Una vez definida en casi su totalidad las plantillas de toda la MLB con una de las agencias libres más rápidas de los últimos tiempos, voy a analizar división por división las dinámicas de los equipos para comprender un poquito más el estado en el que se encuentran respecto al año pasado. Para ello, voy a categorizar a los equipos en 6 categorías que son:
Pushing for championship: aquí incluiré aquellos equipos que ya optaban a ganar el título en 2022 y que su apuesta en esta postemporada ha sido la de redoblar esfuerzos.
Improving but not enough: en esta categoría analizaré los equipos que han dado un claro salto competitivo pero que no creo que les llegue para más allá que un puesto en playoffs.
Change of strategy: los equipos que han virado su rumbo para poder cambiar algunas cosas que no han funcionado serán los protagonistas en este apartado.
Same status as last year: nuevo año y mismas aspiraciones. Pocos cambios significativos en las franquicias que ocupan esta categoría.
Clear step back: jarro de agua fría para los aficionados de estos equipos que verán reducidas sus aspiraciones de forma evidente en 2023.
Saving money: mientras algunos intentan ganar, otros equipos lo único que buscan es minimizar su payroll para ganar más dinero. El desarrollo de jóvenes y la reconstrucción es la excusa para reducir año sí, año también los emolumentos de sus jugadores.
Hoy toca la división Oeste de la liga Americana, división donde el actual campeón buscará revalidar título y donde no veo ningún equipo que dé un paso hacia atrás. Allá vamos.
Pushing for championship: bueno, quizá sea prematuro hablar de título, pero una vez acabada la sequía de los Seattle Mariners sin entrar en playoffs, el próximo paso es luchar por el trofeo del comisionado. En 2022, los primeros sabores de postemporada fueron degustados por los aficionados Mariners con gozo y júbilo. Con la presencia de uno de los rostros del futuro de la MLB en Julio Rodriguez, los Mariners han intentado dar un pasito más hacia competir contratando a jugadores experimentados y de los que ya sabes qué puedes esperar. Teoscar Hernandez y A.J. Pollock aportarán ofensiva y Kolten Wong algo de balance de defensa y ataque en la segunda base. Con Tommy LaStella como suplente. La rotación del equipo está muy bien construida con dos veteranos como Ray y Castillo, junto a dos de los brazos más prometedores de la MLB, Logan Gilbert y George Kirby. Con la baja de Swanson, quizá el bullpen es lo que más ha perdido respecto a 2022. Con Kyle Lewis y sus constantes lesiones fuera y Mitch Haniger en San Francisco, es clave que, por fin, Jarred Kelenic aporte lo que se lleva tiempo pidiéndole. Año clave para el prospecto traído de los Mets a cambio de Edwin Diaz. Los Mariners no aspirarán a ganarlo todo, pero me extrañaría mucho que no repitieran en Octubre de nuevo.
Improving but not enough: 2014 fue el último año donde Los Angeles Angels saborearon las mieles de los playoffs. Y es difícil de digerir que, seguramente, los dos mejores jugadores del deporte no sepan qué es jugar por el título. Bueno, Trout sí lo hizo en aquel año, pero Ohtani, el fenómeno nipón, no conoce esas sensaciones. Y se aproxima un año clave donde Ohtani llegará, al finalizar la temporada, a una agencia libre donde, presumiblemente, firmará el mayor contrato del deporte en su historia. Si la salud lo permite, Ohtani te da un ace y un bateador designado top en un jugador. Y en un sueldo. Los Angels, en esta offseason, han reforzado el equipo con buenos fichajes. Hunter Renfroe es un muy buen jugador con un poder inmenso al bate. Brandon Drury tuvo un 2022 espectacular y Gio Urshela es un tremendo y versátil suplente. En el montículo, han fichado a una de las sensaciones de 2022, el zurdo Tyler Anderson, logrando la rotación con mayor predominio de zurdos de la liga. Por primera vez en muchos años, la mayor firma de la agencia libre de los Angels es un pitcher. ¡¡¡Milagro!!! Y Carlos Estevez, un muy buen relevista que se hizo un nombre en el siempre peligroso Coors Field, será el cerrador a priori. Quizá sea el bullpen el mayor problema de configuración de plantilla. Anthony Rendon, uno de los mejores terceras bases de la liga hace apenas 2 años debería empezar a rendir tras 2 años de completo fiasco. Una línea de bateo con Ward, Trout, Ohtani, Rendon, Renfroe, Drury y Walsh debería significar billete automático para Octubre, pero, siendo los Angels, nunca se sabe. También existe cierta incertidumbre sobre la franquicia con los vaivenes del propietario Arte Moreno. Que tampoco ayudan a una estabilidad necesaria. Año clave en LA, tanto por el futuro de Ohtani, como por la dinámica del equipo.
