El game 2 entre los Colorado Rockies y los Milwaukee Brewers se convirtió en algo parecido a un drama con altas dosis de tensión, una película caricaturesca, la cual no desveló su final hasta la octava entrada. Sin embargo, como en el primer partido, ganó quien todos sospechábamos. Y es que parece que a los Brewers no les gusta ganar sin suspense en postemporada.
En mi opinión más personal, el elemento que hizo dramático el partido de ayer fue una sensación permanente de oportunidades ofensivas desaprovechadas, elevando a pitchers como Jhoulys Chacín y Tyler Anderson hasta niveles altos de rendimiento, probablemente más por demérito de los bateadores y despistes a la hora de correr las bases, que por mérito propio. Especialmente esto aplica a los locales, quienes pudieron sentenciar el partido mucho antes de la octava, como sucedió anteayer.
Sin embargo, la actuación en la lomita de Chacín nos dejó menos dudas que la del pitcher de los Rockies, pues desde muy pronto desquició a los mejores bateadores de Colorado… y si no es así, que se lo digan a Nolan Arenado, a quien la cámara buscó permanentemente, fruto del morbo de su tensión cada vez que se marchaba ponchado de vuelta al dugout.
Llegados a la cuarta entrada, una carrera del todoterreno Mike Moustakas, siempre muy productivo en las citas importantes, separó del marcador a los locales, por 1 carrera hasta el transcurso final del encuentro.
Con opciones de remontada para los Rockies, ambos equipos movieron el bullpen en el momento adecuado. Sin embargo, una vez más, el éxito cayó del lado de los locales. Corey Knebel, Joakim Soria y Josh Hader, echaron el resto para mantener la tensión en todo lo alto y borrar las ilusiones de los de Denver.
Llegados a la octava, la ofensiva de los Brewers por fin despertó y certificó nuestras sospechas. Entre Moustakas y Kratz, consiguieron traerse a 3 corredores para ampliar una distancia que acabó siendo definitiva.
Es cierto que los de Milwaukee se han adelantado por 2-0 en las series, pero la distancia entre ambos equipos no parece ser tan exagerada. La defensiva de los Brewers sigue rindiendo excelentemente y adaptándose bien a sus rivales, pero los Rockies han acumulado muchos partidos, viajes y horas de juego en los últimos días. Como locales, con el calor de su público y el talento de su roster, los Rockies bien podrían igualar las series a 2 victorias.