Hablemos de la Liga Americana Central en esta temporada 2022.
Después de la primera entrega, donde nos deteníamos a echar un vistazo a la situación en la AL East, cogemos el Amtrak y nos dirigimos hacia el Midwest. Importante, por menos de 50 dólares puedes hacer el recorrido de Nueva York a Detroit, aunque una vez allí es mejor que hagas noche en Ann Arbor, una de las ciudades más bonitas en las que he tenido la suerte de vivir.
Te recomiendo los desayunos del Selma Café y, si estás solter@ o en una relación abierta, The Ravens Club para conocer gente. No hay que olvidar que en esta ciudad se encuentra el campus de la Universidad de Michigan, y todos los días de la semana vas a poder grupos de gente joven (y no tan joven, que hay mucho postdoctoral researcher) enjoying themselves.
Ah, y si crees erróneamente que confesar tu pasión por Notre Dame te va a ayudar a generar un poco de “salseo” a la hora de “meter fichas”, vas muy equivocado. Por el bien de tu integridad física y de tu vida íntima, es mejor que hagas un “Toni Cantó” y cambies de chaqueta, o más bien de camiseta.
Por todo ello, tengo una especial simpatía por los Detroit Tigers, aunque sin llegar al punto de ser pasión.
Otro equipo del que hablaremos hoy, y al que me gusta seguir algo más que a otros son los Chicago White Sox. Los motivos son diferentes, y parten de que uno de los libros que nos mandaron leer en una de mis estancias en época adolescente fue Eight Men Out, de Eliot Asinof, sobre el escándalo de los Black Sox en las Series Mundiales de 1919. Ya sabéis, estos americanos siempre buscando hacer proselitismo con los niñatos del Viejo Continente, y mira tú que al final lo consiguieron.
Hoy en día, Scandal on the South Side, de Jacob Pomrenke, proporciona un relato más realista y menos mitificado de lo que sucedió, pero carece de parte de la magia del primero. Personalmente os recomiendo, si no lo habéis hecho ya, que escuchéis el pod del desaparecido podcast La Lata de Maíz en el que Jon Molinero y Dani García analizan el tema.
Asimismo, y más recientemente, Ramiro Blasco, Puri Ramos y Mario Gómez lo trataron dentro del espacio “Tras las Bases” del podcast de Pitcheos Salvajes, imprescindible escuchar a estos tres.
Tengo que reconocer que “Tras las bases” es el formato que más me gusta, esto de ir un poco off-topic me recuerda a una mezcla entre Historias y biografías del béisbol de La Lata y El Erial (aunque tal vez tenga más del primero que del segundo, ya me entendéis).
En fin, que los Cubs son el equipo al que llevarías a ver a tus hijos o nietos, con un ballpark situado un tranquilo barrio residencial de clase media-alta en el Norte acomodado de Chicago. A modo de ejemplo, Wrigley Field era el lugar al que Henry Warnimont (interpretado por George Gaynes, el impagable comandante Lassard en Loca Academia de Policía) llevaba a Punky Brewster a disfrutar del pasatiempo nacional.
Es muy poco probable que el compasivo fotógrafo se dirigiera con una niña a la deprimida parte sur de Chicago en mitad de la epidemia de crack de los 80 a apoyar a un equipo eminentemente perdedor. Si vas a hacer esto último, mejor que sea a los lovable losers.
Supongo que será mi alma guerrera y mi espíritu contestatario, pero me llamaron más la atención los White Sox que los Cubbies. En fin, que la entradilla casi ha tomado forma de artículo completo, vamos al lío.
Guranteed Rate Field-southsidesox.com
No hace falta que vayas al final del artículo, la primera posición de la división es propiedad indiscutible de los White Sox. Tienes razón, lo admito, estoy siendo igual de innovador que un helado de vainilla, pero voy a intentar darte algo más sobre lo que pensar.
Últimamente hay bastante hype con Chicago, al punto de considerarlos como contenders tanto para hacerse con el pennant de la Liga Americana, como para la victoria en una eventuales World Series. Las expectativas son todavía mayores a las que había el año pasado, cuando fueron eliminados en playoffs por los Astros. Sin embargo, en mi opinión hay algunos movimientos dudosos.
El primero de ellos es la pérdida de Carlos Rodón (FIP/SIERA/WAR-2.65/2.96/4.9), quedando la rotación abridora encabezada por Lucas Giolito (3.79/3.72/4.0), Dylan Cease (3.41/3.57/4.4) y Lance Lynn (3.32/3.72/4.2). ¿Esto cómo nos deja, mejor o peor que la temporada pasada?
