Resumen
Si tuviéramos que trazar una analogía, los Brewers serían ahora mismo como
ese vaquero aguerrido que se encuentra a medio camino de un trayecto hacia al
destino soñado, la postemporada. Un viaje, que, hasta ahora, a Milwaukee le ha
llevado a tener que cruzar un gran valle, con momentos donde el cabalgar ha
sido de bajada, e incluso placentero (el primer cuarto de año, con una sólida
ventaja en la Nacional este), con otros donde el camino ha sido cuesta arriba y
escarpado (cuando los Cardinals le arrebataron el primer puesto, por ejemplo).
El equipo, en resumen, transmite esa sensación que aún le falta un punto de
cocción y rodaje para llegar a un estado óptimo, ya que su pitcheo, antaño
su principal arma para ser competitivo en la lucha de la MLB, parece haber
bajado un escalón respecto la campaña pasada, donde fue élite. Los números,
al menos, indican eso, ya que su promedio de ERA es el 22 de la
competición, puesto que dos de sus principales brazos, como son
Brandon Woodruff (3,95 de ERA) o Freddy Peralta (4,42), han tenido que lidiar
con excesivos problemas físicos o de falta de regularidad. Corbin Burnes,
imperial, es de los que come aparte, como Josh Hader, quien, por instantes, ha
brillado como el mejor closer de la liga, acumulando récords domésticos de
salvados. Para cerrar el círculo de los lanzadores, este primer tramo de
campaña ha dejado ver que Aaron Ashby ya es más que proyecto y, si la salud
le acompaña, tiene muchos números para completar la rotación de los Brewers.
En el lado del bateo, continuamos donde estábamos, siendo un equipo al que,
demasiadas veces, le cuesta horrores producir (puesto 22 en AVG y el décimo
en carreras consumadas), ya que Yelich, un jugador fundamental en todos los
esquemas de la franquicia, continua sin despegar. Cierto es que se trata del
que más hits consigue , 77 hasta la fecha de perpetrar este artículo, pero le
sigue faltando poder. Cargar toda responsabilidad sobre las
espaldas de Yelich sería un castigo excesivo, puesto que otros nombres
como McCutchen o Hiura tampoco están ayudando a la causa por su
irregularidad. En el lado positivo, Adames está aglutinando un rol de liderazgo
asombroso, que junto al despegue insospechado de Tellez, o las
sorpresas más que agradables de unos Peterson o Taylor, de los que nadie
esperaba demasiado, invitan a un moderado optimismo de cara al tramo final de
campaña. Y sin olvidar, claro, a Renfroe, un fichaje que, ya de saque, tenía muy
buen color, y que se ha demostrado un acierto. Pero nada de lo dicho hasta
ahora es capaz de mitigar un sentimiento, el de dolor, por la marcha de un
jodido ídolo, Lorenzo Caín, y, sobre todo, por la forma como lo ha hecho, a
hurtadillas y por la puerta de atrás.
MVP del equipo
Willy Adames es todo chispa. Ahora mismo, es el jugador más determinante en
el ataque de Milwaukee (17 H, 46 RBI y un .746 de OPS), y, como buen SS, su
defensa también roza lo notable alto. Pero lo suyo no se resume solo en ser un buen jugador. Su carácter extrovertido y, por qué no decirlo, un pelín alocado, le
ha convertido en un referente para el grupo y la afición de los Brewers, aunque
la figura y la sombra de Yelich continua siendo muy alargada. Si las lesiones le
respetan, y en este primer tramo de temporada ya ha tenido algún susto,
Adames es el jugador que ahora mismo tiene más credenciales para tirar del
carro cuando haya que jugarse la clasificación a la postemporada. Por falta de
carácter, no será. Josh Hader es el otro gran nombre a reseñar hasta el
momento. Absolutamente asentado en la clase top de los cerradores de la liga,
su primer cuarto de año fue de traca. Con un slider cada vez más pulido y
devastador, y su recta clásica por arriba, es el principal y único responsable que
los Brewers sean, ahora mismo, el equipo que lidera la clasificación global de
salvados.
Quizás se podría elucubrar que el hecho de ganar el Cy Young, podía suponer
un extra de presión para Corbin Burnes. Por la visto hasta la fecha, para nada.
El abridor de Milwaukee está haciendo otra temporada de mérito, con un 2.20
de ERA de promedio, y reafirmado que su cutter es implacable a la hora de
retirar bateadores del plato. Sus 134 strikeouts acumulados hasta el día de hoy,
lo han catapultado hasta el segundo puesto de la clasificación global de toda la
liga, sólo por detrás de Shane MaClanahan. De hecho, sólo la burrada de año
que están haciendo Sandy Alcantara o Tony Gonsolin impiden que Burnes sea
candidato a repetir premio en la Nacional. Una campaña de nota que ayuda a
mitigar los problemas de continuidad con los que han tenido que
capear Woodruff y Peralta, y que se han tenido que aplacar
con apariciones fugaces en la rotación de Jason Alexander o Chi Chi González.
Por lo que a Lauer respecta, por ahora va cumpliendo, pero concediendo
demasiados HR (sexto con más de toda la MLB, con 17), mientras
que Houser va al revés que el ciclo del vino; en lugar de mejorar con los años,
su control es cada día un pelín más desdibujado.
La decepción
La de Lorenzo Cain es una imagen asociada siempre a una inmensa sonrisa.
Personaje alegre y guasón, era el jugador más querido por la bancada de
Milwaukee y, por lo tanto, su marcha de sopetón a través del mecanismo de
asignación, ha sido una herida en lo emocional. Cierto es que sus últimas dos
campañas han sido decepcionantes en términos de producción, una dinámica
donde seguro que ha influido, y mucho, sus problemas físicos. Desde el punto
de vista estrictamente funcional, o sea el juego, el agujero que deja
Cain está siendo más que bien cubierto por Taylor o la eclosión de Jonathan
Davis, un jugador con un gran físico y al que se le adivina un
futuro interesante, sobre todo como defensor. En el
apartado estrictamente productivo, entre los nombres que necesitan progresar,
para hablar en lenguaje académico moderno, estarían el antes mencionado
Christian Yelich, quien por contrato y estatus, debe ser una amenaza más visible para el rival, o McCutchen, de quien si bien ya se
sabía que no estaba en el pico de su carrera, quizás cabía esperar algo más.
Expectativas ante el cierre de mercado veraniego y pronóstico final de temporada
Con lo visto hasta ahora, los Brewers necesitan un bate de
ciertas garantías como el comer. La baja de Cain, sumada a la implantación
del DH en la Nacional, hace que esta contratación que se busca, y que en
Milwaukee ya se da por descontada, sea la de un jugador del outfield, donde ya
se vislumbran piezas potencialmente atractivas.
El bullpen también necesitaría algún retoque, ya que va muy justo de brazos
de garantías y apuestas como Cousins o Sanchez no han dado aún ese salto
que se esperaba ya de cara a este año, mientras que otras que de momento
parecen más asentadas, Jandel Gustave, no parece que estén listas para
exámenes exigentes. Como la postemporada. Porque este es y debe ser
el objetivo, ganar la Nacional Este y entrar en play-off, aunque cuidado.
Los Cardinals este 2022 han dado un paso al frente y son un
conjunto más competitivo, y ya se ve claro que habrá que pelear duro con ellos
para conseguir el banderín. Y en una lucha tan cerrada como la que se
vislumbra, los enfrentamientos directos entre los dos serán absolutamente
cruciales.