Hablamos con Fernando González, el catcher estrella de Georgia, uno de los mejores equipos en esta temporada de la NCAA. Fernando nos habla de su historia, desde empezar a jugar al beisbol en Panamá hasta llegar a USA.
– Quiero retroceder un poco en el tiempo para hablar un poco de tus inicios en el mundo del béisbol. Cuéntame un poco cómo empezaste a jugar al béisbol, qué te gustó del deporte y, un poco, la historia hasta acabar jugando en Georgia.
– Bueno, yo empecé a jugar béisbol cuando tenía tres o cuatro años, con mi padre, en la casa. Yo nací en Panamá, me crie en Panamá hasta que me mudé a los Estados Unidos a los 16 años. Jugué en Panamá todos los años, desde los cuatro años hasta los 16, y pude representar al país en diferentes ocasiones, en un mundial en Japón, un torneo en Venezuela con el país también. Así que he tenido la oportunidad de jugar la pelota en distintos lugares, con gente latina, con gente de aquí de Estados Unidos y la verdad es que ha sido impresionante y, a la misma vez, lo doy gracias a Dios que me ha dado la oportunidad de hacer eso.
– ¿Cómo fue el mudarte a Estados Unidos? ¿Cómo fue un poco esa decisión? ¿Por qué llegó el momento de decir voy a ir a Estados Unidos a continuar mi carrera en el béisbol?
– Una decisión difícil, claro, pero al final del día, cuando sentado con mi familia, dijimos que la educación siempre iba a estar ahí, que era muy importante que la tuvieras para un futuro. Uno nunca sabe lo que pueda pasar con el béisbol, y decidimos venir a Estados Unidos y seguir con la educación y seguir jugando el deporte a un mejor nivel porque me iba a desarrollar. no solamente como pelotero, sino como persona para mi futuro.
– En Estados Unidos llegaste a jugar en el instituto, en North Cobb Christian High School. Explica un poco tu experiencia jugando en el instituto y lo que tú ves que han sido las mayores diferencias entre jugar en el instituto y jugar en la universidad.
– Mucha diferencia, claro, que el nivel es diferente, es lo primero que la gente habla, lo que creo que sí fue un desafío para mí fue, obviamente, adaptarme al inglés. Fue una de las primeras cosas. También adaptarme al modelo, al juego que se juega aquí en Estados Unidos, que es muy diferente al de nuestros países de Latinoamérica. Pero la misma vez fue algo de que el béisbol siempre es el mismo, siempre está ahí el deporte, todo el mundo que juega el deporte lo ama y las conexiones que he podido crear a través del deporte han sido excelentes.
¿Y cómo llegó tu oferta de Georgia? ¿Tuviste más ofertas de otras universidades? ¿Cómo fue un poco para ti?
Fue estresante y, a la misma vez, obviamente, se los dejaba en las manos de Dios. Jugué muchos torneos en el verano, con North Cobb Christian a la misma vez. Y en uno de esos torneos, el director de Georgia me fue a ver y ahí inició la relación con él y tuve la oportunidad de recibir la oferta y terminar aquí.
– Y cuéntame un poco cómo es tu vida siendo un estudiante en Georgia? ¿cómo la compararías un poco con tu anterior vida en Panamá?
– Para nada, igual. Obviamente, cuando uno está aquí, lo primero que uno se tiene que enfocar es en la educación, no es un proceso fácil, porque todos los días lo primero que uno hace es ir a las clases en la mañana y tener la práctica en la tarde. Encima de eso, tienes que tener tu vida social, de hacer tus tareas, de tener las reuniones con el equipo, con los otros compañeros de equipo, así que, definitivamente, algo que es difícil de hacer, pero si hay algo que he aprendido es que manejar tu tiempo y aprovechar de la oportunidad que uno tiene, y tener sus prioridades al día, es algo que, de verdad, ayuda bastante.
– Y, volviendo un poco al béisbol, juegas de Catcher, ¿ha sido algo que has jugado durante toda tu vida en esa posición, o ha sido algo con lo que te has ido adaptando durante el tiempo?
– Yo, cuando empecé jugando beisbol, empecé como lanzador y como shortstop. Y, de ahí, me volvieron a los outfields. De ahí, a los 14 años, fue que empecé en la receptoría. Y, en adelante, fue una posición con la cual siempre me ha gustado estar envuelto en el juego y el liderazgo, más que todo, de la posición y todo lo que requiere. Desde ese momento la receptoría es la posición que más me ha gustado y con la que quiero seguir jugando.
– Y luego como Catcher, al haber distintos pitchers, ¿cómo te adaptas cada vez, por ejemplo, que empieza el partido con el Opener con el Closer?. ¿Cómo te adaptas tú en el partido al distinto estilo para estar enfocado en las diferentes características de cada pitcher?
