Alberto Ortí Roig, valenciano de nacimiento y formación, 30 años, único español de origen en el béisbol alemán, ejerce como entrenador-jugador en los Bremen Dockers, el más delgado y bajo del equipo, pero que, además de pitcher, se desenvuelve en todas las posiciones del outfield. Un auténtico trotamundos de nuestro deporte.
-¿Cómo se inició Alberto Ortí en el mundo del béisbol?
Comencé jugando al béisbol a la edad de los siete años, simplemente porque mi hermano mayor lo hacía. Y ya a los trece, en 2000, fui uno de los primeros integrantes para participar en el proyecto del Centro de Planes de Especialización Deportiva ubicado en Cheste.
-Y fue ahí donde te formaste como jugador……..
He de reconocer que pasé cinco grandes años internado (de lunes a viernes), en los que entrenábamos dos veces al día pero a diferencia de otros centros deportivos aquí, los resultados escolares eran lo principal. Me explico, cualquier deportista que no superase el curso escolar, no podía seguir en los planes de especialización deportiva. Ello, junto a la constancia de mis padres, me ayudó a conseguir el título de bachiller.
El trabajo, como no podía ser de otro modo, nos llevaba a mejorar enormemente nuestro nivel y rendimiento, pasé de entrenar dos veces por semana a diez. Si bien, podríamos haber llegado mucho más lejos de haber contado con mejores instalaciones, material, entrenadores cualificados, etc… Desafortunadamente disponíamos de un entrenador para todos los deportistas, alrededor de veinte, de edades comprendidas entre trece y dieciocho años; y de diferentes deportes, puesto que las chicas juegan al sófbol y los chicos al béisbol, deportes cuyo sistema de entrenamiento es muy diferente.
-¿Y qué fue de tu vida deportiva una vez acabaron tus estudios secundarios?
La ausencia en Valencia de equipos de categorías inferiores y con ello la nula participación en competiciones y partidos hizo que buscará un nuevo deporte, y me decidí por el atletismo. Las lesiones de isquiotibiales me obligaron a dejarlo tras cuatro temporadas volviendo al béisbol en 2006, esta vez ya como senior, y con los Astros Valencia, en Primera División y en División de Honor. Jugar en división de honor desde 2008 y hasta 2014, me llevó a adquirir el auténtico nivel de competición que me ha permitido hacerme un hueco en el béisbol alemán.
-Ya que has llegado ya a tu incorporación al béisbol alemán, cuéntame, ¿Cómo surgió la posibilidad y decidiste coger los bártulos?
Mi decisión de mudarme a Alemania llegó en el otoño del 2014, finalizada la universidad en 2010, con el Máster de Profesor de Secundaria, las oportunidades de trabajar de aquello sobre lo que había obtenido mi licenciatura (Profesor de Educación Física) eran muy escasas, por no decir inexistentes, en España.
En esa época trabaja por las mañanas de repartidor de cartas, en la empresa de administración de fincas de mis padres, etc….. y por las tardes compaginaba dando clases de atletismo y de béisbol.
En ese otoño del 2014 me di cuenta que debía tomar una decisión sobre mi futuro, aprovechando que viajé a Bremen para visitar a una amiga y buscando por la red descubrí el equipo de béisbol de la ciudad, los Dockers. Practiqué un día con ellos y al finalizar el entrenamiento hablé con el presidente y le comenté mi situación. Me llamaron a los dos días y me ofrecieron, además de que mi incorporara como jugador, que ejerciese de entrenador del primer equipo y ayudante de las categorías inferiores.
Obviamente la sorpresa fue mayúscula, dado que nunca había dirigido un equipo senior (solo había dirigido la escuela de béisbol y de sófbol de la Universidad de Valencia), y menos en un idioma que no era el mío, mi decente nivel de inglés no servía de nada en Bremen. En todo caso, ante lo oscuro de mi futuro en España, en febrero di el sí, y partí hacia Bremen.
Y la verdad es que la “jugada” me salió perfecta, año tras año el equipo ha ido mejorando en su clasificación, también a nivel táctico y técnico, y la directiva me ha venido expresando su satisfacción con mi trabajo.
Pero la mayor sorpresa me llegó al finalizar la primera temporada, en España cuando acaba la temporada finalizan todos los contratos de jugadores y cuerpo técnico, y aquí me encontré con que tenía un contrato indefinido, impensable para mi mentalidad española.
-No debe ser fácil compaginar los roles de entrenador y jugador….
Lo que más difícil me resulta es estar en el campo y estar pensando en la estrategia de juego, en los cambios de jugadores intentando dar la máxima cantidad de entradas a todos los jugadores posibles, en lanzar, en batear y en estar de coach de tercera base. Aquellos que entiendan de este deporte, sabrán que es tarea compleja.
-¿Has conseguido adaptarte a la vida en Alemania?
Quitando la barrera del idioma, el alemán es bastante complejo y yo llegué sin saber decir ni hola, todo me está yendo bastante bien. El año pasado conseguí convalidar mi título universitario y ya estoy trabajando en un colegio a tiempo parcial como profesor de Educación Física. Por el contrario mis compañeros de la Universidad en España siguen sin encontrar trabajo en los centros educativos en un 99% de los casos, así que por esa parte a día de hoy, el sacrificio de dejar tu familia, hogar, aprender idioma nuevo, nuevos amigos, etc, ha valido 100% la pena.
De España echo de menos el clima. Aquí el invierno es siempre gris y eso desanima a cualquiera para hacer planes con amigos, salir a los bares a tomar cañas o salir a pasear o a tomar el sol. Además el ocio en Bremen es caro, salir es bastante más caro que en España.
Este clima también provoca que solo se puede jugar al béisbol en verano. En invierno, estamos obligados a entrenar en pabellones cubiertos que no están preparados para la práctica deportiva del béisbol, lo cual se traduce en que toda la pre-temporada la tenemos que realizar con pelotas de plástico y tenis.
-Además de tu trayectoria en el béisbol alemán has sido un auténtico trotamundos…..
Sí, cinco meses en Australia, play-offs del 2010 y 2011 de la liga polaca con los Varsovia Centaury, y en 2012 participé como entrenador en el Campus World Baseball Children’s Fair en Japón.
-¿En qué se diferencia la organización del béisbol en Alemania y España?
La principal diferencia entre Alemania y España, además de en el aspecto contractual, es que aquí hay muchos más equipos de béisbol, pequeñas ciudades o incluso pueblos tienen sus propios conjuntos. Además existen cinco ligas diferentes por lo que cada club encuentra fácil una competición acorde a su nivel de juego y a su presupuesto. Además la mayoría de los clubes tienen dos, incluso tres, equipos. Nosotros por ejemplo tenemos tres, en el tercer equipo juegan los novatos y los jugadores más veteranos, juegan la liga de menor nivel, pero de esta forma consigues que todos tengan sus “minutos de juego” y puedan desarrollarse como jugadores o al menos pasárselo bien los fines de semana jugando al béisbol y practicando lo aprendido en los entrenamientos.
–¿Qué esperas de tu futuro en Alemania?
Más que de mi futuro de mi presente, nos quedan 3 partidos de fase regular, pero ya somos campeones de liga, con lo cual hemos vuelto a mejorar el resultado de la temporada anterior. Vamos a disputar los play-offs para ascender al equivalente a la División de Honor en España. Ascenso que sería todo un éxito para el equipo y para la ciudad.