La temporada ya esta aquí y en Pitcheos Salvajes le echamos un vistazo a los bullpens mejor plantados de las Mayores de cara al 2019.
En la pasada Serie Divisional de la Liga Americana los Yankees partían como favoritos para la mayoría de los aficionados. El principal motivo era que su cuerpo de relevistas parecía una unidad imbatible mientras que en el de los Red Sox todo eran dudas. Solo el closer Craig Kimbrel trasmitía seguridad. “Los Yankees son un equipo construido para rendir en postemporada.” Ese era el mantra que se repetía una otra vez.
Buena parte de la estrategia de Cashman para hacer un buen papel en octubre había consistido en fortalecer el bullpen. A una unidad que ya contaba con Aroldis Chapman, Dellin Betances y Chad Green se unieron David Robertson y Zack Britton. En 2018 los Yankees gastaron la friolera de 43 millones de dólares en relevistas. Los Red Sox invirtieron algo más de la mitad, unos 22, de los cuales 13 fueron gastado en Kimbrel, el único brazo de garantías con el que a priori contaban los de Cora en la eliminatoria.
Los relevistas de los Yankees rindieron a un gran nivel. Betances, Chapman, Britton, Green y Robertson se combinaron para lanzar 15.2 innings en los que solo encajaron tres carreras. Un ERA de 1.72. Una actuación imponente que importó muy poco. Los abridores fueron un desastre. Severino, Sabathia y J.A. Happ fueron masacrados.
Kimbrel estuvo horrible. Cada una de sus apariciones fue una película de terror. Pero sus compañeros, esos relevistas que no convencían a nadie, estuvieron increíbles.
Esta historia nos deja dos moralejas que en los tiempos de obsesión por el bullpen en los que vivimos se nos han olvidado:
1. Vale de muy poco tener un gran bullpen si tu rotación es un desastre.
2. No hay nada más irregular que un relevista.
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Se os ha puesto en sobre aviso, ahora solo nos queda contradecirnos (una vez más, y no será la ultima). Los Yankees son, sobre el papel, el bullpen más dominante de la competición. A esa tripleta formada por las bolas rápidas de Chapman y Green y la slurve de Betances se les ha unido la sinker de Zack Britton y la slider de Adam Ottavino (si, hay cosas que deberían estar prohibidas).
En 2018 los relevistas de Nueva York acumularon un WAR de 10.2, récord histórico de la MLB en una temporada. Hay previsiones que les dan un rendimiento superior en la nueva campaña. El “problema” de Boone va a ser encontrar entradas suficientes para un bullpen tan poblado y con tanta calidad. Ahora mismo el manager esta en disposición de utilizar a sus abridores durante solo cinco entradas o por qué no, emular a los Rays y plantearse la posibilidad del opener de vez en cuando.
Parece que Bruce Van Wagenen ha tomado nota de la estrategia de sus vecinos. El bullpen ha sido una de las mayores preocupaciones del nuevo General Manager de los Mets. Seth Lugo, Robert Gsellman y el joven Daniel Zamora parecían un buen punto de partida. La vuelta de Jeurys Familia y la llegada del zurdo Justin Wilson reforzaban muchísimo la unidad. Pero el salto cualitativo definitivo se conseguía con Edwin Díaz.
Díaz es uno de la lanzadores más dominantes de las Mayores. Punto. Y probablemente el mejor relevista de la MLB. Solo Hader y Treinen podrían discutirle dicha categoría. La combinación de su bola rápida de 98 millas en la parte alta de la zona de strike y una slider que rompe hasta acabar en el suelo es simplemente perfecta.
Corey Knebel, Jeremy Jeffress y Josh Hader. Tres nombres que asustan. Tres nombres que quizás podrían disputarle a los Yankees el título simbólico de “Mejor Bullpen de la Mayores antes de que empiece la temporada.” Lo cierto es que los relevistas de los Brewers fueron una de las claves del equipo en 2018. Nadie en la Liga Nacional les pudo mirar cara a cara.
En 2019 se espera ver a un Knebel totalmente recuperado y ocupando de nuevo la posición de cerrador. Una lesión sufrida a principios de la pasada temporada le dejo tocado para el resto del año y le apartó del rol de closer en algunos de los momentos importantes. Jeffress parece el dueño de la octava. Se le ha barajado como cerrador pero sus problemas para empezar a lanzar cuando hay corredores en bases hacen que quede descartado. Hader volverá a ser el hombre para todo. El “apaga fuegos”. La nueva versión de Andrew Miller.
Los A’s son otro equipo cuyo éxito dependerá mucho del papel de sus relevistas. En 2018 solo los brazos de refresco de los Rays lanzaron más entradas que ellos. La llegada de Joakim Soria le da todavía más veteranía y profundidad a un grupo que ya contaba con Ryan Butchter, Yusmeiro Petit y Fernando Rodney. Pero la gran fortaleza de Oakland se encuentra en Lou Trivino y sobretodo en Blake “The Witch” Treinen.
