John Adams en los bleachers del left field en el Progresive Field. |
El primero en 1973
John Adams comenzó a seguir los partidos de «la Tribu» de local, cuando tenía 22 años, su primer encuentro fue el 24 de Agosto de 1973 cuando los Indians recibieron a los Texas Rangers en antiguo Municipal Stadium, desde aquel partido, a la fecha pasaron más de 3.400 encuentros, vivió épocas de muchas frustraciones, con más temporadas perdedoras que ganadoras y una «sequía» de 53 años sin participación postseason.
Pero al mismo tiempo, fue testigo de la «época dorada moderna» de la franquicia con el equipo de Mike Hargrove, que dominó la American League Central entre 1994 y 1999. Actualmente se encuentra disfrutando del exitoso ciclo que dirige «Tito» Francona desde el dugout. En su retina y seguramente en su corazón, están las decepciones de las World Series perdidas 1995, 1997 y la del año pasado.
«Golpeo el tambor para alentar al equipo. Es gracioso hacerlo, es así de simple. Yo miro el juego, presto atención; el béisbol es un juego fenomenal y lo amo. Amo a Cleveland, éste es mi hogar y éste es mi equipo.» – John Adams.
Una «celebridad» en las gradas
Adams en el último partido de los Indians en el Municipal Stadium (1993) |
Con el paso del tiempo «The drummer» y su tambor pasaron a ser «celebridades» de las gradas, primero en el Municipal Stadium, luego en el Jacobs Field (hoy Progresive Field).
John Adams, todavía sigue tocando el mismo tambor de 26 pulgadas y de 25 dólares, que utilizó para asistir a su primer partido. En una entrevista otorgada al sitio cleveland.com, explicó las situaciones que originan que él golpee el instrumento durante un ballgame:
- Cada vez que el equipo sale al terreno.
- Cuando los Indians tienen corredores en posición de anotar.
- Cuando el equipo tiene oportunidad de empatar el partido.
- Luego de dos outs en el noveno inning.
Año tras año, desde aquel 1973, éste fanático incondicional se encargó de comprar cuatro tickets para todos partidos de local de su equipo favorito (uno para él, otro para su instrumento y dos extras). Los primeros reconocimientos del club llegaron recién tres décadas después de su primer encuentro, puesto que 2006, los Indians diseñaron y distribuyeron una bobblehead suya en un partido.
En 2007, la Front Office de la franquicia, reconoció el compromiso y permanencia de Adams, y fue designado para realizar el lanzamiento inaugural en el primer partido de la Serie Divisional de la Liga Americana. El 27 de Abril de 2011, John Adams,cumplió su encuentro 3000 alentando al equipo del Estadio de Ohio y tres días después por éste motivo volvió a participar en la ceremonia de un inaugural pitch, ésta vez él y «Big Chief Boom-Boom» (el nombre con el que bautizaron a su tambor) se pararon en la caja de bateo, mientras se realizó el lanzamiento ceremonial.
En el año 2012, el equipo le entregó de forma vitalicia gratuita dos asientos (uno para él y otro para su tambor) en la sección 183 – fila «Y», ambos con el número 28, en la parte más alta de los bleachers del left field.
A finales del 2016 y en el mismo momento que los Indians perdían las World Series ante los Cubs, John Adams perdió su trabajo de 40 años en la empresa AT&T debido a una reestructuración. Hoy con 65 años se encuentra en la búsqueda de un empleo (es profesor ad-honorem en la Universidad de Cleveland State) o en su defecto se jubilará. Pero hay podemos estar tranquilos… hay drummer para rato en el Progresive Field, dado que como el mismo lo menciona en entrevistas: «Planeo asistir a los juegos de los Indians como local por otras cuatro décadas».
«Amo el juego del béisbol y amo la ciudad de Cleveland. No hay mejores fans en el mundo. Lo que te hace un verdadero fan es que cuando tu sabes que ellos (el equipo) «no serán buenos», vienes aún al estadio y alientas por ellos.» – John Adams.
Las palabras de arriba «pintan de cuerpo entero» a John Adams, sus sentimientos, su fidelidad, y su arraigo hacia los Indians y la ciudad de Cleveland, esto es todo lo que se le puede pedir a un simpatizante de un equipo. El mundo del béisbol y del deporte en general necesita muchos más Johns Adams.