De entrada, Cease y Lynn ya formaban parte de roster el año pasado, por lo que la marcha de Rodón debería ser cubierta por Michael Kopech (2.97/2.70/1.7), cuyos parámetros de FIP y SIERA está fuertemente influenciados por el hecho de ser relevista. Si nos fijamos en su WAR (1.7), tenemos una medida algo más realista.
Es decir, los White Sox pierden a su mejor abridor de la temporada pasada, y lo sustituyen por alguien todavía en proceso de formación. Y algo que me preocupa, se sigue considerando a Giolito como el SP1 de Chicago, aunque objetivamente no puede serlo. Sigue anclado en dos tipos de lanzamientos (4-seam fastball y changeup), de los cuáles, el más utilizado (la bola rápida) no es dominante.
Es cierto que ha incrementado el uso del slider, lo que le ha dado buenos resultados, pero sin llegar a nivel élite.
En los dos siguientes gráficos (extraídos de Statcast) podéis comprobar cómo ha mejorado en torno a tener un arsenal algo más variado (pasar de dos a tres tipos de pitches), pero cómo sólo su changeup tiene un Run Value aceptable. Por otra parte, es interesante fijarse en el deterioro de su bola rápida, pasando de un valor élite en 2019(-16) a ser prácticamente average (0).
Tipos de lanzamientos por temporada, Lucas Giolito-Statcast
Run Value por tipos de lanzamientos, Lucas Giolito-Statcast
Claramente, son Cease y Lynn los que tienen que “tirar del carro”, pero esta vez sin poder contar con la ayuda de Carlos, Rodón, sino con la incógnita de Michael Kopech.
Si pasamos a los jugadores de posición, la principal duda está en la segunda base. Las consecuencias del, desde mi punto de vista, difícilmente justificable traspaso de Nick Madrigal por Craig Kimbrel la temporada pasada (contando en sus filas con Liam Hendriks) se siguen apreciando en este 2022.
Actualmente, el second baseman titular no es otro que Leury García, un pelotero del que si ponderamos su WRC+ en función del número de plate appearances a lo largo de su carrera obtenemos un valor de wRC+ de 80.
wRC+ ponderado de Leury García
Por el contrario, Nick Madrigal, en sus dos temporadas completas como profesional ha promediado 111 y 113, respectivamente.
Una alternativa que tienen los White Sox es conseguir que Andrew Vaughn funcione como segunda base, algo que ya intentaron el año pasado, pero la opción más probable reside en que tengan que aprender a convivir con García.
Respecto a la parte positiva, dos nombres por encima de los demás, y ninguno de ellos es José Abreu. Son Tim Anderson, probablemente uno de los shortstops más infravalorados de las Grandes Ligas (pero que más alegrías me da en la Fantasy), y Luis Robert.
Sólo quiero pedirle a Tony La(Ruleta)Russa, que por favor rote a Robert en el centerfield, que podamos disfrutar de él esta temporada. Con relación a Tim Anderson, si tuviera que hacer una analogía, sería el Sergio Busquets del béisbol, tan sólo le falta un poquito más de pop, pero tal vez su bateo perdería parte de su esencia.
Resumiendo, que este año voy a escuchar bastante a Jason Benetti y a Steve Stone. Incluso si no eres fan de los White Sox, tienes que verlos en acción, son los dos mejores de toda la MLB. Oírlos decir cosas como que las galletas con el logo azul de los White Sox es como comerse a un pitufo no tiene precio.
Comerica Park-wikipedia
Sigamos con los Tigers, uno de los equipos que más me sorprendió a finales de la temporada pasada. Es cierto que acabaron con un balance negativo (77-85), pero si quitamos el mes de abril de la ecuación, su récord habría sido positivo.
A comienzos de la pasada temporada, creo que muy pocos (yo incluido), pensaban que eso se podría llegar a producir. Ahora bien, ¿fue flor de un día? ¿Los movimientos que han realizado en esta extraña offseason que hemos vivido están dirigidos a consolidar esta tendencia? En mi opinión hay varias buenas noticias, y alguna no tan buena.
Empezando por los positivo, el negocio de las pizzas en Estados Unidos parece que debe ir bastante bien, ya que la familia Ilitch, propietaria de los Tigers (y de Little Caesars), ha vuelto a realizar desembolsos importantes, como se puede ver en la firma de Javy Báez por 140 millones de dólares y seis años.
