Una vez definida en casi su totalidad las plantillas de toda la MLB con una de las agencias libres más rápidas de los últimos tiempos, voy a analizar división por división las dinámicas de los equipos para comprender un poquito más el estado en el que se encuentran respecto al año pasado. Para ello, voy a categorizar a los equipos en 6 categorías que son:
Pushing for championship: aquí incluiré aquellos equipos que ya optaban a ganar el título en 2022 y que su apuesta en esta postemporada ha sido la de redoblar esfuerzos.
Improving but not enough: en esta categoría analizaré los equipos que han dado un claro salto competitivo pero que no creo que les llegue para más allá que un puesto en playoffs.
Change of strategy: los equipos que han virado su rumbo para poder cambiar algunas cosas que no han funcionado serán los protagonistas en este apartado.
Same status as last year: nuevo año y mismas aspiraciones. Pocos cambios significativos en las franquicias que ocupan esta categoría.
Clear step back: jarro de agua fría para los aficionados de estos equipos que verán reducidas sus aspiraciones de forma evidente en 2023.
Saving money: mientras algunos intentan ganar, otros equipos lo único que buscan es minimizar su payroll para ganar más dinero. El desarrollo de jóvenes y la reconstrucción es la excusa para reducir año sí, año también los emolumentos de sus jugadores.
Hoy empezaré con la División Este de la Liga Americana, una de las divisiones más infernales de toda la MLB. Allá vamos.
Pushing for championship: desde 2009, el equipo más poderoso del planeta no se alza con el título y eso empieza a pesar mucho en una franquicia como los New York Yankees. La fanaticada comienza a cansarse de no ver al equipo competir ya que, a pesar de llegar con frecuencia a Octubre, el equipo no da señales de poder ser aspirante a ganar el anillo. Y esta offseason se presentaba con muchas dificultades e incógnitas ya que su imagen, y jugador más importante, salía al mercado tras una temporada histórica. 522 millones de dólares es lo que han garantizado a Judge y Rodon, posiblemente el bateador más cotejado de la agencia libre y el abridor zurdo más importante de la agencia libre. Sin duda, un reflejo más de que los Yankees siguen buscando con anhelo acabar con su “sequía”. Y no nos olvidemos que han renovado a un Anthony Rizzo, uno de loA su ya temible lineup, al que sumarán a sus prospectos Peraza y Volpe en el SS, se une una de las mejores rotaciones de la liga con Cole, Rodon, Severino, Cortes y Montas. Probablemente intentarán mejorar al equipo añadiendo algún outfielder que pueda reemplazar a Hicks en el jardín izquierdo, por lo que es difícil no contar con los Yankees como uno de los favoritos a ganarlo todo en 2023.
Improving but not enough: comienza a abrirse la ventana de oportunidad para los Baltimore Orioles tras ver debutar el año pasado a Adley Rutschmann, el espectacular cátcher sólo eclipsado por el fenómeno J-Rod de Seattle, y el actual prospecto número 1 de la liga, Gunnar Henderson y, posiblemente, asistir este año al de Grayson Rodriguez como miembro estable de la rotación. Por ello, en esta offseason se han hecho con 3 buenos jugadores en Adam Frazier para segunda base y dos abridores como Kyle Gibson y Cole Irvin para dar un pasito más hacia competir. También hay que añadir que su ace John Means estará disponible durante la temporada tras ser sometido a la cirugía Tommy John. Evidentemente, estos fichajes no le llevan a los Orioles a aspirar más allá de conseguir un puesto en playoffs vía wild card, pero la mejoría es evidente. Quizá esperaba que la gerencia de los Orioles fuera un poco más agresiva llevándose a alguno de los agentes libres más cotizados, pero esto no es frecuente en esta franquicia, por lo que nadie se habrá sorprendido en demasía.
Change of strategy: el año pasado los Toronto Blue Jays parecía una máquina engrasada para destrozar a los pitchers rivales. Guerrero, Bichette, Chapman, Springer, Teoscar Hernandez o Lourdes Gurriel parecía ser un lineup difícil de igualar en la liga. Evidentemente, este lineup tenía sus problemas. Uno era el predominio de bates diestros. El otro es que, como siempre, si te centras en el ataque, la defensa la dejas un poco en segundo plano. El resultado no fue bueno. Un año discreto en temporada regular sólo bastó para acceder a unos playoffs donde cayeron contra unos Mariners en mejor dinámica. En este invierno, los Blue Jays han hecho 3 fichajes importantes en Brandon Belt, Daulton Varsho y Kevin Kiermaier, tres bateadores zurdos, añadiendo los dos últimos un plus defensivo claro. Kiemaier y Varsho son dos buenos CF defensivos. Para ello, se han deshecho de Teoscar y de Gurriel perdiendo mordiente en ataque, además de uno de sus mejores prospectos, el cátcher Gabriel Moreno. También han fichado dos buenos brazos, uno para la rotación en Chris Bassitt, y otro para el bullpen en Erik Swanson. Los Blue Jays ya no serán la reencarnación de la Bomb Squad que fueron los Twins en 2019, pero parecen un equipo sin duda más completo. Veremos si les sale bien porque la apuesta es arriesgada.
Clear step back: si el cambio de rumbo de los Blue Jays no hubiera sido tan claro, quizá hubiera metido a los Boston Red Sox en el anterior apartado. Porque no quiero ser tan crítico con el trabajo de Bloom en esta offseason como lo está siendo la fanaticada de Boston. Evidentemente no ha podido quedarse con Xander Bogaerts (y la eterna baja de Mookie Betts, que sigue doliendo) y eso pesa mucho, pero ha añadido una buena cantidad de bates que hace que el lineup de los Red Sox no tenga nada que envidiar al del año pasado. Mondesi, Justin Turner, Adam Duvall, Yoshida y asegurarse a Rafael Devers hace que en ataque la producción parezca asegurada. Además, este año han reforzado uno de sus eternos problemas, el bullpen con el closer Kenley Jansen y los relevistas Chris Martin, Richard Bleier o Joely Rodriguez para formar un bullpen diverso y profundo. Otra cosa es la rotación donde las incógnitas médicas son recurrentes. Sale, Kluber o Paxton son un seguro en la IL y necesitarán que los Whitlock, Houck o Bello den un paso al frente cuando vengan mal dadas. A eso se une el inoportuno problema en el codo de Trevor Story. Pero tampoco me extrañaría ver a unos Red Sox más competitivos que los del año pasado, cosa que no parece difícil.
Saving money: los Rays han estado bastante “ausentes” en esta postemporada. Con la vuelta al 100% de Glasnow, apenas han sacado la chequera para traer a Zach Eflin para formar una de las mejores rotaciones de la liga con los dos citados anteriormente más McClanahan, Rasmussen y el recién renovado Springs. Y Shane Baz renqueante de una Tommy John. Les he puesto en esta categoría porque entiendo que están a un par de detalles de poder aspirar a algo más, pero en Tampa siguen pensando mucho en derrochar dinero y apenas han salido en ninguna quiniela de los mayores mirlos blancos de la agencia libre de esta agencia libre. Evidentemente, les pesa el estar en una división ultracompetitiva, y lo hacen casi siempre bien, pero el estar en un mercado pequeño, con problemas con el estadio no ayudan a desembolsar grandes cantidades de dinero en los grandes nombres del mercado. Los Rays seguirán dando guerra, seguirán asustando a las grandes potencias, seguirán dando algún pequeño susto, pero dudo mucho que consigan aspirar a volver a las World Series, como hicieron en el año de la pandemia.