de la liga con 1.112. Y la rotación está encabezada por Kevin Gausman, jugador por el que los Giants hicieron, sorprendentemente, la oferta cualificada (circunstancia por la que algunos nos echamos las manos a la cabeza) y que está mirando cara a cara a los aspirantes al Cy Young. Segundo en ERA con 1.73 y en WHIP (0.820) y cuarto en FIP (2.57) con un combo top de bola rápida y splitter. Anthony DeSclafani, otro ex de los Reds, ha pasado de un ERA de 7.22 en 2020 a 2.68, la mayor bajada de toda la MLB de largo, incluyendo dos shutouts. Los veteranos Alex Wood y Johny Cueto parecen renacer sobre todo el zurdo ex de los Dodgers que está en ERA de 3.67 y que parece asemejarse al All Star que fue en 2017. Extraordinario labor del entrenador de bateo Andrew Bailey. El bullpen cuenta con un dueto de setup y cerrador compuesto por Tyler Rogers, con su estilo submarino, y Jake McGee.
En ataque, parece que los veteranos de guerra están resucitando de una carrera que parecía languidecer. Buster Posey está a niveles de bateo de su campaña de MVP de 2012 (.328 y 12 HRs) y Brandon Belt, Evan Longoria y, sobre todo, Brandon Crawford con .289 y 18 HRs están inconmensurables. Tanto en slugging (quintos de la liga con .437) y en OBP (quintos con .329) están entre las mejores ofensivas con bastante habilidad de sacar walks (quintos con 349). Veremos si ocurre la anunciada caída o siguen ahí arriba, pero mucho se tiene que torcer para no conseguir, como menos, una de las dos plazas de la Wild Card.
Segundo están los grandes aspirantes a repetir anillo, los Dodgers de Los Angeles, un equipo que a pesar de tener un lineup potentísimo está en la línea de los Giants. Primeros en walks conseguidos con 387 y con un OBP top (segundo con .339) a pesar de un discreto promedio de bateo. Las lesiones están mermando a la ofensiva con problemas físicos para sus mejores jugadores, Mookie Betts, Corey Seager o Cody Bellinger. Para suplirlos han contado con inesperadas aportaciones de bates como Zach McKinstry, Matt Beaty o un incorporado Albert Pujols, que está dando un buen nivel.
Y si las lesiones se han cebado con algunos bateadores, Dustin May se pierde un año con la cirugía Tommy John y el futuro de Trevor Bauer se complica con el caso de violencia doméstica en el que se ha visto envuelto. Un Trevor Bauer que estaba sobresaliendo en su primer año como Dodger (ERA de 2.59 y 11,5 SO por cada nueve entradas). Sin embargo, la profundidad de banquillo hace que no se note tanto tanta ausencia. Walker Buehler está sobresaliente, Julio Urias confirma lo que había mostrado, aunque a cuentagotas, en años anteriores y parece que no pasan los años para Clayton Kershaw. David Price y Tony Gonsolin tendrán que dar un paso al frente para aportar entradas de calidad. En el bullpen, Kenley Jansen vuelve a ser el que fue antes de sus problemas de corazón y la profundidad de bullpen también es magnífica (Gonzalez, Treinen, Kelly, Price, Nelson o Cleavinger).
Tercero en discordia, aunque con plaza de Wild Card provisional, están los Padres. Imagínense un Dodgers-Padres a un partido en la Wild Card. A los amantes del béisbol se nos hace la boca agua. Los Padres sieguen siendo uno de los equipos más atractivos de ver y mucha culpa la tiene Fernando Tatis, Jr., jugador que superó el susto de la lesión de hombro para poner números de MVP (.286 con 28 HRs y 21 bases robadas, intentando conseguir un hecho histórico, liderar una división en HRs y en bases robadas). Del resto de lineup, Tommy Pham ha conseguido rehacerse de un pésimo comienzo y los Manny Machado, Jake Cronenworth, Trent Grisham, Wil Myers o, este año en menor medida, Eric Hosmer, siempre suponen una amenaza.
En defensa, muchas lesiones están mermando a una de las mejores rotaciones de la MLB. Blake Snell quizá sea el factor más alarmante ya que no está consiguiendo números decentes (ERA de 4.99) destacando su alta cantidad de bases por bolas concedidas (13,8 %, séptimo peor de la liga). Especialmente está sufriendo con su cambio (.389 de promedio de bateo encajado). También siguen las dudas con Chris Paddack y es que El Sheriff no está rindiendo a su nivel de su año rookie. Yu Darvish, en cambio, está estelar, Joe Musgrove comenzó inmenso (incluyendo un no hitter) pero el veranos parece haberle sentado fatal y Dinelson Lamet está constantemente entre algodones, incapaz de alargar sus apariciones. En el bullpen, Mark Melancon ha actuado en nada más y nada menos que en 40 partidos y se está empezando a notar. Su edad no ayuda. El resto está muy bien destacando Craig Stammen, Emilio Pagan, Tim Hill o Austin Adams.
Colorado Rockies, en su primer año post-Arenado, está ya a 18 partidos de los Giants y a 13 de la Wild Card. Y es que ni el bate más fiable, Trevor Story, en todas las quinielas para continuar el camino de Arenado, está a su nivel (.242 con apenas 11 HRs y sólo 42 carreras impulsadas). Las cifras de bateo no son malas, como no podía ser de otra forma bateando en Coors Field sus partidos de casa. Yonathan Daza ha sido su aparición sorpresa y los C.J. Cron o Ryan McMahon están sacándola del campo con cierta asiduidad (13 y 16 HRs).
En defensa, uno de los jugadores recibidos en el traspaso de Arenado, está funcionando mejor de lo esperado y es que Austin Gomber, con un ERA de 3.68, está aportando entradas de calidad con las que nadie esperaba. German Marquez está siendo, desde que comenzó el verano, uno de los mejores lanzadores de la MLB (cuarto mejor en % de barrels encajados) y Jon Gray está teniendo un buen año, esperando a ser traspasado en el futuro próximo. El resto, Senzatela, Gonzalez o Freeland están a niveles como si lanzaran todos los días en Colorado. Daniel Bard, como cerrador, no está al nivel mostrado en 2020.
Por último, el peor equipo de la competición, los Arizona Diamonbacks, batiendo líderes extremadamente difíciles de batir, como el record de partidos perdidos a domicilio, 24. Nada está funcionando en Arizona justo cuando los Suns están cerca de hacer historia en la NBA. En el montículo, son de los peores equipos de la liga amparados en la lesión de su ace Zac Gallen y de la vuelta a los infiernos de Madison Bumgarner tras un más que digno comienzo, incluyendo el protagonismo en un no hitter no contabilizado por ser de siete entradas. Y el puesto de cerrador refleja el estado de la franquicia. Joakim Soria, Stefan Crichton, Riley Smith o Chris Devenski han tenido ese papel, pero nadie parece querer conservarlo.
Su mejor bate, además. Ketel Marte, apenas ha aparecido en 37 partidos y sólo Eduardo Escobar (.251 y 20 HRs) y Josh Rojas, sorpresa del año para ellos, están poniendo números dignos de MLB. Año para olvidar en Arizona.
Estás serían mis apuestas a los premios de esta división:
MVP: Fernando Tatis, Jr. (Padres)
Cy Young: Kevin Gausman (Giants)
Rookie del año: Ryan Weathers (Padres)
Entrenador del año: Gabe Kapler (Giants)