Una vez definida en casi su totalidad las plantillas de toda la MLB con una de las agencias libres más rápidas de los últimos tiempos, voy a analizar división por división las dinámicas de los equipos para comprender un poquito más el estado en el que se encuentran respecto al año pasado. Para ello, voy a categorizar a los equipos en 6 categorías que son:
Pushing for championship: aquí incluiré aquellos equipos que ya optaban a ganar el título en 2022 y que su apuesta en esta postemporada ha sido la de redoblar esfuerzos.
Improving but not enough: en esta categoría analizaré los equipos que han dado un claro salto competitivo pero que no creo que les llegue para más allá que un puesto en playoffs.
Change of strategy: los equipos que han virado su rumbo para poder cambiar algunas cosas que no han funcionado serán los protagonistas en este apartado.
Same status as last year: nuevo año y mismas aspiraciones. Pocos cambios significativos en las franquicias que ocupan esta categoría.
Clear step back: jarro de agua fría para los aficionados de estos equipos que verán reducidas sus aspiraciones de forma evidente en 2023.
Saving money: mientras algunos intentan ganar, otros equipos lo único que buscan es minimizar su payroll para ganar más dinero. El desarrollo de jóvenes y la reconstrucción es la excusa para reducir año sí, año también los emolumentos de sus jugadores.
Hoy toca la división Oeste de la liga Nacional donde se aprecia un cambio de dinámica clara, con 2 favoritos a ganarlo todo, un aspirante a dar la sorpresa que dio en 2021, un equipo bastante mejorado y otro sin rumbo fijo. Allá vamos.
Pushing for championship: ya no deja de ser noticia que cualquier ventana de mercado tenga a los San Diego Padres como uno de los protagonistas. Si el movimiento del verano de incorporar a Juan Soto dejaba claro que el objetivo en San Diego era el “Win now”, A.J. Preller ha dejado claro que la apuesta es aún más firme. Una de las decisiones más controvertidas ha sido la de perseguir un SS élite en la agencia libre, dejando claro que no se confía en Tatis para patrullar puesto tan importante y que adquiere mayor relevancia con la prohibición de los shifts. Primero se cortejó a Trea Turner, que prefirió irse a Philly a ganar menos dinero de lo que le ofrecieron los Padres, para acabar adquiriendo a Xander Bogaerts, que se había salido del contrato que le unía con los Red Sox. Un núcleo formado por Machado, Tatis, Soto y Bogaerts es difícil de igualar. Para añadir más madera han adquirido a dos veteranos que resultan un disparo al aire. Matt Carpenter renació en el Bronx tras un declive claro en Saint Louis y Nelson Cruz pareció en Washington una sombra de lo que ha sido durante toda su carrera, un poderoso slugger para el DH. Además, Tatis se reincorporará durante la temporada tras su sanción. En cuanto a pitcheo, los Padres han plagado de profundidad su rotación, aunque con dos armas que vienen de salir del bullpen como Nick Martinez o Seth Lugo. Además, su último movimiento ha sido añadir a Wacha tras renovar a Darvish. Y en el bullpen, al seguro de vida que es Hader, añade la renovación de Robert Suarez y la vuelta de Drew Pomeranz. Un equipo bastante redondo que sólo cuenta con la sombra alargada de la agencia libre de Manny Machado, ya anunciada, de forma sorprendente, por el polémico jugador. Y no olvidemos que el dugout ya ha tenido problemas en años anteriores. Tatis y Machado no parecen el mejor dúo para tener tranquilidad en el vestuario.
Improving but not enough: interesante la agencia libre de los Arizona Diamondbacks este invierno. Y es que la camada de jóvenes valores ya está aquí y la sobrepoblación de jardineros zurdos en el plantel hacían obvio que el árbol se iba a agitar en el desierto de Arizona. Y así ha sido. Daulton Varsho es quien finalmente se ha movido, dejando, por ahora, a Alek Thomas, Jake McCarthy y Corbin Carroll en el plantel. A cambio del polifacético Varsho, han añadido a un muy buen bateador diestro como Lourdes Gurriel, Jr. y uno de los mejores prospectos de la liga, Gabriel Moreno, receptor que debe disputar el puesto a Carson Kelly. Otros fichajes han sido el del veterano Evan Longoria, posible DH del equipo, y el ex rookie del año Kyle Lewis, jugador con mucho potencial, pero con multitud de problemas físicos. El bullpen también se ha reforzado con Miguel Castro, Scott McGough y, sobre todo, Andrew Chafin, uno de los mejores relevistas que llegaron a la agencia libre, y que, presumiblemente, será el cerrador tras fracasar el experimento Melancon. Esto deja a la rotación como el aspecto más pobre del equipo, donde sólo Zac Gallen parece merecedor de una plaza en playoffs. Los D’Backs parece que serán mejores, pero no lo suficiente, ni para contestar a Dodgers o Padres ni para, ni siquiera, destronar a los Giants para un puesto en la wild card.