De entrada, esta adquisición apuntala el infield en la parte defensiva, y adicionalmente, proporciona el bate de poder en mitad de lineup que Detroit necesitaba. A pesar de que las sensaciones transmitidas por Báez no fueron las mejores la pasada campaña, sus métricas apuntan en otra dirección. Su wOBA, wRC+ y WAR en 2021 (.344/116/3.6) fueron los terceros más altos de su carrera, lo que no está nada mal para alguien que acaba de estrenar la treintena.
Por otra parte, este año tiene que ser el de Spencer Torkelson, al menos en la parcela ofensiva. De hecho, he aprovechado estas vacaciones para analizar algo más su mecánica de bateo, y lo que he visto me ha gustado.
Su stance me recuerda ligeramente a la de Juan Soto, aunque sin llegar a los extremos del dominicano. Prácticamente no levanta el pie izquierdo del suelo (es diestro al bate), lo que le permite hacer rápidos ajustes sin perder estabilidad (podéis apreciar en alguien como Gary Sánchez cómo este cambió supuso un boost de sus estadísticas a mediados de 2021).
Posee una rotación fluida de caderas y, cuando se produce el contacto entre el talón izquierdo y el suelo, el knob de bate apunta en dirección at cátcher (y no al home plate), como se ve en varios de los mejores bates de la liga.
Spencer Torkelson al bate
A partir de ahí, todo va rodado, apertura de caderas ligeramente adelantada al movimiento de brazos, y swing con ligero uppercut.
En definitiva, si tenemos en cuenta también a peloteros como Candelario y Meadows, el lineaup titular de los Tigers se postula al segundo puesto de la división, tan sólo por detrás del de Chicago.
Por mi parte, las principales incertidumbres recaen el pitcheo abridor. La incorporación de Eduardo Rodríguez (FIP/SIERA/WAR -3.32/3.65/3.8) supone un claro upgrade respecto a la campaña pasada.
Sin embargo, cada vez empiezo a tener más claro que Casey Mize (4.71/4.45/1.3) puede que no esté a la altura de un número del Draft. No es primer jugador ni el último que, habiendo sido seleccionado en una posición tan alta se estrella, pero en el caso concreto de Detroit les puede hacer mucho daño, dentro y fuera del campo.
Finalmente, los números de Tarik Skubal (5.09/3.92/0.7) tampoco son para hacerse muchas ilusiones.
En resumen, tengo la sensación de que Detroit es el equipo de la división que tiene una horquilla más amplia respecto a su posible rendimiento. Si el pitcheo funciona, pueden estar muy arriba; pero si naufragan en ese ámbito, los Grandes Lagos corren riesgo de convertirse en un mar de lágrimas.
Cleveland Guardians (ex – Indians)
Progressive Field-record.acento.com
Bueno, partamos de la base de que no son candidatos a playoff esta temporada, para que no haya lugar a malentendidos. No obstante, la primera vez que pensé en los Indians (perdón, Guardians), me los imaginaba en un claro quinto puesto de la división, y con el paso de las semanas, he ido modulando mi postura.
Tal vez partía de la base que esperaba algún movimiento en la offseason. Sí, tradear por un relevista (Anthony Castro) y firmar a un cátcher como Luke Maile se queda muy corto para un equipo con claros problemas.
Sin embargo, ahora que vuelvo a mirar hacia Cleveland, creo que es el equipo que tiene la mayor diferencia entre el suelo y el techo que puede alcanzar. Esto es, me los puedo imaginar perfectamente últimos de división o segundos, como la temporada pasada. Me voy a intentar justificar.
Empezando por la rotación de abridores, aquí es donde más tranquilidad tienen los aficionados de los Guardians, con Shane Bieber, Triston McKenzie y Zach Pleasac. Aún así, la temporada pasada de Pleasac no fue brillante (4.73/4.73/1.1), incluso supuso un ligero paso atrás con respecto a 2020 (3.39/3.41/1.4).
Pero, con relación al pitcheo, es a Pleasac a quien veo como alguien que puede marcar la diferencia para Cleveland, quién dependiendo de su rendimiento puede suponer un salto de calidad.
Por lo que ha comentado, está centrado en conseguir que su slider tenga algo más de movimiento vertical, ya que en los inicios de su carrera prácticamente carecía de caída con respecto al promedio. Esta evolución se pude apreciar en el siguiente gráfico de Statcast.