– No, la verdad es que cuando vienes a ese punto es más conocer a tus lanzadores, conocer qué es lo que tiene cada uno, cómo funciona mentalmente, cómo ellos procesan la información y son muchas cosas que se hacen fuera del terreno, fuera del estadio también, sentándose con ellos a hablar en una cena o algo así. Así, uno empieza a entender y a conocer cómo es que trabaja cada uno, y eso me ayuda a mí como receptor para saber cómo tengo que hablarle cuando voy al montículo, o que, en cada situación, cómo ayudarlo a él a sentirse con más confianza y ejecutar el trabajo.
¿El tipo de lanzamiento es como una rutina que hay o vas viendo, depende de cómo se coloque un poco el bateador, lo que tiene que hacer el pitcher?
– No, de verdad que nosotros tenemos un programa y pasamos muchas horas hablando del equipo contra el que vamos a jugar y cada uno de sus bateadores. Lo que más nos enfocamos nosotros es cuál es la debilidad del bateador y cuáles son las fuerzas de los lanzadores de nosotros. Y, de ahí, entonces se saca un plan que es el que se utiliza durante el juego. Sí que al final del día hay un plan antes de que el juego empiece para atacarlo a los otros bateadores.
– Y últimamente estamos viendo como un cambio de que los catchers, sobre todo en las ligas mayores, también tienen que ser jugadores muy ofensivos también, muy buenos verdaderos. ¿Tú estás notando también ese cambio en la forma en la que se enfoca tu entrenamiento?
– Correcto. Mi entrenamiento siempre es mitad de mitad, trabajar en la defensa y enfocarme en la defensa, y cuando es tiempo de trabajar en la ofensiva, enfocarme sólo en la ofensiva, y mejorar en ambas. Y saber de qué puedo ayudar al equipo en ambas posiciones, y así ser el mejor pelotero que pueda ser para ayudar al equipo.
– Y hablando de compañeros, tienes un compañero que es Charlie Condon. Uno de los mejores del país, está proyectado ser Top 5 en el próximo Draft. ¿Cómo es jugar con él? Y aparte de eso, ¿tienes tu visión de, por ejemplo, ir al Draft este año y ver qué puedas ser elegido?
– Sí, empezando con Charlie, es impresionante verlo todos los días, cómo él trabaja, cómo se enfocan en seguir mejorando, sabiendo que es tan bueno y está proyectado a ser drafteado tan alto. Su mentalidad es de otro mundo. Y es algo que todos los demás alrededor de él mejoran todos los días porque lo ven a él ser tan bueno y enfocarse tanto. Y es un pelotero que es tan bueno dentro del terreno de juego, pero es una mucho mejor persona fuera del terreno de juego. Tenerlo a él, de verdad, que ha sido una bendición y algo impresionante de ver todos los días.
https://www.youtube.com/watch?v=KdZHBTMNFBY
Y a la misma vez, con el Draft ahora que va a pasar en julio. Esa es la meta, trabajar fuerte todos los días para cumplir mi sueño, que es jugar profesional y seguir trabajando para llegar a grandes ligas y mantener el mar por muchos años.
– Y encajando un poco el tema del draft para jugadores que no son estadounidenses, suele haber como dos caminos que es International Prospect o sobre el Draft como tú. ¿Ves mucha diferencia entre, por ejemplo, alguien que puede venir directamente desde un país externo o alguien que ha estado ya en el sistema y está más metido dentro de lo que es el béisbol estadounidense?
– Hay dos diferencias que son las que más resaltan. Una es la edad, porque los internacionales firman su contrato profesional a los 16 años, y los que van al Draft lo firman a los 18, a los 21, 22 años. Quizá una de las mayores diferencias son la edad, quizás nosotros tenemos un poco más de experiencia, porque hemos jugado en ligas como la que estamos jugando ahorita. Pero simplemente un tema de edad. Yo no creo que, por el nivel, sea mucha diferencia, porque hemos visto jugadores que firman a los 16 años y a los 19 ya están en Grandes Ligas. No todos los peloteros tienen la bendición y el talento para hacer eso, pero si te dieras dos puntos que por lo menos me resaltan a mí, hizo en la edad y la experiencia.
– Y para terminar, ¿Tienes algún jugador de la MLB ahora mismo o pasado con el que tú digas, «tengo un juego parecido a él» «Tengo un estilo de juego parecido a él»?
– Siempre me ha gustado Iván Rodríguez. Obviamente, el jugador es pasado. Ahorita mismo, me gusta Willson Contreras, Miguel Amaya, que es panameño también, amigo de él. Son muchos catchers que hacen cosas diferentes, pero que trato de aprender de cada uno de ellos y ver qué me funciona a mí con mi juego.