Change of strategy: mientras que, en la postemporada del año pasado, los Texas Rangers comprometían 500 millones de dólares en dos jugadores ofensivos, Marcus Semien y Corey Seager, este año los de Arlington Road han cambiado de táctica. 244 millones de dólares es lo que han garantizado a Jacob deGrom, Nathan Eovaldi y Andrew Heaney para, junto al traspaso por Jake Odorizzi y la oferta calificada a Martin Perez, hacer una rotación totalmente renovada cara a 2023. Sin duda, los Rangers son el equipo que más han mejorado en cuanto a pitcheo de la liga, logrando a, si está sano, cosa que no está sucediendo últimamente, al mejor lanzador sobre la faz de la tierra. Veremos si el contrato a deGrom es una ganga o una pesadilla. Sin embargo, y tal y como pasó el año pasado, la inversión ha sido totalmente desproporcionada, dejando la ofensiva aparte, lo que hace que se presuma que el ataque es indigna de un contender. La primera parte de la línea de bateo es muy potente, pero la segunda es indigna de un equipo de playoffs. El joven Josh Jung será clave. Los Rangers han comprometido una enorme cantidad de dinero para los próximos años y los resultados deben empezar a llegar ya en 2023.
Same status as last year: año nuevo, misma vida para los Houston Astros. Y es que desde 2000 donde los Yankees conseguían su threepeat, nadie en la liga ha conseguido revalidar el título. Ese es, evidentemente, el reto de unos Astros que llevan 6 años siendo el equipo, junto a los Dodgers, más dominantes de la liga. Como colofón, 2 títulos, el primero con el terno asterisco que vale para poco, y el del año pasado donde pocos peros se les puede poner. Un dominio absoluto, rubricado por unos playoffs muy dominantes. Como el resto de años, los Astros comienzan el año con otra importante baja. Si otros años Gerrit Cole, Carlos Correa o George Springer dejaban la organización tejana, este año es el actual Cy Young Justin Verlander quien emigra buscando los ricos dólares de Steve Cohen. Sin embargo, ya en los pasados playoffs, los Astros demostraban que no necesitaban a un gran Verlander para dominar los partidos. La primera base, ocupada por Yuli Gurriel y Trey Mancini desde el verano, pasa a Jose Abreu, MVP en 2020, lo que hace que el ataque de los Astros será aún más poderoso. Y en la rotación, hay mucha esperanza de que Hunter Brown sea el Jeremy Pena de 2023. Además, se espera que Javier, recientemente renovado, sea un coace junto al emergente Framber Valdez. Y qué decir de ese bullpen inexpugnable liderado por el infravalorado Ryan Pressly. A pesar de perder a una de sus estrellas, pocos dudan que los Astros se llevarán, de nuevo, el título divisional en 2023.
Saving money: me da mucha pereza invertir tiempo en un equipo que no quiere invertir dinero en el campo. Eso es lo que llevan haciendo año y medio los Oakland Athletics. Aquella rotación de Manaea, Montas y Bassitt con Hendriks cerrando partidos y que contaba con bateadores como Chapman, Olson, Semien, Murphy o Laureano forma parte del pasado. Aquel equipo competidor ha dejado paso a un grupo de chavales que firmarán el puesto de colista de la división de forma clara. A eso se agarran los fanáticos atléticos. En que los Esteury Ruiz, Shea Langaliers, Cristian Pache, JJ Bleday o Ken Waldichuk sigan haciéndose jugadores a base de perder partidos a tutiplén. Seth Brown o el ya citado Ramon Laureano parecen los próximos en salir tras haber perdido en esta offseason a Sean Murphy, Cole Irvin o A.J. Puk. Además, han hecho dos fichajes exóticos trayendo de vuelta a Drew Rucinski de la liga coreana, buscando lo que consiguieron los Cardinals con Mikolas, por ejemplo, y fichando de la NPB a Shintaro Fujinami, esperando que alguno de estos experimentos salga bien y los puedan traspasar por talento futuro. Y es que el futuro a corto plazo es negro en Oakland, tanto por lo que se ve en el campo, como fuera de él.