Zach Pleasac Vertical Movement vs Average-Statcast
Ya el año pasado, su lanzamiento más efectivo fue el slider, que utilizó en un 23.1% de ocasiones. Su principal problema en 2021 fue la falta de efectividad de su bola rápida, la cual no perdió ni velocidad ni spin con respecto a 2020, pero no consiguió tener el mismo comando.
Si consigue recuperar su fastball de 2020, tanto los catchers de Clevaland como sus sufridores aficionados se lo agradecerán.
Pasando ahora a los jugadores de posición, no descubro nada nuevo si afirmo que el mejor material del que disponen los Guardians está en el infield, con José Ramírez (3B) y Amed Rosario (SS). Tengo pocas dudas de que el rendimiento de esta pareja va a estar a la altura, pero esto claramente no es suficiente, se necesita de más poder ofensivo. Ahora bien, ¿dónde lo podemos encontrar?
Para mí, hay dos nombres por encima del resto, Franmil Reyes (DH) y Andrés Giménez (2B). El primero de ellos, Reyes, nunca ha tenido en su carrera un wRC+ por debajo de 111, lo que da una idea de su potencial ofensivo. Además, si se desempeña como designated hitter, el riesgo de lesión para un jugador con dificultades para superar los 100 partidos por temporada disminuye considerablemente.
Respecto al segundo, Giménez, es un pelotero que tuvo una actuación en 2021 por debajo de lo esperado, después de un debut más que prometedor con los Mets en 2020 (wRC+ de 105).
No olvidemos que es alguien con potencial para estar por encima de .300 en el bateo, lo que para una ofensiva como la de Cleveland puede suponer un boost.
Desde mi punto de vista, si Giménez y Reyes contribuyen a lo aportado por Ramírez y Rosario, y Plesac se consolida como lo que se intuía en 2020, los Gaurdians pueden estar más cerca del segundo puesto de la división de lo previsto. Aun así, también son el equipo con el suelo más bajo de los cinco.
Kansas City Royals
Kauffman Stadium-elextrabase.com
No lo voy a negar, esta parte me va a costar escribirla. Hace unos días, mientras leía las líneas de Carlos Parra Machado sobre sus amados Royals en la Guía de Pitcheos Salvajes, notaba cómo me invadía cierto sentimiento agridulce. Desde aquel 2015 han cambiado tantas cosas…una pandemia, guerras, mis tíos votando a un demócrata como presidente por primera vez desde Johnson (y a un demócrata en general desde John Garamendi, y a éste sólo por ser vasco).
Bueno, en esto último hemos salido ganando, aunque desgraciadamente haya sido a costa de la extinción de los Rockefeller Republicans, y su sustitución por una banda de hicks, bumpkins y demás paletos. Para evitar suspicacias, diré que cada uno de vosotros puede tener la ideología que considere apropiada, pero negar la Teoría de la Evolución, el cambio climático o pensar que insertan microchips en las vacunas no tiene un pase, qué queréis que os diga.
En fin, The Times They Are A-Changin’ que diría el bueno de Bob, pero a veces nos regalan algún guiño al pasado, como ha sido la vuelta de Zack Greinke a Missouri. No voy a hablar de los Royals en general, sino que voy a intentar justificar por qué hay que ver al menos 30 partidos de Kansas City este año.
Sí, los has adivinado, son los partidos en los que esperemos pueda lanzar Zack Grienke. En mi opinión, y a pesar de ser reconocido como unos de los mejores pitchers de los últimos quince años, considero que ha sido en cierta medida infravalorado a otros lanzadores contemporáneos.
Greike nunca se ha caracterizado por ser un pitcher “poderoso”, con una bola rápida dominante como la de Justin Verlander, por ejemplo. Más bien ha sido el chico estudioso que adaptaba su juego a la circunstancia general, modificándolo incluso dependiendo del equipo rival al que se enfrentara.
Por otra parte, sus tan famosas Greinke things, como la de realizar un lanzamiento a unas increíbles 51mph, han contribuido a cultivar la imagen de outsider de nuestro amigo Zack. Sin embargo, con Greinke siempre tengo la misma sensación, si tuviera que elegir al pitcher más regular a lo largo de los últimos 3 lustros, sería él. Pero, ¿mi espíritu freelance me está jugando una mala pasada o realmente hay algo más?