Treinen posee el mejor lanzamiento de toda la MLB. Lo llaman turbo sinker. Básicamente es una bola rápida que en el último momento cae a plomo. Un pitch que lleva camino de convertirse en legendario. Si Treinen consigue ejecutarlo así durante el resto de su carrera acabará en esa lista de lanzamientos de autor que incluye la split-fingered fastball de Sutter, la knuckleball de Phil Niekro o la cutter de Rivera.
Los Astros no solo son muy buenos, sino que además son un conjunto tremendamente equilibrado y profundo. Tanto que es probable que dos de sus principales relevistas durante el 2018, Colin McHugh y Brad Peacock, pasen a formar parte de la rotación sin que el bullpen se vea afectado.
Roberto Osuna ha sido finalmente el elegido para ocupar la posición de closer. Parecía la opción más evidente pero la irrupción de Ryan Pressly a finales del 2018 generó cierto debate. No optar por Pressly como cerrador le permitirá a Hinch utilizarlo en las situaciones más comprometidas. Hector Rondon y Will Harris son dos seguros en la entradas intermedias mientras que se espera que Chris Devenski este totalmente recuperado de las lesiones y vuelva al nivel que mostró hace dos años.
¿Qué esperar del bullpen de los Dodgers? ¿Lo incluimos entre los mejores de la liga o queda en un segundo escalón? Probablemente no cuenta con ninguna estrella más allá de Kenley Jansen, pero si tiene un puñado de brazos de nivel medio que pueden funcionar muy bien si se gestionan adecuadamente: Scott Alexander, Pedro Baez, Dylan Floro, Daniel Hudson, Joe Kelly, Tony Cingrani, JT Chargois … Además hay que pensar que algunos de los abridores que queden fuera de una rotación muy profunda también ayudaran como relevistas.
Para los Dodgers el factor diferencial será Jansen. Si está sano y con confianza su bullpen será una unidad temible. Si las lesiones lastran al closer las dudas van a aflorar por todas partes y viejos fantasmas se le aparecerán a Dave Roberts.
Joe Maddon, Theo Epstein y compañía han conseguido construir un bullpen muy solvente y del que se habla muy poco. No se basa en los strike outs (K/9 de 8.63) y tampoco destaca por su control (BB/9 de 4.18). Su secreto consiste en dejar la bola en el suelo y en no conceder batazos duros. Es decir, en encajar muy pocos home runs en contra. Si a esto le añadimos un muy buen fildeo y los shifts defensivos nos encontramos con que en 2018 los relevistas de los Cubs registraron el mejor ERA de la Liga Nacional: 3.35.
Pirates, Diamondbacks y Cardinals son tres equipos con bullpens de nivel medio. No obstante están construidos de maneras muy diferentes. En los Pirates y en los Diamondbacks las responsabilidades están poco repartidas. Felipe Vazquez y Keone Kela llevan la voz cantante en Pittsburgh mientras que en Arizona rezan para que Archie Bradley vuelva al nivel del 2017, para que Greg Holland encuentre su brazo y para que la defensa siga manteniendo los ERAs de T.J. McFarland y Yoshihisa Hirano por debajo de 2.50.
Los Cardinals parecen que cuentan con algo más de profundidad. Jordan Hicks, Dakota Hudson, Daniel Ponce de León y Alex Reyes (estos dos últimos parece que estarán a medio camino entre bullpen y rotación) son cuatro jóvenes en los que hay puestas muchas esperanzas. Brett Cecil y Luke Gregerson dos veteranos con carácter. Y Andrew Miller la joya de la corona.
Ya hemos visto que la mayoría de los equipos que aspiran a playoffs tienen bullpens que a priori resultan muy potentes. Pero hay dos excepciones: Nationals y Red Sox. Los primeros tienen un relevista y medio. Sean Doolittle trasmite garantías, lo que aún nadie sabe es como rendirá Trevor Rosenthal tras de un año en el dique seco. Después de ellos la nada y el único consuelo de que al menos la rotación es muy completa. Lo del bullpen de los Nationals es ya un chiste malo y tedioso que nadie se preocupa por arreglar. Todas las primaveras es la misma historia.
Los Red Sox no han invertido en relevistas. Sus dos grandes estrellas en la posición, Kelly y Kimbrel, han salido del equipo y en principio nadie ha llegado para remplazarles. En la gerencia confían en la profundidad de un cuerpo de lanzadores liderado por Matt Barnes y Ryan Brasier y en el instinto de Alex Cora. Además Dombroski ha firmado hasta once relevistas con contratos de Ligas Menores con la esperanza de que alguno acabe aportando en las Mayores.
Y luego están los Rays. Pero allí juegan a otra cosa distinta y probablemente se merecen un artículo para ellos solos.