Los Ángeles Dodgers han tomado otra vez la delantera en el Clásico de Otoño de la mano de Walker Buehler, una ofensiva donde todos colaboraron y su bullpen.
Sin ese aire de nuevas expectativas y la tensión que encerraron los dos primeros juegos, a este juego 3 de la Serie Mundial 2020 le caracterizó la inmensa dosis de energía que derrocharon en el campo Los Angeles Dodgers.
Les vino bien el receso del día de ayer porque hoy no dejaron nada al destino, el triunfo les perteneció al derrotar a Tampa Bay Rays por score de 6 carreras a 2. La victoria la edificaron con un excelente respaldo ofensivo a Walker Buehler que brilló por su dominante labor en el montículo.
Buehler, el chico que parece haber nacido para la Postemporada estuvo muy fino. Es un placer verlo lanzar por su bien trabajada mecánica de lanzamientos, tuvo una presentación genial que le puso el freno a un gran contrincante. Completó 6 entradas, permitió 3 hits, 1 base por bolas y ponchó a 10 Rays, no le conectaron de hit hasta el quinto inning.
Esta noche, parecía traer la enmienda de solo lanzar bolas rápidas, la primera tanda de nueve bateadores de los Dodgers vio 73% de los disparos de esta manera. Su localización principalmente fue a la esquina de afuera y por la parte superior del centro del plato.
Buehler lució con temple y concentrado, le transmitió mucha tranquilidad a todo el equipo. Así lo denotaba Mark Prior, el coach de pitcheo, que se veía muy sereno en el dogout conocedor de que tenía al joven pitcher actuando de su lado. Si yo fuera él, también lo hubiera estado. Blake Treinen, Brusnar Graterol y Kenley Jansen cerraron la puerta para LA.
Ofensivamente, los californianos vieron la pelota del tamaño de la luna de Arlington, Texas. Ciudad donde ya sabemos que se está disputando el campeonato. A excepción de Will Smith, desde la parte de arriba del lineup, hasta la parte baja, todos contribuyeron con un juego muy sólido ya sea con anotación o con carrera impulsada.
Destacaron los homeruns conectados por Justin Turner muy temprano en el juego, el pelirrojo empata con 11 cuadrangulares la marca histórica del equipo en su carrera de Playoffs. El otro tablazo lo conectó Austin Barnes para ir moldeando lo que sería el marcador final. Los Angeles Dodgers establecieron una nueva marca en una sola postemporada al anotar 49 carreras con 2 outs en este año.
La contraparte de Buehler fue Charlie Morton, uno de los abridores más destacados de su generación hablando de desempeño en la Postemporada. Hoy lució incómodo y nunca pudo establecer su comando. Los Dodgers le reservaron la venganza a Morton de aquel juego 7 de la Serie Mundial de 2017. En esa ocasión, el abridor salió con la victoria para los Houston Astros al cerrar 4 entradas finales del partido retirando a los últimos once ofensivos en línea.
Por Tampa Bay Rays, muy pocos peloteros pudieron mostrarse. Manuel Margot y Willy Adames fabricaron la primera carrera con sendos dobletes. Randy Arozarena bateó un misil de cuatro esquinas al cierre de la novena entrada, empatando el récord que comparten Barry Bonds, Nelson Cruz y Carlos Beltrán con 8 homeruns en una sola Postemporada. El voluntarioso cubano-mexicano tiene al menos 2 juegos más para intentar sobrepasar a estos peloteros.
A los de Tampa Bay les gusta tener los partidos siempre al alcance, ahí fincan sus aspiraciones. Se sienten confiados aún si están una o dos carreras abajo. Saben bien que pueden resolver a su favor los encuentros gracias a su bateo oportuno, el cuerpo de lanzadores o su defensiva de elite.
Los Angeles Dodgers no se los permitieron esta noche, los alejaron de esa zona de confort. Los superaron en todos esos aspectos y al parecer, también los derrotaron en ambición y actitud. Esta parece ser el aura que acompaña a los Dodgers en este año desde la llegada de Mookie Betts, ya se ha dicho mucho al respecto.
Los Angeles han tomado liderato en la serie 2 a 1. En circunstancias similares, se puede llegar a pensar que el triunfo encaminará al equipo vencedor a dictar condiciones rumbo al campeonato. En este caso en particular, no parece ser tan determinante con rivales de tal equipotencia.
A lo largo de la historia el ganador del juego 3 ha sido capaz de lograr el título el 64% de las ocasiones, esto no va más allá de solo ser un dato para traer a la mesa en una conversación entre aficionados.
Que no se malentienda con que no es relevante haber ganado este juego, lo es y de sobra. En una serie con tal igualdad de fortalezas, el ir logrando pequeños objetivos cobra dimensiones importantes. El vencedor da un paso firme hacía la meta final, aquí no hay margen de error.
El juego 4 ya está a la vista, Julio Urías esta anunciado para abrir mañana por Los Angeles, Tampa Bay aún no ha emitido una decisión sobre quien lo hará por ellos. No especularé sobre el plan que tiene Kevin Cash, pero ya más o menos se puede imaginar.
Cierro esta crónica con una información que se debe resaltar. La televisora oficial que tiene los derechos de transmisión en los Estados Unidos está reportando los niveles de audiencia más bajos en la historia de la Serie Mundial, al menos así fue los dos primeros partidos.
Si eres un novel aficionado a este deporte, te puedo decir que llegaste en el momento oportuno para enamorarte del béisbol. Por lo contrario, si eres un experimentado fanático te invito a que acerques a los más jóvenes a disfrutar del partido, representan el futuro del béisbol. Dodgers y Rays son dos equipos entregados en su totalidad al juego, con gran respeto por el mismo. El nivel de estrategia y deportivo que desarrollan es de excelencia.