Change of strategy: constantes cambios de rumbo en los San Francisco Giants. Primero, parecía que los Giants se hacían con un paquete de Kodai Senga y Aaron Judge. Sin embargo, ambos se iban a Nueva York, el primero a los Mets, y el segundo a los Yankees. A continuación, los Giants alcanzaban un acuerdo con Carlos Correa, que se caía por cuestiones médicas. Los Giants se quedaban sin ninguno de los jugadores franquicia que deseaban. Esto no hizo decaer a Zahidi y el resultado ha sido un equipo, en mi opinión, bastante más completo que el del año pasado. A pesar de los reveses y la baja de Rodon, han diseñado un outfield bastante completo con Mitch Haniger, jugador infravalorado, Joc Pederson y Michael Conforto. Obviamente, todo no es oro, ya que Haniger llega con un buen historial de lesiones y Conforto llega tras no jugar en 2022 por una operación en el hombro. El infield, en cambio, está algo más cojo en talento. La baja de Rodon la han suplido con dos brazos como Sean Manaea, sustituto natural dado su condición de zurdo, y Ross Stripling. El primero vuelve al estado donde más brilló en Oakland y el segundo viene de una gran campaña en Toronto. Por último, añaden a un buen relevista como Taylor Rogers, que se une a su hermano gemelo Tyler en el bullpen. Los Giants buscarán acceder a los playoffs vía wild card.
Same status as last year: los Colorado Rockies cerrarán la clasificación una vez más en 2023, al igual que lo hicieron en 2022. Y es que los de Colorado han estado bastante quietos en esta offseason, adquiriendo apenas a un par de relevistas relevantes para el roster. Pierce Johnson, traído de los Padres, y Brent Suter, adquirido de los Brewers, son las únicas incorporaciones que parece ayudarán algo al equipo. En ataque, la única mejoría puede venir de la salud de Kris Bryant, estrella de su mercado en la pasada agencia libre, y que tuvo muchos problemas de salud en su debut en Coors Field. Y del debut de Ezequiel Tovar, que parece partir con ventaja para ser el SS titular desde el primer día de temporada. También han añadido a un prospect que prometía en Cleveland como Nolan Jones para dar competencia en la tercera base. La rotación sigue siendo floja, con German Marquez como ace del equipo. Los Rockies seguirán dando que hablar poquito en una división infernal.
Clear step back: desde hacía mucho tiempo que Los Angeles Dodgers no partían como favoritos a ganar la división, salvo para PECOTA. Y es que la offseason de Friedman y sus secuaces ha sido un tanto descorazonadora. Porque el objetivo de la franquicia parece ser resetear las multas por exceder el CBT y bajar de 233 millones en el payroll. Esto les ha llevado a perder a jugadores como Trea Turner, Justin Turner, Tyler Anderson o Andrew Heaney, jugadores claves en 2022, así como no ofrecer contrato a Cody Bellinger. Esto hace que el lineup de los angelinos sea bastante distinto al de otros años. Para paliar esas bajas, se han hecho con jugadores veteranos y con mucha experiencia en la liga, pero con trayectoria decreciente, como David Peralta, Miguel Rojas y Jason Heyward. y con el veterano J.D. Martinez para ser el DH. En la lomita, la baja de Walker Buehler para toda la temporada se notará, aunque Dustin May estará toda la temporada para sumarse a los Urias, Gonsolin y un Kershaw que va renovando año a año. Además, han añadido a Noah Syndergaard con la esperanza de reflotar su carrera. Experiencia tienen en ello. En el bullpen hay bastantes brazos interesantes como Hudson, Phillips, Vesia o Graterol, que harán olvidar el rendimiento bastante irregular de Craig Kimbrel el año pasado. Los auténticos dominadores del béisbol la última década pasan a un segundo plano en 2023. Veremos si esto les sirve para, una vez fuera de los focos, sorprender a más de uno. No nos olvidemos que semejante dominio sólo se ha traducido en unas World Series, lo que habla de lo difícil que es ganar en esta liga.