Para descubrir hasta qué punto mis sentimientos son realistas, comparemos a Greinke con Verlander, y Scherzer. Para ello, vamos a mostrar la evolución de su xFIP con respecto a su edad, escogiendo un intervalo desde los 23 a los 36 años. Recordemos que cuanto menor sea el valor de esta métrica, mejor es un lanzador.
Edad vs xFIP
Del gráfico podemos extraer las siguientes conclusiones.
- Greinke está consistentemente con valores de XFIP por debajo de Verlander a lo largo de toda su carrera.
- Greinke y Scherzer alternan puestos durante la mayor parte de sucarrera, aunque es cierto que a partir de los 30 años el desempeño de Scherzer es superior (xFIP menor)
Sin embargo, Scherzer y Verlander has sido galardonados con tres y dos premios Cy Young, respectivamente. Greinke, por su parte, sólo tiene uno (2009 en Kansas). Con esto no quiero decir que Greinke lo mereciera en alguna temporada, sino que en ocasiones la ausencia de galardones individuales puede llevar a no valorar a un jugador en su justa medida.
En el caso específico de Greinke, puede uno de sus puntos más fuertes haya sido su regularidad.
No voy a entrar a valorar nada más de los Royals, tan solo repetir que cada vez que lance Greinke estaré pegado a la pantalla como un fan más (incluso contra los Yankees).
Minnesota Twins
Targe Field-ballparksofbaseball.com
Minnesota se ha caracterizado los últimos años por ser un equipo centrado en tener poder en el bate; de hecho, no podemos olvidarnos del récord de 307 homers en la temporada 2019.
El año pasado, los Twins fueron una de las grandes decepciones, si no la mayor, de la MLB. Uno de los motivos más utilizados a la hora de justificar este pobre rendimiento radicaba en la ventaja competitiva generada en favor de los pitchers, ya sea por la nueva bola (esto no fue) o el uso de masivo de sustancias pegajosas como si fueran jugadores de balonmano (esto sí que tuvo algo más que ver).
Sin embargo, no debemos olvidar que en la primera mitad de la temporada contaron con Kenta Maeda (FIP/SIERA/WAR-3.68/3.98/1.7) y José Berríos (3.47/3.65/4.1), sus dos abridores estrella. Sin embargo, los números generales de la franquicia en término de victorias fueron igualmente pobres.
En este 2022, ninguno de los dos anteriormente mencionados va a estar disponible por motivos muy diferentes. A fin de “reforzar” el pitcheo, se han producido las incorporaciones de Chris Archer (4.26/4.36/0.2), Dylan Bundy (5.51/4.56/0.0) y Sonny Gray (3.99/3.85/2.4). Tal y como se puede comprobar de acuerdo con sus métricas de FIP, SIERA y WAR, ninguno de ellos representa una mejora evidente respecto a Maeda y Berríos, más bien todo lo contrario (el WAR de Archer y Bundy es escandaloso).
En otras palabras, el año pasado no fueron dominantes con el pitcheo abridor, y este año las incorporaciones no lo mejoran (en principio).
Si pasamos a los jugadores de posición, la incorporación de Carlos Correa en el campocorto admite muy poca discusión. Las únicas dudas que me surgen son relativas a la propensión a sufrir lesiones que ha mostrado durante su carrera y una posible falta de motivación. Tal vez no esté en el mejor lugar para obtener el cien por cien de Correa.
Respecto a Gary Sánchez, voy a ser meridianamente claro, cuando me enteré de que abandonaba los Yankees me puse a aplaudir con las orejas. Sánchez está condenado a la posición de bateador designado, sus aptitudes para desempeñar el puesto de cátcher titular en las Grandes Ligas son insuficientes.
Con relación a Urshela, es un jugador comprometido con un suelo alto, pero techo muy bajo. En un equipo del Top 10 de la MLB sólo tiene cabida como utility. Con esto no quiero decir que no sea válido, sino que no supone un salto de calidad para los Twins.
Resumiendo, mi sensación con los Twins es que el fichaje de Correa y el recuerdo de lo que fueron hace no tanto tiempo nos puede distorsionar relativamente la realidad.
Mi pronóstico sesgado
- Chicago White Sox
- Detroit Tigers
- Cleveland Guardians
- Minnesota Twins (lo sé, probablemente queden segundos, pero con Sánchez a bordo eso no puede salir bien y, qué porras, si quieres un ránking como Dios manda suscríbete a The Athletic o lee uno de Javi Cía)
- Kansas City Royals